Más de 23 millones de euros, en concreto 23.245.000 euros. A esa cifra asciende el conjunto de activos que forman parte del patrimonio de la multinacional sevillana Abengoa, que está en liquidación y que cuenta entre sus bienes y derechos un cuadro de Bartolomé Esteban Murillo, una residencia vacacional en Huelva y la concesión de un atraque en el puerto de Sotogrande (Cádiz). El cuadro en concreto es el San Pedro penitente, que se encuentra expuesto en el Centro Velázquez de la Fundación Focus en Sevilla y está valorado en ocho millones de euros.
Asimismo, entre los activos también destaca una residencia vacacional situada en La Antilla (Lepe, Huelva), destinada al uso vacacional de los empleados y que está valorada en 586.000 euros. Desde 2017 esta finca no se encuentra operativa y cuenta con un campo de fútbol, pistas de pádel y más de 60 habitaciones dobles para huéspedes repartidas en cinco plantas.
De igual manera, también cuenta entre su masa activa con la concesión de un punto de atraque en La Marina, del Puerto de Sotogrande, en Cádiz, valorada en 36.000 euros. Esta concesión no vence hasta 2057 y cuenta con una eslora de doce metros y una manga de cuatro metros.
El plan de liquidación presentado por la administración concursal, al que ha tenido acceso Europa Press, y aprobado con la inclusión de algunos matices por el juzgado de lo Mercantil de Sevilla, detalla todos los activos corrientes y no corrientes de la compañía hispalense. Así, el primer grupo está conformado por una serie de activos con un valor para liquidación de 5.597.000 euros y, del segundo, el total asciende a 17.648.000 euros.
Temor a que el Murillo salga de Sevilla
De todos estos activos, el que está generando más movimientos es el cuadro de Murillo. Cuando hace meses se conoció que podía salir a subasta, el alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, pidió a los gobiernos central y autonómico que garantizasen su continuidad en la ciudad. Para ello, la Junta de Andalucía inscribió como Bien de Interés Cultural (BIC) la obra para así reforzar su protección, ya que así se impide que pueda ser exportada. La compañía, por cierto, presentó un recurso en contra de este reconocimiento, ya que entiende que disminuye su valor de mercado. El Ministerio de Cultura, por su parte, se comprometió a pujar por la pieza si salía a subasta.
El juzgado de lo Mercantil de Sevilla aprobó el plan de liquidación de Abengoa, aunque con matices a la propuesta original que presentaba la administración concursal a los que pedía atenerse. Además, daba tres meses para informar del estado de la liquidación “o antes si se hubiera producido a la enajenación de todos los bienes”.
Fase de liquidación
Este paso llegó después de que, en el pasado mes de julio, el juez abriese la fase de liquidación de la empresa y le ordenase presentar el plan de liquidación de bienes y derechos integrados en la masa activa, como se recoge en la legislación sobre concurso de acreedores.
El plan de liquidación, según exponía el auto del Juzgado de lo Mercantil, era “conveniente para los intereses del concurso”, aunque “deben hacerse algunas modificaciones”, que hacían referencia al activo objeto de las operaciones de liquidación, al sistema de liquidación, a las especialidades aplicables a las ofertas de adquisición de unidades productivas, al tratamiento de privilegios especiales, a las cargas y registros y finalmente en el apartado relativo a pagos.
Por último, el Juzgado de lo Mercantil de Sevilla ha recibido cinco ofertas para la casi treintena de filiales que concentran los activos más importantes de Abengoa. Se trata de las ofertas de Urbas, Ultramar Energy, Grupo Cox, RCP y Sinclair y Terramar.