Joaquín Durán ya estaba en las quinielas hace cuatro años para ser el primer director general de un ente público elegido por el Parlamento. Era el candidato que gustaba en algunos sectores del PSOE. Pero algunos miembros del Gobierno andaluz se decantaban por otro. El que se destapase la presencia de familiares en algunas productoras clientes de Canal Sur también pudo jugar en su contra. Manuel Chaves, a la vista del desacuerdo interno, y de que necesitaba de los votos del PP para sacar adelante el nombramiento, eligió una tercera opción: el hoy dimisionario Pablo Carrasco. Una salida tibia que no convencía a ninguna bancada, pero que garantizaba la estabilidad en el futuro. Porque el cargo es para seis años, y eso significaba que en caso de que en 2012 hubiera ganado el PP, Javier Arenas habría tenido que tener a alguien fuera de su cuerda al frente del canal autonómico.
Carrasco dimitía ayer y volvía a poner a Durán en la casilla de salida para ser el nuevo director general. De momento, lo ha propuesto como administrador único temporal. Es su candidato ante el consejo de administración de la RTVA. Ahora se tendrá que decidir si éste tiene el perfil idóneo para capitanear la RTVA hasta que PSOE, IU y PP alcancen un nuevo acuerdo parlamentario. Y todos quieren resolverlo pronto.
Durán tomaría así el timón de una casa en la que ha sido casi todo. Su andadura periodística arranca en los años 70 y en la radio. Pasó por Radio Nacional, por la Cadena Ser, donde dirigió magacines, programas musicales y deportivos, hasta hacerse con la dirección de la emisora en Málaga. También pasó por TVE hasta que recaló en Canal Sur, formando parte del equipo que puso en pie el proyecto. Desde entonces, ha ejercido como jefe de deportes en la radio y la televisión, ha sido presentador, ha puesto en marcha Canal Fiesta, ha sido director de Antena, hasta llegar a director de Canal Sur Radio. Su gestión se salda con dos premios Ondas para la RTVA.