El detenido por la muerte de Laura Luelmo confiesa el crimen
B.M., el hombre detenido este martes por su supuesta implicación en la muerte de la joven Laura Luelmo, ha confesado que fue él quien la mató. El hombre, que había sido trasladado esta madrugada a dependencias de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva y donde ha sido interrogado por agentes de la Unidad Central Operativa (UCO), ha salido del cuartel sobre las 12,15 horas a pie, escoltado por dos agentes, esposado e increpado por los vecinos.
Los agentes y el arrestado se han dirigido a la calle donde vivía para realizar una reconstrucción de los hechos. Allí, algunos vecinos han roto el cordón policial y han esperado entre gritos de “asesino” la salida de B.M. y de los agentes de la vivienda. La reconstucción de los hechos en la casa ha finalizado, sin que se hayan producido incidentes durante la salida del lugar del operativo policial.
La salida del cuartel de B.M. ha sido rápida y, en lugar de salir por la puerta habitual de los calabozos, donde estaba apostada gran parte de la prensa, lo han sacado por la puerta principal de la Comandancia. Después de que fuera detenido al mediodía, el hombre pasó toda la tarde de ayer en el cuartel de la Guardia Civil de Valverde del Camino (Huelva), desde donde fue trasladado a dependencias de la Comandancia de Huelva pasada la media noche.
El instituto armado, según Efe, ha informado de que el arrestado llegó alrededor de las 2:20 de la madrugada y donde ha sido interrogado por agentes de la UCO desplazados desde Madrid a Huelva el pasado domingo para hacerse cargo de la investigación en torno a lo sucedido.
El plazo legal en el que puede mantenerse en esta situación antes de pasar a disposición judicial es de 48 horas, aunque si el juez lo estima oportuno se puede prorrogar hasta las 72 horas. El detenido salió de prisión el pasado octubre tras cumplir veinte años encarcelado por el asesinato de una anciana en 1995 en su localidad natal en Cortegana (Huelva) y dos robos con fuerza.
Por otra parte, el cuerpo de Laura Luelmo continúa en el Instituto Anatómico Forense de Huelva donde se le practicó la autopsia, cuyo informe preliminar ha evidenciado que la joven murió por “un fuerte golpe” en la frente con objeto contundente, un palo o una piedra“, entre el 14 y el 15 de diciembre (desapareció el día 12).
Pese a la conclusión de la autopsia, el cadáver aún continúa en estas instalaciones, al parecer porque serán necesarias algunas pruebas complementarias y es preciso esperar unos resultados de ADN. La familia está a la espera de poder trasladar el cuerpo de la joven hasta su localidad natal en Zamora y darle sepultura.
Las horas de retención
La Guardia Civil trata de esclarecer el tiempo que Laura Luelmo estuvo retenida contra su voluntad antes de morir de un fuerte golpe en la frente. Los investigadores no descartan que la joven maestra muriera malherida en el paraje donde se halló el cuerpo.
Bajo custodia policial, B.M., vecino de El Campillo de 50 años que acababa de salir de prisión por dos robos con violencia --antes estuvo en la cárcel por matar a una anciana--, ha incurrido en contradicciones e inexactitudes hasta que este miércoles, todavía sin cumplirse 24 horas de su detención, ha confesado ser el autor del crimen.
Según explican a Europa Press fuentes de la investigación, se trata de clarificar si la muerte de Laura Luelmo sucedió tras ser raptada contra su voluntad, para lo que habría utilizado su coche negro marca Alfa Romeo, como creen los investigadores. No se descarta que la joven muriera malherida en el paraje donde se halló el cuerpo el pasado lunes, extremo este último que defiende el detenido, que en su relato ante los agentes ha comentado que entabló una conversación con la maestra, aunque no llegó a consumar la violación.
El equipo del Servicio de Criminalística de la Guardia Civil está analizando los restos biológicos y las pruebas halladas. La principal línea de investigación es que la maestra zamorana de 26 años fue raptada contra su voluntad entre el 12 de diciembre, el día de su desaparición en El Campillo (Huelva), y el momento en el que la autopsia ha fijado su muerte, entre el 14 y el 15 de diciembre, es decir, entre dos o tres después.
Los indicios recabados llevan a los investigadores a sospechar que Laura Luelmo sufrió una agresión sexual, algo que tratan de corroborar con la inspección de la casa de alquiler en la calle Córdoba de El Campillo donde vivía la maestra de 26 años. El autor confeso del crimen residía en una vivienda en la misma calle.
El cadáver de Laura se encontraba boca abajo en un paraje a las afueras de El Campillo, en las inmediaciones de la N-435. Del mismo alertó sobre las 12.00 horas del lunes un voluntario que participaba en las labores de búsqueda, ya que encontró prendas de mujer. La Guardia Civil halló a unos 200 metros del lugar del hallazgo de las prendas el cadáver, semioculto en una zona de terraplén y matorrales.
También se analiza el coche negro marca Alfa Romeo que B.M. conducía cuando fue detenido este martes y su relación con el crimen. El arresto se produjo el martes cuando sospechó del seguimiento de la Guardia Civil, parando el coche en un punto entre El Campillo y el pueblo vecino de Cortegana para tratar de huir corriendo campo a través. El detenido fue llevado al puesto de Valverde del Camino, pero anoche se decidió trasladarlo a la comandancia de Huelva.
Al frente del interrogatorio se encuentran los expertos de la Unidad Central Operativa (UCO) que intervinieron en los casos de Diana Quer o el niño Gabriel Cruz. Disponen de un plazo legal máximo de 72 horas, antes de que B.M. pase a disposición de la juez de Valverde del Camino, que ha decretado el secreto del sumario. Está previsto realizar una reconstrucción de los hechos.
Una vez que la autopsia en el Instituto de Medicina Legal de Huelva datara la muerte de Laura por un fuerte golpe en la frente, los expertos de la Guardia Civil se centran ahora en completar el análisis de las pruebas recurriendo al laboratorio móvil del Servicio de Criminalística desplazado por carretera desde Madrid a Huelva. También se movilizó el helicóptero del Equipo Central de Inspecciones Oculares (ECIO).
Se mantiene la búsqueda de pruebas consideradas claves como el teléfono móvil de Laura Luelmo, la profesora que se acababa de instalar en una vivienda de El Campillo, municipio de 2.000 habitantes, que había alquilado después de lograr un empleo como interina en el Instituto de Nerva, a unos ocho kilómetros.