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Encontrar vivienda en Málaga: una tarea frustrante
Cuando hablamos de vivienda, esta nos obliga realizar un enfoque desde tres dimensiones: el social, el económico y el territorial, todos ellos condicionados por las denominadas políticas de vivienda que, como dice María del Carmen Díaz Rodríguez, marcan el ser o no ser para que las personas tengan disponibilidad de acceso y disfruten de una vivienda digna y adecuada.
La vivienda, la casa, el hogar se define por su constante presencia en nuestras vidas, ya que se trata del lugar donde dormimos, comemos, nos encontramos con familia y amistades, se encuentran nuestras pertenencias, y el lugar al que regresamos para reiniciar. Pero nos encontramos en un momento de frustración para muchas personas a la hora de poder encontrar vivienda, especialmente en ciudades con una gran tasa de turistificación como es Málaga.
A principios de este año, la Encuesta Social Malagueña (ESMA), realizada por el Centro de Investigación Social Aplicada (CISA) de la Universidad de Málaga, arrojaba datos interesantes: cuando se trata de hablar del precio de los alquileres, los resultados de la encuesta muestran que el 91,9% de los entrevistados opina que los precios son caros. El 15,6% de los entrevistados expresan que lo que más les afecta es el precio de la vivienda, debido a la subida del precio del alquiler y de la venta. Esta realidad, conocida por algunos como el 'drama habitacional', fue señalada por uno de cada tres de los malagueños encuestados como la primera o segunda cuestión más problemática de Málaga, sumado a una quinta parte que lo considera su primer problema y un 13,4% que lo cita como el segundo. Además, también encabeza el ranking de este estudio con un 25,1%, cuando se aborda en primera persona, y es considerado el primer o segundo problema que más afecta a la población de Málaga.
La vivienda es un pilar que construye ciudades que puedan vivir, y poder desde ahí generar redes comunitarias y de vecinas
Es importante tener en cuenta que, en apenas cinco años, las viviendas malagueñas han subido un 57% su precio. Una casa de nueva construcción ya ronda los 350.000 euros y el mercado del alquiler se ha disparado, así como el aumento de vivienda turística. En 2023 solo se impulsaron 68 pisos de VPO (vivienda de protección oficial), de las 6.979 unidades promovidas durante ese mismo año, según los datos del Colegio de Arquitectos de Málaga, y se terminaron (incluidas las de años anteriores) un total de 4.854, de las que solo 15 eran VPO. Actualmente, se encuentran aún en construcción 476 VPO al oeste del campus de Teatinos, en la única actuación que se encuentra en ejecución y por sortear.
Retomando el hilo con el que comenzamos, si la población que vive en Málaga no puede acceder con facilidad a una vivienda digna, desde la Administración Pública se vulnera tanto el artículo 47 de la Constitución Española como en el artículo 25 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos y el 11 de Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
Como recoge el Consejo General de Trabajo Social en el documento 'Consideraciones sobre el anteproyecto de ley estatal por el derecho a la vivienda, aportaciones desde el Consejo General Del Trabajo Social', necesitamos recuperar el blindaje social a la vivienda frente a su función especulativa, garantizando el acceso a una vivienda digna y adecuada al conjunto de la ciudad y de la población que la habita.
La vivienda es un pilar que construye ciudades que puedan vivir, y poder desde ahí generar redes comunitarias y de vecinas. Por el contrario, de no abordarlo, será una población que tan solo existirá de paso o sobrevivirá.
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