Andalucía Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

España Marca

En inglés, Spain Marks. Así se promocionaba el turismo de nuestro país en el extranjero en una campaña de Turespaña hace algunos años. Eslogan acompañado de fotografías de hombres, mujeres y niños con algunas “marcas” en sus cuerpos plenamente identificadas con España: la marca del bañador en un cuerpo bronceado, la marca en la piel de un tatuaje con la efigie de una pintura rupestre de Atapuerca, la marca dejada por un piercing en forma de letra “ñ”, etc. etc. Eslogan e imágenes controvertidos y provocadores que, en algún caso, tuvieron que ser retirados tras las denuncias de algunos colectivos por razones como, por ejemplo, el uso machista del cuerpo de la mujer de modo denigrante con motivos publicitarios.

Ahora España sigue marcando, pero lamentablemente no hablamos de publicidad, sino de la dura realidad de nuestro día a día.

Ahora España marca cuando el inefable Wert, ministro de (anti)cultura, decide no asistir a la gala de los premios Goya refugiándose en problemas de agenda: una cita cerrada, ineludible, inamovible en Londres hace mucho tiempo. Dado que se caza antes a un mentiroso que a un cojo, nos hemos enterado de que dicha cita fue acordada hace sólo una semana a petición del propio ministro. Valiente avestruz.

Sea como fuere, aquí nadie da la cara por nada. No se dan explicaciones y, cuando se dan, se hacen desde el extranjero o desde un plasma. No hay preguntas y, cuando las hay, se contesta otra cosa.

Otro avestruz de marca mayor es la infanta Cristina. 300 periodistas de 90 medios nacionales e internacionales acudieron a cubrir su declaración ante el juez Castro el pasado sábado. La CNN, Al Jazzera, la televisión iraní, emisoras de radio y televisión europeas, agencias internacionales... Es cierto que la mujer ya ha sido condenada mediáticamente, que ha sufrido eso que llaman pena de telediario, la difusión a través de los medios de comunicación de pruebas inculpatorias sobre presuntos corruptos previamente a su juicio. Claro que esa pena a mí no me da pena alguna. Es más, me molesta soberanamente la imagen que quieren trasladar ahora de ella como esa pobre ama de casa que no se entera de nada de lo que firma conjuntamente con su marido, o que simplemente está ciega por el amor hacia él. ¡Venga ya, mujer! En todo caso, si no tiene nada que ocultar, como así espero que sea, bien podría haber cogido el toro por los cuernos y haber salido a los ruedos a contar su verdad antes de que otros lo hayan hecho por ella después.

En este zoológico en que se ha convertido España (qué curioso, a mí que los bichos ni fú ni fá y aquí estoy, hablando de avestruces y en mi anterior columna, de lobos). En este zoológico ibérico, decía, no hay día que no despunten nuevas especies, para asombro de propios y foráneos. La última ha sido Javier Fernández, el patinador abanderado de la delegación española en la inauguración de los Juegos de Invierno de Sochi (Rusia) y su ya tristemente famosa recomendación a los homosexuales para que “se corten un poco estos días de los Juegos y luego que sigan con su vida”. ¡Toma ya! Los atletas gays y las atletas lesbianas lo que tienen que hacer, según este pájaro, es dejarse su sexualidad en casa. Al menos, un poco... Esto sí que es un “patinazo”. De medalla de oro, sí señor. De bandera.

Pero no sólo esto es la marca España hoy. Es esto y las bajadas temerarias (y consentidas) de SACYR en la obra del canal de Panamá. Es esto y la contra-reforma de la Ley del Aborto. Es esto y nuestro puesto en los ránkings internacionales de corrupción. Es esto y los recortes. Y el fraude fiscal. Y la valla en Melilla. Definitivamente, Spain Marks.

Seguramente aquella campaña no fue todo lo acertada que debiera. Sin embargo, ¡qué difícil va a ser recuperar, siquiera, una mínima parte de todo lo perdido!. Qué grandes y, sobre todo, cuán profundas van a ser las cicatrices.

En inglés, Spain Marks. Así se promocionaba el turismo de nuestro país en el extranjero en una campaña de Turespaña hace algunos años. Eslogan acompañado de fotografías de hombres, mujeres y niños con algunas “marcas” en sus cuerpos plenamente identificadas con España: la marca del bañador en un cuerpo bronceado, la marca en la piel de un tatuaje con la efigie de una pintura rupestre de Atapuerca, la marca dejada por un piercing en forma de letra “ñ”, etc. etc. Eslogan e imágenes controvertidos y provocadores que, en algún caso, tuvieron que ser retirados tras las denuncias de algunos colectivos por razones como, por ejemplo, el uso machista del cuerpo de la mujer de modo denigrante con motivos publicitarios.

Ahora España sigue marcando, pero lamentablemente no hablamos de publicidad, sino de la dura realidad de nuestro día a día.