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El motivo real por el que Sevilla ha sido elegida la mejor ciudad para visitar en 2018 del mundo
Estos días, muchos medios cuentan que la mundialmente conocida guía turística Lonely Planet ha publicado un ranking con los mejores destinos para visitar en el mundo durante 2018, y ese listado lo encabeza Sevilla.
Ni que decir tiene que hay motivos de sobra para esto, pero es necesario explicar que todo se debe a una persona: Mi compadre Relampaguito de Triana*.
Hace unas semanas, había quedado con Relampaguito para tomar algo y llegó bastante tarde y vestido con la equipación de su equipo de futbito. Os reproduzco la conversación posterior.
R: Perdóname, compadre, pero anoche se me complicó la cosa y he acabado como el maestro de Kung Fu.
Julio: ¿Amarillo?
Relampaguito: Amarillo y ciego, sí. Dos cervecitas, por favor.
J: Ya, ya, ya las he pedido, ¿no te has duchado, no?
R: Bah, para lo que corro… casi ni sudo.
J: Pero si acabamos el partido de futbito y te ibas a tu casa…
R: Ya, pero iba en la moto y a la altura de la Plaza de Cuba, se me cruzó un guiri y casi me lo llevo por delante.
J: ¡No me digas!
R: Que te mueras tú si te miento.
J: Coño, muérete tú.
Camarero: Aquí tenéis.
R: Gracias, dale una patadita al olivo, haz favor. El caso es que el hombre iba mirando una dirección en el mapa, no se dio cuenta y no le llegué a dar, pero del susto se cayó y todo. Estuve un rato con él, en un banquito de Plaza de Cuba tranquilizándolo y cuando estaba la cosa mejor, le pregunté que adonde iba, para llevarlo, tú sabes por el susto.
J: Y te liaste.
R: A ver, es que el chaval estaba haciendo algo de turismo o yo que sé, y estaba buscando un sitio para comer paella, en Sevilla. Paella en Sevilla, compadre.
Camarero: Toma, las aceitunas.
R: Gracias, Luiqui. Total, que en vez de a comer paella, lo llevé a comer unas puntas de solomillo a las Golondrinas. Nada más que Pepito nos puso el platito de zanahoria aliñá, ya al guiri se le pusieron las orejas de punta.
J: Qué hambre me está entrando, contra.
R: Luego me lo llevé al Ruperto. Allí cuando vio los pajaritos torció un poco el morro, le dije que era como el Angry Birds ese del móvil y una vez que se comió uno ya no paró.
J: Todo esto tú vestido de futbito.
R: Sí, con las Marco compradas en el Crespo atadas al tobillo, poca broma. Luego nos fuimos a la calle Pureza, pasamos por el DETriana, vio los maniquíes con patillas y ya se quedó loco, pero para colmo apareció la Pantojita de Triana con la guitarra y se puso a cantarle “Despacito”.
J: ¿¿Cómo??
R: Bueno, a cantarle, tú sabes…
J: Sí, sí.
R: Y ya ahí yo iba tocado del ala y le dije que si se había traído el pasaporte. El guiri se asustó y me dijo que se iba a la mañana siguiente, me preguntó que adónde lo quería llevar, y yo le dije que nos fuéramos a Sevilla, el estado opresor pero donde se come muy bien.
J: Parlem, Relampaguito, parlem. Que está el 155 barato. A ver si le va a caer uno al Altozano.
R: Ya nos fuimos a Sevilla e hicimos el Erasmus completo: su pata de mulo en Casa Moreno, su cervecita en El Salvador con papas del Don Papa, Tremendo, su tortillita de jamón y sus coroneles en El Rinconcillo, su fuente de croquetaje en Casa Ricardo y copita en el Garlochi.
J: Todo eso vestido del Spartak de Triana, ¿correcto?
R: Correcto, como me ves, con Relampaguito en la espalda y el dorsal número 2. O pasa el tío o el balón, ya sabes.
J: Menos mal que Miguel del Garlochí es para comérselo.
R: Sí, sí, el guiri cuando entró allí, reconoció que era el sitio en el que habían vestido a Uma Thurman de virgen y había estado Jude Law y ya perdió los papeles. Se lo pasó como un enano y no quería volverse a casa, pero yo estaba reventado.
J: Y olías como la ingle de un gorila, ¿no?
R: Correcto. El caso es que el guiri me dice que quiere ir a algún sitio a bailar que ha leído que el sitio bueno es el Antique, y yo le digo que con las Marco atadas al tobillo y la camiseta de lateral derecho no me van a dejar entrar en ningún lado, menos allí. No había manera, y por cambiar de tema le pregunto que qué ha venido a hacer a Sevilla. Y me cuenta que están haciendo un ranking de cuáles son las mejores ciudades del mundo para su revista, la Lonely no se qué.
J: ¿Lonely Planet? Venga ya.
R: Que te mueras tú si es mentira.
J: Y dale...
R: Total, que ahí me pudo la responsabilidad y le dije que era prácticamente imposible que en la discoteca más tiquismiquis de Sevilla me dejaran entrar así, que era ir para nada. Pero él insistía e insistía, decía que enseñaba un carnet de su revista o no se qué y que encima entrábamos de válvula.
J: Claro, el colega iría ya de grana y oro…
R: Echando arena para atrás como los toros, imagínate. Así que le dije: “Vale, nos vamos en el Vespino para el Antique y lo intentamos, pero si conseguimos entrar, que ya te digo que es más difícil que tragarse un lavabo, tú pones que Sevilla es la mejor ciudad del mundo en tu revista”.
J: Coño, como el libro que yo saco ahora, “La mejor ciudad del mundo”.
R: Verdad, ¿tú no dices que todo lo que escribes se cumple? Pues a ver si ahora va a ser verdad.
J: Pero no conseguiste entrar ¿no?
R: En el Antique no, lo que hice fue llevarlo al Obbio, que es de modernos, y como allí cada uno va de una manera, me vieron con las botas de futbito del Crespo y se pensaron que eran retro o yo que sé. Luego me vieron el Miguel y Gustavo abajo y se hartaron de reír. El caso es que nos metimos y ya allí nos castigamos bien.
J: Qué maravilla.
R: Al colega lo he dejado en el aeropuerto hace 20 minutos con una ojeras como un oso panda pero con una sonrisa como el muñeco de Matutano. Me ha dicho que ya tendremos noticias.
J: Compadre, como eso pase es para que te pongan una calle.
R: Yo soy un soldado silencioso, Julio. ¡Jefe! Pon otras dos, que estamos en la mejor ciudad del mundo, o por lo menos ¡a nosotros nos lo parece!
*Relampaguito de Triana es una persona real, esto evidentemente es una ficción, pero es que él sabe que “Relampaguito de Triana” es mi mote preferido del mundo. Lo aclaro porque a ver si le va a costar un bollo con su familia un día como este.