Los trabajadores de Persán inician una huelga “por la igualdad salarial y la conciliación familiar”

Con botes de humo, petardos y el lema de “Conciliación familiar, igualdad salarial”. Así ha retomado su protesta la plantilla de la empresa sevillana Persán a las puertas de la sede de Sevilla Este. Tras paralizar sus movilizaciones en marzo por la pandemia de la Covid-19, los trabajadores y trabajadoras de la ya multinacional de productos de limpieza han querido parar esta vez su maquinaria mediante una huelga general del 27 al 29 de octubre. Mediante este parón laboral y diferentes movilizaciones quieren reivindicar la brecha salarial que existe entre sus empleados y la modificación “sustancial” de sus condiciones laborales. 

“Nos han pedido que desmontemos la huelga para negociar, pero estamos cansados de ser nosotros los perdedores. Hasta que no acepten nuestras reivindicaciones, no vamos a parar”. Con estas frases sentencia la primera jornada de huelga uno de los trabajadores de Persán. Antonio (nombre ficticio) es uno de los 350 trabajadores -y otros 300 eventuales- que forman la plantilla y que, según sus portavoces de Comisiones Obreras, reciben diferente salario según el año en el que se hayan incorporado a la empresa. 

“Aunque realicemos el mismo trabajo, quien entró a partir del año 2012 cobra entre 400 y 600 euros menos que quien entró en años anteriores”. Se trata de una brecha salarial que en este caso no está marcada por el género sino por la fecha de ingreso. Para David Barillo, uno de los representantes de CCOO, se trata de una modificación que hizo la empresa “en torno a 2010” como consecuencia de la crisis. Afirma que “hay una diferencia anual de 5.000 a 9.000 euros brutos de un trabajador a otro”. Según este portavoz, se trata de “una medida anticonstitucional que ya hemos denunciado”.

“Me están robando el tiempo de mi hija”

Otra de las reivindicaciones principales de la plantilla es la eliminación del denominado “5º turno” que rige las jornadas de los 350 trabajadores que están dentro del convenio de la empresa. Según este régimen laboral, los trabajadores de Persán trabajan en turnos rotativos de 6x3: seis días laborables y tres de descanso. Esto supone, según los portavoces sindicales, que “también trabajamos festivos y fines de semana sin bonificación ninguna”, pero como “descansamos cuatro días”, la empresa entiende que tienen más días libres que la media y cuentan con “tan solo 15 días de vacaciones anuales”. Además, también afirman que “la empresa decide cuando concedernos los días de asuntos propios y cuando no”.

Este sistema aplicado por Persán entiende todos los días del año “como laborables”, por lo que “resulta imposible compaginar la vida laboral con la familiar”. Por eso, otra reclamación principal de esta plantilla es que la empresa “ofrezca soluciones para que la conciliación sea posible” y una compensación por el trabajo en fines de semana y festivos. Badillo asegura que “este turno nos quita vida y el tiempo dedicado a nuestros hijos”.

Persán es una de las entidades galardonadas por el Ayuntamiento de Sevilla este año con una de las Medallas de la ciudad. Según CCOO se trata de una empresa que “no ha tenido pérdidas desde que hubo la bajada de salarios”, que ha comprado una fábrica en Polonia, otra en Francia y que en 2019 tuvo “347 millones de euros en beneficios”. Por esto, los trabajadores afirman no entender porque “si los ingresos suben, nuestros derechos bajan”, ya que aseguran sufrir cada vez más la precariedad “a pesar de estar en una empresa que no para de ganar”. 

Mientras que la empresa aún no ha dado respuesta a los medios, los representantes sindicales aseguran que le dieron “la oportunidad de negociar”, pero “como no hemos obtenido resultados, la plantilla pidió la huelga”. En esta primera jornada, el sindicato estima una participación del 45% de los trabajadores, esperando “que continúe así”, tanto durante los próximos dos días como todos los jueves hasta el 17 de diciembre, en los que los empleados de Persán estarán en huelga reivindicando la igualdad salarial y la conciliación familiar que reclama su pancarta.