Carolina Marín, pese a ir por la parte más complicada del cuadro, se metió hoy en la final del Abierto de Malasia de bádminton al derrotar en dos apretados sets (23-21 y 21-19), a la japonesa Nozomi Okuhara, una rival que no se le daba muy bien a nuestra campeonísima.
La actual campeona olímpica desea más que nunca lograr el título porque lleva un 2017 en blanco y ya la pasada semana, en el Yonex Sunrise India Open, se quedó sin triunfo ante Pusarla Venkata Sindhu. Esta es su tercera final de la temporada porque también llegó hasta ahi en Alemania, pero no pudo disputarla por lesión.
No obstante, el nivel de juego de Carolina Marín está sin duda creciendo, como ha demostrado en Malasia, y sigue siendo la jugadora más fiable del circuito, pese a que se mide a la cabeza de serie número uno del prestigioso torneo.