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La lotería de los refugiados
Mi madre suele comprar la lotería de Navidad y echar la primitiva. Yo le digo que me parece mentira que lo haga teniendo una hija matemática que siempre está exponiendo las casi nulas probabilidades que tiene de que le toque alguno de dichos sorteos. Así le digo a mi madre que la probabilidad de acertar los 6 números de la primitiva (serían 7 si además pedimos el premio extra) es de 1 entre 13.983.816 (cerca de 14 millones), lo cual es sumamente remoto.
Claro que bien es verdad que si juega dos veces por semana, las probabilidades de que te toque algo aumentan, aunque con casi total seguridad el dinero invertido siempre será mayor que el obtenido por los premios. Por ejemplo, si se juega dos veces por semana durante 40 años, la probabilidad de acertar en alguna ocasión los seis números es de 1.200/4.000.000: de cada 4.000.000 de personas que jueguen a la primitiva durante 40 años, podremos encontrar a 1.200 que han acertado en alguna ocasión los seis números.
Mucho mejor es el caso de la lotería: si se juega a la lotería de Navidad durante 40 años (ahora con 100.000 números, antes era mejor), la probabilidad de obtener el gordo es de 1.600 entre 4.000.0000. Hay cosas mucho más probables que esos 1.600 entre 4.000.000. Por ejemplo, según conteo muy hacia arriba llevado a cabo en este mismo medio, tenemos menos de 150.000 políticos en España (puede que menos de 100.000) y de ellos unos 500 están imputados en la actualidad por algún caso de corrupción. Así que la mayoría de los políticos no son corruptos, pero la probabilidad de encontrar un corrupto (si seguimos contando la proporción de 4.000.000) es que de cada 4.000.000 de políticos, más de 13.000 son corruptos. Naturalmente no todos los imputados son corruptos ni todos los no imputados están limpios.
También hay muchas cosas más improbables que las anteriores, por ejemplo, de cada 4.000.000 personas más o menos 90 mueren por culpa de un rayo, así que podemos estar tranquilos: es muy, muy difícil que nos parta un rayo. ¿Hay cosas más improbables que todas esas? Pues la respuesta es que sí, por desgracia sí. Según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) hay más de 4 millones de sirios que buscan refugio tratando de escapar de un país sumido en una guerra incivil desde hace más de 4 años y nuestro país ya ha acogido la tremenda cifra de 12 refugiados: 12. Así que si eres un refugiado sirio es mucho más probable que te parta un rayo o, por desgracia, morir en el Mediterráneo intentando escapar de la sinrazón de tu tierra a que te acoja un país como España que tan necesitado ha estado de refugio durante episodios no tan lejanos de su historia.
Efectivamente, después de nuestra guerra (de la última, ya que hemos tenido una buena colección de luchas entre nosotros), cerca de 500.000 personas tuvieron que buscar refugio huyendo de nuestra barbarie y aunque el apoyo no fue unánime ni ejemplar en todos los sitios, sí que es verdad que nos acogieron en muchos países de Europa (eliminando los amigos de la dictadura franquista) y América principalmente, ya que hubo hasta un cierto cupo que encontró asilo en Filipinas.
La verdad es que después de mirar estos datos, no tengo fuerza moral para decirle a mi madre que no juegue a la lotería, sobre todo porque ella, mucho más sabia que yo, me dice que casi lo de menos es que le toque, que juega por la ilusión de pensar que le va a tocar y cómo repartiría el dinero entre sus hijos (conociéndola, sé que no se quedaría nada para ella); que juega por todo ese tiempo que pasa con dichos repartos y lo feliz que es mientras sueña con ello.
En realidad mi madre nos dio muchas cosas muchas veces y no quiero ni imaginar la impotencia de esas madres sirias que lo único que esperan es que sus hijos puedan llegar algún día a ser adultos en un país en paz.
Mi madre suele comprar la lotería de Navidad y echar la primitiva. Yo le digo que me parece mentira que lo haga teniendo una hija matemática que siempre está exponiendo las casi nulas probabilidades que tiene de que le toque alguno de dichos sorteos. Así le digo a mi madre que la probabilidad de acertar los 6 números de la primitiva (serían 7 si además pedimos el premio extra) es de 1 entre 13.983.816 (cerca de 14 millones), lo cual es sumamente remoto.
Claro que bien es verdad que si juega dos veces por semana, las probabilidades de que te toque algo aumentan, aunque con casi total seguridad el dinero invertido siempre será mayor que el obtenido por los premios. Por ejemplo, si se juega dos veces por semana durante 40 años, la probabilidad de acertar en alguna ocasión los seis números es de 1.200/4.000.000: de cada 4.000.000 de personas que jueguen a la primitiva durante 40 años, podremos encontrar a 1.200 que han acertado en alguna ocasión los seis números.