Deberes y lecciones

Deberes. Y ahora qué. La noche electoral vomita datos pero, sobre todo, pone deberes a los elegidos. En este caso, al partido más votado le toca hilvanar el infinitivo gobernar al de pactar. Con un presupuesto aprobado, hasta Octubre, la vida se les plantea cómoda, eso sí. Descartado el acuerdo global (no beneficia ni a la oposición ni al gobierno) la aritmética volátil del pacto puntual va ser la estrella de la legislatura.

La primera prueba será la mesa del Parlamento. Los componentes de la comisión negociadora, por cada parte, nos darán pistas del interés o no de culminar con acuerdo. Con primeros espadas, se busca con ansia el acuerdo; con banderilleros orgánicos, faena de aliño y tiramos del clásico: ha sido imposible el acuerdo, el contrario no ha sabido escuchar a los andaluces y a otra cosa.

Más deberes. Cuáles son las líneas rojas de cada grupo, las zonas de acuerdo, con quién se pacta qué. El Gobierno/Podemos: medidas anticorrupción, transparencia, vivienda y memoria. El Gobierno/Ciudadanos: medidas anticorrupción, economía, planes para autónomos, acuerdo para presupuesto 2016, debate territorial. El Gobierno/IU: sólo en caso de querer embarrarla con Podemos. El Gobierno/PP: tóxico para ambos pero más para el PSOE, para el gobierno es el necesario enemigo mediático a batir para pescar en el caladero de IU/Podemos. Y para el PP el único reto ahora es mantener el tipo en las municipales, sus preciadas capitales de provincia. De no ser así, congreso extraordinario en julio, tras el verano Crespo is coming a la portavocía apuntalada por Arenas.

Lecciones

LeccionesPSOE

Acierto: Convocar las elecciones evitando crecimiento de los emergentes. Una campaña centrada en movilizar a los tuyos. Buscar a los tuyos donde están con el mensaje que quieren oír.

Errores: Sumar una mayoría blindada.

Desafío: Mantener y crecer. Analizar los votos municipales de Podemos e IU, seducirlos. Recordar, el enemigo a batir no es el PP. Mantra, el Psoe-A es quien para a Pablo Iglesias. Tatuarse “gobernar es acordar”. La cultura de la aritmética volátil.

PP

Acierto: La campaña del candidato Moreno.

Errores: Rajoy, ministros varios recorriendo Andalucía, representantes de los recortes que no de la inexistente recuperación. El año perdido de Moreno con mensajes contradictorios. Creer que los debates y las opiniones en los medios votan.

Desafío: Mantener al líder. Ser la única voz de la derecha centrada en el Parlamento. No esperar que los equivocados andaluces se hagan un Pablo de Tarso: hacérselo ellos. Renovar sus cuadros en la Andalucía interior. Deben cambiar la mirada.

CIUDADANOS

Acierto: Entrar en el Parlamento. Entrar en la derecha andaluza robándoles la palabra centro. Encarnar la nueva UCD de las clases medias.

Errores: Sobreexposición del líder nacional Rivera. Dejar fuera de foco de manera reiterada a su candidato.

Desafío: Ser la CIU del parlamento andaluz. No puede pactar con el PSOE ni con el PP globalmente, se le castigaría en Madrid. Implantarse territorialmente. Filtrar el arribismo en sus filas de cara a las municipales.

PODEMOS

Acierto: Cristalizar la rabia en asientos del Parlamento. De la pancarta al atril. Institucionalizar la desafección más beligerante, darle voz y asiento.

Errores: El apego a los más radicales de sus círculos. Izquierda anticapitalista o el Sat. Incomparecencia a los debates. Agarrarse, para el análisis postelectoral, a las expectativas generadas más que a los datos reales, más que aceptables, por otro lado.

Desafío: Articular un discurso más integrador. Abrir los círculos. Gestionar unas municipales sin candidato

IU

Acierto: La campaña y el tono del candidato Maíllo.

Errores: Frente a la copia la gente busca al original: su enemigo no era el Psoe, era Podemos. Coaligar no fue un error, lo fue la gestión de su salida: debieron romper con el affaire del viaje de Valderas, por ejemplo. Cogobernar les valió zafarse de su imagen marinalesca.

Desafío: Deslindarse de Podemos. Definir un relato único, una voz con identidad, para la legislatura.

Y sobre todo queda un parlamento que refleja una sociedad más compleja, convocando a la política a una nueva época de partidos, estilos y contenidos.