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¡A esta es! o ¿a esta es?
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, en su primera aparición en la campaña andaluza, reconoció este sábado que desde hace “muchos meses” no veía un ambiente tan apasionado como el del mitin de Adelante Andalucía en Sevilla. Tampoco los viejos del lugar, sobre todo, los de Izquierda Unida.
Ni siquiera en los tiempos de Julio Anguita, el político que dejó el califato de la alcaldía de Córdoba para liderar Convocatoria por Andalucía en 1986, recordaban tanta euforia a ocho días de las elecciones del 2 de diciembre. Anguita logró el mejor resultado hasta entonces, 19 escaños, pero es que el PSOE sacó 60 de los 109. El llanto y crujir de dientes tapó a la alegría.
Los sondeos le dicen a la nueva marca de Podemos e Izquierda Unida lo mismo que los capataces a los costaleros para levantar un paso: ¡A esta es! Pero convendría poner esa frase entre interrogantes y recordar que en la campaña de los comicios anteriores Podemos llevó al velódromo de Dos Hermanas (Sevilla) a 12.000 personas, frente a las 4.000 de este fin de semana.
¿Por qué están entonces tan contentos? Las encuestas tienen, por un lado, la culpa; pero, por otro, están las respuestas y el apoyo que recibe en la calle el tándem que forman la candidata a la presidencia de la Junta, Teresa Rodríguez, y el aspirante a vicepresidente, Antonio Maíllo, quien se marcó una intervención muy apasionada, sorprendente en un senequista como él. A estas alturas de la campaña, esos intangibles marcan mucho.
Podemos e IU lograron sumar por separado 20 escaños en la pasada legislatura (15+5) y aspiran al menos a repetir los mismos. Algunos sondeos sitúan a la izquierda de la izquierda del PSOE como segunda fuerza, un resultado que no se ha producido nunca en las diez elecciones andaluzas celebradas hasta ahora.
Lo que sí es novedoso es el estado espiritoso de sus candidatos, el cambio de registro de sus mensajes y, sobre todo que, por primera vez, creen que pueden lograrlo, incluso superar el PSOE. Eso jamás había pasado. “Soy la alternativa a Susana Díaz”, proclamó Teresa Rodríguez, quien insistió en que no entrarían en un Gobierno de la socialista. “Ni mijita”, soltó.
El ambiente en IU se parece en cierto sentido al de las primarias socialistas, donde también compitió Susana Díaz. En el mitin de cierre de esa campaña interna, separados por tan sólo dos kilómetros en los muelles de la dársena del Guadalquivir, Díaz y Pedro Sánchez reunieron a los suyos. En el de Díaz se apelaba a votar al “rumbo cierto” (lo que en la campaña de ahora sería “la estabilidad”) y en la de Sánchez, a “no tener miedo al cambio”, mensaje que es el que intenta trasladar Adelante Andalucía, tras 36 años y medios de gobiernos socialista. “Susana Díaz perdió las primarias, hagamos que ahora también”, proclaman.
Los candidatos de Adelante han encontrado en Pedro Sánchez una especie de escudo protector frente a los reproches y acusaciones de los socialistas de que son populistas e irresponsables, aunque Díaz sólo cita a la coalición, sin querer, cuando termina sus actos con un ¡adelante, Andalucía!
Los líderes de Podemos e IU sacaron pecho del acuerdo alcanzado con el Gobierno socialista para aprobar el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado, con medidas “modestas”, en palabras de Iglesias, como la subida del SMI a 900 euros, la revalorización de las pensiones o la ayudas al alquiler. Todos aseguraron al unísono que con Pedro Sánchez eso ha sido posible, pero con la presidenta de la Junta, no.
“Susana Díaz no pasa la prueba del tres”, dijo el coordinador regional de IU, Antonio Maíllo. La prueba del tres consiste en contestar a estas tres preguntas:
- ¿Hubiese sido posible la moción de censura para echar a Rajoy si Susana Díaz hubiera ganado las primarias?
- ¿Hubiera sido posible el acuerdo de los Presupuestos con Susana Díaz o hubiera preferido a Ciudadanos?
- ¿Qué significa Andalucía para Susana? ¿el segundo plato después de perder en el PSOE?
Tanto Garzón, como Iglesias, Teresa Rodríguez y Antonio Maíllo macharon este mensaje para presentar a la candidata a la reelección y al “susanismo” como una especie que “vive del socialismo, no por el socialismo”, dijo Rodríguez, y situada a la derecha de Pedro Sánchez.
El 2 de diciembre, cuando esté el recuento y se empiece a hablar de pactos, veremos el tamaño de la mijita y si ha sido ¡a esta es!
El líder de Podemos, Pablo Iglesias, en su primera aparición en la campaña andaluza, reconoció este sábado que desde hace “muchos meses” no veía un ambiente tan apasionado como el del mitin de Adelante Andalucía en Sevilla. Tampoco los viejos del lugar, sobre todo, los de Izquierda Unida.
Ni siquiera en los tiempos de Julio Anguita, el político que dejó el califato de la alcaldía de Córdoba para liderar Convocatoria por Andalucía en 1986, recordaban tanta euforia a ocho días de las elecciones del 2 de diciembre. Anguita logró el mejor resultado hasta entonces, 19 escaños, pero es que el PSOE sacó 60 de los 109. El llanto y crujir de dientes tapó a la alegría.