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“Susana bonita...”
El PP adelantó a ayer su particular Lunes de Pasión. Y no es que el PSOE adelantara a su vez su Domingo de Resurrección -ya que ni aún ganando holgadamente las elecciones andaluzas, los socialistas pueden ocultar, que sus resultados del domingo son los peores de su historia-, es que los andaluces decidieron castigar las políticas económicas y sociales de Rajoy, en la cabeza de Moreno Bonilla.
Es cierto que el PSOE volvió a ganar las elecciones en su feudo más fiel tres años después, pero no lo es menos que la caída del voto socialista sigue sin invertir la tendencia y sin alcanzar el punto de inflexión que les permita empezar a recuperar votos en Andalucía. Claro está que la debacle del PP y los daños minimizados de la irrupción de Podemos hacen de esos “malos resultados” un magnífico punto de partida para los socialistas andaluces en general y para Susana Díaz en particular.
El indudable éxito de Podemos, solo ha tenido la sordina de las propias expectativas generadas por ellos mismos y que en ningún caso, contemplaban resultados por debajo del 20 por ciento de la Cámara, bastante alejados de los conseguidos el domingo, lo que pone de manifiesto dos cosas: que la fortaleza del PSOE en Andalucía es mayor que la del resto de España y que la candidata de Podemos no ha añadido valor a la marca.
Si el éxito de Podemos no ha alcanzado la magnitud esperada, el de Ciudadanos ha sobrepasado los cálculos más optimistas y ha encendido todas las alarmas en el PP, ya que el éxito de los de Rivera es directamente proporcional al fracaso de los de Moreno Bonilla.
La cita electoral ha sido especialmente cruel con IU que ha perdido casi la mitad de sus votos, precisamente en la campaña en la que han tenido el mejor candidato de los últimos tiempos y en la que posiblemente haya realizado la mejor acción política de todas las de las fuerzas en liza. Si Podemos araña en el depósito de votos del PSOE, literalmente devora el de IU.
Por primera vez en mucho tiempo no se puede decir aquello de que todos han ganado. Tanto PP como IU admiten sus pésimos resultados, aunque en el caso de los populares volvieron a demostrar ayer tarde que siguen sin enterarse del mensaje que la ciudadanía expresó en las urnas. La comparecencia de Moreno Bonilla sin admitir preguntas es prueba evidente de ese autismo político en el que parecen haberse instalado los populares.
Visto lo visto, Juanma Moreno está perfectamente legitimado para renegar de todos los “refuerzos” que desde Madrid han desembarcado en Andalucía, para supuestamente llevarle en volandas en la campaña. Cada comparecencia con Rajoy se convertía en una hemorragia de votos. Cada foto con Fátima Báñez, en un portazo de simpatizantes. Cada paseo con Cospedal, en una deserción de fieles. ¿Y Soraya? ¿Qué decir de una de las meteduras de pata más clamorosas de la reciente historia electoral? La madrina de Juanma estará arrepintiéndose mucho tiempo de su impresentable “Susana bonita”. Y es que no me acabo de explicar la estúpida necesidad de los políticos de este país por hacerse los graciosos cuando bajan de Despeñaperros.
Parece claro que si la victoria del PSOE ha sido la de Susana Díaz y no la de Pedro Sánchez, la derrota del PP ha sido la de Rajoy y no la de Moreno Bonilla. Hasta el mismo presidente del PP lo ha admitido así, al trasladarle que el castigo en las urnas ha sido para él y no para su candidato.
Ante las próximas citas electorales, llama la atención el voto de castigo para un partido que ni siquiera gobierna en Andalucía y el hecho de que no se “compre” el mensaje de una recuperación pregonada por Rajoy, pero que está muy lejos de llegar a la ciudadanía.
Dos cuestiones llamativas. La primera, que sigue pareciendo incomprensible que en una comunidad con un 34 por ciento de paro, cuatro de cada diez andaluces ni siquiera se hayan molestado en ir a votar; y la segunda, la clamorosa falta de respeto a la voluntad popular, que muchos ciudadanos de dentro y fuera de Andalucí, se permiten expresar por la sencilla razón de que los resultados del 22M no hayan sido los que ellos esperaban.
Sólo una cosa más “Soraya bonita”, a la luz de los resultados del domingo, con amigos como tú Juanma Moreno no necesita enemigos.
El PP adelantó a ayer su particular Lunes de Pasión. Y no es que el PSOE adelantara a su vez su Domingo de Resurrección -ya que ni aún ganando holgadamente las elecciones andaluzas, los socialistas pueden ocultar, que sus resultados del domingo son los peores de su historia-, es que los andaluces decidieron castigar las políticas económicas y sociales de Rajoy, en la cabeza de Moreno Bonilla.
Es cierto que el PSOE volvió a ganar las elecciones en su feudo más fiel tres años después, pero no lo es menos que la caída del voto socialista sigue sin invertir la tendencia y sin alcanzar el punto de inflexión que les permita empezar a recuperar votos en Andalucía. Claro está que la debacle del PP y los daños minimizados de la irrupción de Podemos hacen de esos “malos resultados” un magnífico punto de partida para los socialistas andaluces en general y para Susana Díaz en particular.