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Carolina Marín ha 'vuelto'

Primer Superserie del año, tras cinco finales, para la gran Carolina Marín. Ha sido en Tokio, en un Open de Japón, inmaculado en el que no ha perdido ni un solo set. Y ante la emergente china Bingjiao He, con la que sudó y mucho en el primer set (23-21, con tres set balls en contra), y a la que dominó a su antojo en el segundo (21-12). Ahora el circuito se traslada a Europa, con los Superseries de Dinamarca y Francia. Carolina llega en forma para ambos compromisos.

La china Bingjiao He, actualmente la séptima jugadora en el ránking mundial, sexta preclasificada en Japón, se había medido una vez a Carolina Marín previamente, perdiendo en tres sets en el All England.

El primer sets fue tremendamente igualado, y por tanto emocionante. Bingjiao He, pese a su juventud, demostró que esta creciendo mucho y resistió un gran bádminton de Carolina, de hecho fue una manga de muchos puntos ganadores, con pocos errores no forzados que aprovechar. Después de muchas alternancias, sin que nadie se fuera definitivamente en el marcador, se llegó a la fase definitiva con una ventaja inquietante de la china (18-20), que disfrutó hasta de tres bolas de sets, pero en esa fase resolutiva, apareció de nuevo el gen ganador de la onubense, que se salvó por los pelos en una bola que necesitó revisión, y que al final le sirvió para en su caso adjudicarse el sets en su primera oportunidad (23-21).

Esa forma de decidirse el primer set influyó sobremanera en la mente de la china, que empezó a jugar de forma errática, con esos fallos que no aparecieron al principio. En un abrir y cerrar de ojos, con esa ventaja ya adquirida, Carolina se plantaba con un 17-3 claro que le concedía un margen amplio para gestionar esa manga, incluida una relajación final, y por fin ganar un Superserie este año 2017 tan extraño, con un Campeonato de Europa más en las alforjas, pero con una sequía ya hasta preocupante, para su nivel de multicampeona de todo. Cinco finales ha necesitado, tras no poder ganar en Alemania, India, Malasia y Singapur, pero ha vuelto. Ha sido en Tokio. El retorno a su verdadero estatus, el de jugadora número uno mundial (ahora es la quinta), ha comenzado.