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Los presupuestos de Sopa de Ganso
El flamante consejero de Hacienda de la Junta de Andalucía Juan Bravo aprovechó la presentación de sus presupuestos de la comunidad, las primeras cuentas “no socialistas de la historia de Andalucía” , dijo, y “las más sociales”, para declararse públicamente marxista: “¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?”.
Es lo que vino a decir, como Groucho Marx en Sopa de Ganso, cuando se negó a aceptar la incontestable verdad de los números, negro sobre blanco, de sus cuentas: En una Andalucía con más de un 20% de paro, el dinero destinado a empleo cae un 15,3%.
Además de marxista Bravo se declaró cristiano. Flanqueado por Santa Justa y Santa Rufina, perdón, los vicepresidentes Elías Bendodo y Juan Marín (no se sabe si por falta de confianza en él o por desconfianza mutua entre el PP y Ciudadanos), el consejero convirtió su atril en púlpito y pidió a los andaluces un “acto de fe”: Que nos creamos el milagro de la multiplicación de los panes y los peces de sus presupuestos, en los que una reducción del gasto se convertirá al final en un aumento gracias a la promesa de una gran eficacia y efectividad de su Gobierno. Pondremos menos, pero no dejaremos un euro sin gastar, vino a decir, por lo que al final será más de lo que puso el Gobierno de Susana Díaz y Juan Marín, un ejecutivo de malos gestores que no supo cómo gastar los fondos de que disponía, explicó.
Es decir, Juan Bravo prometió unos presupuestos de Avecrem, en los que un par de pastillitas de sustancia concentrada lograrán más para su ‘sopa de ganso’ que un buen caldo con su verdura, su hueso de jamón, su jarrete, su pollo y demás avíos. Y no es que sepa que el Avecrem no es de alta cocina, es que le da igual: “Aceptamos la crítica. Estos presupuestos no son bonitos, pero son creíbles. Serán plenamente eficaces cuando termine el año y veamos el cien por cien de ejecución. Les pido ese acto de fe hasta el próximo mes de febrero o marzo”. Entonces será cuando se cierren las cuentas y se pueda ver cuanto dinero se ha gastado y en qué, y cuánto se queda en el cajón sin utilizar.
El acto de fe no sólo afecta a la columna del gasto, también a la de ingresos. El Gobierno de la Junta podrá gastar más a pesar de reducir los impuestos porque ingresará más, incluso por encima del aumento previsto de la economía andaluza. Asegura el consejero que recaudará más precisamente porque la reducción de impuestos aumentará la actividad económica, y porque tanto el Gobierno de Madrid como el europeo le transferirán más fondos: “Vamos a recaudar más porque hay más actividad económica”, afirma.
Los primeros presupuestos del Gobierno de Juan Manuel Moreno son más la expresión de unos deseos que una base sólida y tangible sobre la que trabajar. Ilusiones. Pronto sabremos si son vanas o no.
El flamante consejero de Hacienda de la Junta de Andalucía Juan Bravo aprovechó la presentación de sus presupuestos de la comunidad, las primeras cuentas “no socialistas de la historia de Andalucía” , dijo, y “las más sociales”, para declararse públicamente marxista: “¿A quién va usted a creer, a mí o a sus propios ojos?”.
Es lo que vino a decir, como Groucho Marx en Sopa de Ganso, cuando se negó a aceptar la incontestable verdad de los números, negro sobre blanco, de sus cuentas: En una Andalucía con más de un 20% de paro, el dinero destinado a empleo cae un 15,3%.