Desdeelsur es un espacio de expresión de opinión sobre y desde Andalucía. Un depósito de ideas para compartir y de reflexiones en las que participar
Maltratar al resto de homínidos es maltratar nuestra humanidad
Hace media vida comencé a cursar Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid pero, sobre todo durante el primer año, me saltaba algunas clases. Con la persona con la que salía por entonces asistía a las numerosas ofertas culturales y de todo tipo que siempre ofrecía la ciudad. En una de aquellas mañanas se nos ocurrió visitar el zoo de Madrid, una experiencia que estaba ligada, como la de tanta otra gente, a la infancia. Terminé completamente traumatizado, y nunca más he pisado ningún otro zoológico.
Nunca he olvidado a una pareja de orangutanes, hembra y macho, si no recuerdo mal, cada uno en su celda acristalada, situada en un pabellón cerrado. Las celdas estaban separadas por un tabique, también de cristal, que no llegaba hasta el suelo. Uno de los orangutanes me miró a los ojos, con una expresión absolutamente desolada, sin duda con plena conciencia de su estado de encierro, de que su vida consistía en eso, en estar expuesto a través de una cristalera para que otros simios no tan diferentes a él le contemplaran en su calvario, en su existencia reducida a unos pocos metros cuadrados. En un momento dado, el orangután metió la mano hasta la otra celda por el hueco de ese tabique de vidrio que no llegaba hasta el suelo, y su compañero se la estrechó. Así, cogidos de la mano, nos miraron durante unos segundos insoportables. Fue la culminación de un periplo que nos había dejado algunas otras estampas nada memorables.
El sufrimiento de los orangutanes por la privación de libertad y la falta de contacto con sus similares es prácticamente igual que el nuestro en situaciones idénticas
He recordado todo ello porque en estos meses ha arrancado su recorrido, primeramente por festivales, el documental Persona (no) humana, de Álex Cuéllar y Rafa G. Sánchez, sobre el caso de la orangutana Sandra, a la que la justicia argentina liberó de su cautiverio en un zoo y le reconoció derechos de persona no humana. La sentencia daba por sentado lo mismo que yo había comprobado hace un cuarto de siglo en el zoo de Madrid: que el sufrimiento de los orangutanes por la privación de libertad y la falta de contacto con sus similares es prácticamente igual que el nuestro en situaciones idénticas. Varias décadas de aportes filosóficos y científicos así lo demostraban. Por tanto, que en España apenas se esté haciendo nada para evitar estas aberraciones nos deja en un lugar nefasto.
Paula Casal, especialista en filosofía del derecho y autora, junto al renombrado Peter Singer, del libro Los derechos de los simios, cuenta en este artículo cómo en la época de Zapatero se aprobó una Proposición No de Ley en este sentido que el presidente ni siquiera ratificó. Por su parte, el Gobierno actual tiene comprometida una Ley de Grandes Simios. ¿Se hará algo en lo que queda de legislatura? De momento no lo parece, hasta el punto de que en España ni siquiera es ilegal la tenencia de homínidos. Y es que de eso se trata, al fin y al cabo: como explica Casal, hace tiempo que la ciencia nos ha reclasificado a todos los simios como homínidos. En palabras de José Luis Arsuaga, que participa en el documental Persona (no) humana, no es que vengamos del mono, “es que somos monos”.
Hace tiempo que la ciencia nos ha reclasificado a todos los simios como homínidos. En palabras de José Luis Arsuaga, que participa en el documental Persona (no) humana, no es que vengamos del mono, "es que somos monos"
Han pasado treinta años desde que la sociedad civil, a partir del estudio de Paola Cavalieri y Peter Singer, impulsara el Proyecto Gran Simio. Sin embargo, catorce años después de aquella Proposición No de Ley aprobada, sigue sin validarse un texto que establecía cuestiones tan básicas como “la prohibición expresa de la experimentación o la investigación cuando se cause daño a los simios y no redunde en su beneficio”. El Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, ahora que por fin contamos con una Dirección General de Derechos de los Animales, tiene que entender que esto no es postergable, que no es negociable seguir justificando el maltrato salvaje a los otros primates, a los otros homínidos.
Seguro que ustedes también están de acuerdo, así que les sugiero un primer paso muy sencillo: firmar esta petición.
0