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Noticias de 'Andaluña'

El encaje de Cataluña en España siempre ha tenido un fuerte eco en Andalucía, hasta el punto de generar una especie de subgénero político sobre el que giran las iniciativas de los grupos parlamentarios andaluces. A veces el subgénero se convierte en una patología política, con el único objetivo no confesado de obtener votos a cuenta de lo que ocurre a mil kilómetros de distancia. Andalucía, en ocasiones, es 'Andaluña', como este jueves, donde la patología se dio una vuelta por el Callejón del Gato, originando uno de los debates más absurdos y  esperpénticos que se recuerdan en la Cámara autonómica.

Ciudadanos, un partido nacido en Barcelona, planteó este jueves en el Parlamento de Andalucía una iniciativa de apoyo al Gobierno central y al Estado de Derecho en defensa de la legalidad democrática en Cataluña y en contra de la celebración del referéndum del próximo domingo como ha hecho en otras asambleas y ayuntamientos.

La misma proposición no de ley fue rechazada hace dos semanas por el Congresos de los Diputados. El PSOE intentó sin éxito que el partido de Albert Rivera aceptara una enmienda en la que se apostaba por el diálogo y el grupo socialista acabó votando en contra. Tres diputados andaluces se abstuvieron, según ellos por error, aunque es difícil creer que un experto constitucionalista (Gregorio Cámara) y dos veteranos parlamentarios (Antonio Pradas y Juan José Díaz Trillo) no entendieran bien la directriz que, en el último momento, ordenó el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez.

Todos los miembros del Gobierno andaluz y los diputados socialistas recibieron la orden de asistir desde sus escaños, no desde sus despachos, al debate para darle mayor solemnidad. La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, se incorporó cuando empezó a hablar su portavoz, Mario Jiménez. Los socialistas llegaron al pleno sin querer desvelar el sentido de su voto. Si apoyarían  la iniciativa de Ciudadanos, que comparten 100%, o si acatarían la orden escrita de la dirección federal de no hacer seguidismo de la iniciativa de los de Rivera.

El debate rozó el ridículo. Los socialistas andaluces no quisieron registrar cuando debían y por escrito las enmiendas que presentaron in voce en pleno debate y que el portavoz de Ciudadanos, Juan Marín, aceptó desde la tribuna. “El Parlamento de Andalucía apuesta por el entendimiento institucional para la resolución de los problemas políticos una vez garantizado el cumplimiento estricto de la ley y el respeto a nuestro ordenamiento constitucional”. Esta propuesta de adición contó con el visto bueno de Ferraz, pese a que el grupo socialista evitó la palabra diálogo, supuestamente para contentar a Ciudadanos, sus socios de legislatura.

El esperpento vino cuando el presidente del Parlamento pidió, como marca el Reglamento, la autorización del resto de los grupos para tramitar las enmiendas in voce. Podemos se negó porque, según su portavoz, en el pleno anterior los socialistas le pagaron con la misma moneda, con lo cual no se pudieron tramitar las modificaciones. Reciprocidad se llama. O revancha. O chincha rabiña. O que te den. O a ver si aprendes a buscar complicidades.

Cuando llegó la votación los socialistas acabaron votando a favor de Ciudadanos y en contra de la orden de su dirección federal. El socialista Mario Jiménez aseguró en los pasillos del Parlamento que habían intentado la “cuadratura del círculo” y culpó a Podemos de lo ocurrido.  Los andaluces no consultaron a los federales el sentido de su voto. “Al menos deberían haberse abstenido”, apuntaron desde la ejecutiva de Sánchez.

A lo largo de estos días ha quedado claro que más allá de la honda preocupación que existe en todo el PSOE sobre el conflicto catalán, los socialistas andaluces siguen jugando a marcar distancias con Pedro Sánchez, pese a la estrepitosa derrota de Susana Díaz en las primarias y a que no tiene ya la clac en otras federaciones y cada vez menos entre los referentes históricos.  “Nosotros no tenemos complejo en el debate territorial ni tenemos a un secretario general acomplejado porque le reprochan su coincidencia con el PP en este asunto”, aseguró un destacado dirigente del PSOE andaluz. Desde Ferraz replican: “Ellos aseguran que están con la Constitución y el Estado de Derecho. ¿Qué pasa? ¿que nosotros no? Los 122 alcaldes del PSC están dando el do de pecho y proponiendo soluciones”.

En Ferraz, lo que pasó en el Parlamento andaluz interesó muy poco: “Que hagan lo que quieran. No estamos con esas minucias ni vamos a mandar la legión. Pero no se dan cuentan de que no son el partido independentista del PSOE de Andalucía”.

El cupo catalán

Dirigentes socialistas andaluces ajenos a la política de trincheras asistieron a disgusto al sainete parlamentario y se mostraron más preocupados por las palabras del ministro de Economía, Luis de Guindos, acerca de un posible cupo catalán como vía futura de negociación con Cataluña como apuntó en TV3.  Aunque el Gobierno central intentó enfriar esa expectativa, desde el sur no se fían: “La financiación va a formar parte de la negociación, eso es seguro y si Andalucía no se opone al concierto catalán, Cataluña tiene el terreno expedito”, aseguraron las fuentes consultadas.

Muy lejano queda ya en el PSOE andaluz aquella frase contemporizadora de Manuel Chaves de “lo que es bueno para Cataluña es bueno para Andalucía y a la inversa”. Tampoco existen las líneas abiertas de interlocución entre el PSOE de Andalucía y el PSC, como había con los hermanos Maragall en el puente de mando y luego con José Montilla. Lo que sí les va llegando a los socialistas es la preocupación de los  andaluces que tienen depósitos en La Caixa. En ese asunto no hay 'Andaluña' que valga.

El encaje de Cataluña en España siempre ha tenido un fuerte eco en Andalucía, hasta el punto de generar una especie de subgénero político sobre el que giran las iniciativas de los grupos parlamentarios andaluces. A veces el subgénero se convierte en una patología política, con el único objetivo no confesado de obtener votos a cuenta de lo que ocurre a mil kilómetros de distancia. Andalucía, en ocasiones, es 'Andaluña', como este jueves, donde la patología se dio una vuelta por el Callejón del Gato, originando uno de los debates más absurdos y  esperpénticos que se recuerdan en la Cámara autonómica.

Ciudadanos, un partido nacido en Barcelona, planteó este jueves en el Parlamento de Andalucía una iniciativa de apoyo al Gobierno central y al Estado de Derecho en defensa de la legalidad democrática en Cataluña y en contra de la celebración del referéndum del próximo domingo como ha hecho en otras asambleas y ayuntamientos.