Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar
Maga, el grupo favorito de tu grupo favorito
A Silvio, después de uno de sus mejores conciertos en Madrid, se le acercó un periodista de Radio Nacional alucinado. La pregunta fue una cualquiera “¿Os sorprende la acogida de la gente?”, pero toda la banda esperaba aterrada la respuesta de Silvio. Llevaban años de penurias y aquel concierto en el que acababan de bordarlo ante miles de personas suponía, por fin, la posibilidad de romper el techo la banda, darse a conocer en toda España y, por qué no, empezar a vivir bien de la música. El particular cerebro de Silvio respondió rápido: “Nos sorprende, porque nosotros no somos músicos”. El periodista se quedó perplejo y le repreguntó “Entonces, ¿qué son?”. A lo que el rockero soltó: “Nosotros somos ilusionistas”.
Aquella respuesta, aparentemente absurda, tenía un significado. Silvio elegía (por él y por su banda) que no quería el éxito si suponía salir de Sevilla, si significaba prescindir de coger de vez en cuando un taxi de madrugada y pagarle porque se quedara iluminando con las largas el mosaico del Sánchez Pizjuán, o abandonar los cubatas de la China, o las charlas con Silver Barber.
Tiempo actual. Es de madrugada. Unos cuantos por fin llegamos al Lady Pepa. Un after de Madrid que lleva toda la vida abierto. Para entrar hay que decirle al portero, aunque sean las 6 de la mañana, “Venimos a comer spaguettis”. Lo hacemos y estamos dentro tras bajar unas escaleras. Efectivamente, el sitio no defrauda, mesas con manteles de cuadros, gente joven y mayor, comiendo spaguettis boloñesa y bebiendo cubatas. Al fondo, hay un pianista de una edad aproximada entre los 100 años y la muerte. Parece que toma un descanso y se sienta. Me voy con él y me pongo a hablar de música. Pasado un rato me dice que tiene que volver a tocar, que si tengo alguna petición. Le digo que alguna de Triana y se pone blanco.
—¿Triana los sevillanos?
—Sí, ¿qué le pasa?
Que esos tíos eran muy buenos, pero vinieron aquí una vez y el bajito me quitó la novia. Hace una pila de años, pero no toco nada de ellos, y me jode porque eran buenísimos, pero buenos buenos, pero el bajito era más cabrón que bueno.
Eso me ha pasado más de una vez y de dos. Igual que la gente de la calle fuera de Andalucía no los suele conocer, cuando hablo con un músico de donde sea, rápidamente se cuadra al oír mentar a Silvio, Triana, Smash o Gualberto.
Me gusta pensar cuáles serán los clásicos con los que convivimos, los silvios que habrá luego, y mi apuesta es el grupo sevillano Maga.
Santi Balmes es el cantante de Love of Lesbian y ha dicho que nadie escribe poesía como Miguel, el letrista de Maga. La gente de Vetusta Morla, que llena conciertos en medio mundo, les rinden pleitesía… hay mil grupos que son mundialmente conocidos y que alucinan con ellos. Son uno de esos maravillosos secretos que tiene Andalucía, pero qué rollo es ser secreto cuando otro, haciendo lo que tú haces, come coquinas como bolsos de Loewe.
Menos mal que parece que el maleficio de Maga comienza a remitir. En el Festival Interestelar tocaron ante 15.000 personas tan bien, que empezaron otros grupos y a muchos nos costó cambiar de escenario. Era como cuando te comes unas croquetas de Casa Ricardo y ya cualquier croqueta después te sabe a Pescanova.
Al acabar, había unos chavales de Madrid al lado que habían alucinado con el concierto. Venían por otros grupos y me preguntaron: “¿Quiénes son?”. Yo me quedé un poco pensativo y les acabé respondiendo: “Se llaman Maga, y son ilusionistas”.