Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar
Los Consejeros de la Presidenta
“Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo escaso. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y reconocimiento en caso de éxito”. En 1907 se leyó este anuncio en el Times. Respondieron más de 5.000 candidatos.
Tras pactar, toca gobernar. Son buenos tiempos para la cafetería del Parlamento. Los consejeros y consejeras del martes próximo la visitarán mucho. Sacar adelante leyes, propuestas, esquivar comisiones de investigación, lo requiere. El café como bálsamo para acordar. Este fin de semana la cobertura del móvil será mirada con insistencia neurótica por muchos. A la espera de la llamada de la presidenta para ocupar plaza en la foto del próximo martes. Y ¿quiénes serán? La especulación, ese sutil eufemismo del cotilleo, eclosiona con virulencia en estos momentos. Especulemos: en una legislatura cafetera, con necesidad de acuerdo; bronca, porque la casta emergente precisa reafirmar su identidad; en crisis, sin un presupuesto que acalle reivindicaciones ni ampare reclamaciones. En un contexto así, ¿quién tiene (quiere) que recibir la llamada de San Telmo?
Podíamos decir que la experiencia sumaría como aval; pues no. Las relaciones con la casta emergente no usan la cartografía conocida, el lenguaje es nuevo, las formas y maneras de entender las relaciones, también. Además la experiencia podría dar algún que otro susto judicial, el pasado es lo que tiene. Haber tenido firma en el Boja, Bop y otros podría puntuar en negativo.
Funcionarios, independientes, si bien los emergentes los entienden como mástiles a los que amarrarse, como Ulises, para evitar el cántico de los maletines no parece que surtan mucho efecto viendo algunos casos judiciales en los últimos tiempos. En una legislatura donde la Política, es decir, el acuerdo, el consenso, el debate serán verbos conjugables a diario no es la técnica procedimental lo que se busca para ser consejero. Un gobierno socialista repleto de funcionarios, hacerse un Bruselas en San Telmo, no sería un Gobierno adecuado para los tiempos que corren ni para el timonel.
Será una travesía de mar gruesa, nada de honor ni reconocimiento a la vuelta. A la política le quedan décadas para recuperarse como espacio de prestigio social. Será más una travesía en la que el timonel demanda reunir una tripulación de confianza que no leal. Leal ya la ha tenido en el último viaje pero no de confianza. (Aclaración para castas emergentes, la lealtad es evitar la crítica ante el capitán, un principio irrefutable de supervivencia en la vida pública. La confianza es poder decir lo que otro no puede o quiere).
Un Gobierno que refleje un modelo, su modelo de entender la gestión pública. Este es su gobierno, debe serlo. No habrá nadie a quien echarle la culpa, se acabaron las transiciones con los mayores. Es un acuerdo de investidura que no de Gobierno. Un Gobierno es un ajuste de cuentas: entre lo que quieres, lo que puedes y lo que debieras nombrar. En el último ganaron el puede y el debe. Veremos en este.