Impacto económico del primer acuerdo PP-Cs-Vox: 2,1 millones en 2019; impacto político: la estabilidad de la legislatura
El impacto económico de las “exigencias” de Vox en los Presupuestos andaluces de 2019 asciende a 2,1 millones de euros, según los datos aportados por la Consejería de Hacienda. Las únicas modificaciones presupuestarias en un montante global de 36.500 millones de euros aparecen en una partida extra de 1,5 millones para realizar auditorías privadas en el sector instrumental de la Junta, que los socios del Gobierno andaluz se han comprometido a reducir, y en otros 600.000 euros, que se les retira “a las asociaciones relacionadas con la promoción e inserción de personas inmigrantes” para destinarlos a “edificios y otras construcciones judiciales”.
Éste es el coste más inmediato (y reducido) que han pagado PP y Ciudadanos a Vox a cambio de que retire la enmienda a la totalidad contra su primer Presupuesto autonómico. La formación de extrema derecha ha reconocido que el órdago al Gobierno andaluz no buscaba sólo repensar el Presupuesto de 2019, “que apenas tendrá una incidencia de cuatro meses de ejecución”, sino condicionar todo el Presupuesto de 2020 y, sobre todo, replantear su alianza política con los socios de la Junta. Vox quería dejar de ser el convidado de piedra y aparecer como un miembro activo e indispensable del nuevo “Gobierno del cambio”.
Con la enmienda a la totalidad, que mantuvo en vilo al Ejecutivo durante una semana, ha logrado hacer valer su peso político y ha introducido su lenguaje ideológico y su marco mental en el diccionario de Gobierno de PP y Ciudadanos. Los próximos Presupuestos hablarán de “violencia intrafamiliar”, un concepto que ellos contraponen al de “violencia de género”; “inmigración irregular”; “chiringuitos ideológicos” o asociaciones que perciben ayudas para lanzar “mensajes ideológicos”; fundaciones y empresas públicas innecesarias; andaluces que viven en Cataluña con dificultades para estudiar en castellano; retirar subvenciones a asociaciones de Memoria Histórica; conmemorar el descubrimiento de América en 1492 como parte de la “herencia histórica” de España, y reivindicar la “empresa colonizadora” alejada de la “leyenda negra”.
El acuerdo de 34 medidas firmado este jueves por el titular de Hacienda, Juan Bravo (PP), el consejero de Economía, Rogelio Velasco (Ciudadanos), y el portavoz del grupo de extrema derecha, Alejandro Hernández, es el primer documento político en el que confluyen las siglas de los tres partidos que sostienen al Gobierno andaluz: PP, Cs y Vox. Los tres firmantes han coincidido en que el principal valor de este acuerdo es la “estabilidad” del Ejecutivo, que ha quedado expedita no sólo para este año y el siguiente (el acuerdo es más profuso en las medidas para 2020), sino probablemente para el resto de la legislatura.
El gran handicap que entorpecía la gobernabilidad en Andalucía era la reticencia de uno de los socios (Ciudadanos) a sentarse con otro (Vox). Ese veto ha desaparecido esta mañana cuando la formación naranja ha comparecido, por primera vez, en una mesa de negociación con la extrema derecha. El acuerdo conlleva, además, una comisión de seguimiento que vigile el cumplimiento en plazo de cada medida, y del que formarán parte miembros de PP, Cs y Vox.
El partido de Santiago Abascal no ha colado grandes números en los Presupuestos andaluces, pero sí ha metido grandes conceptos que formaban parte de su marco mental: el informe de impacto de género que acompaña a las cuentas autonómicas y que evalúa el gasto de cada departamento desde la perspectiva de género -un documento blindado por ley- será “revisado” con idea de suprimir el concepto “género”, que Vox considera “ideológico”, y sustituirlo por igualdad. El punto nueve introduce “un teléfono de atención a las víctimas de la violencia intrafamiliar”, un gasto mínimo en el Presupuesto, pero de gran trascendencia simbólica para Vox, según ellos mismos subrayaron. Esta semana, el número de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas ha alcanzado la cifra de mil víctimas.
Bravo insiste en que esta medida no sustituye los recursos de la Administración central (el teléfono 016 para maltratadas) y de la Junta (los programas del Instituto Andaluz de la Mujer), sino que viene a “ampliar el concepto de violencia”. ¿Este teléfono es para mujeres maltratadas?, se le preguntó al portavoz de Vox en su comparecencia junto al consejero de Hacienda y el de Economía. “Por supuesto”, dijo. ¿Y eso no supondrá una duplicidad de servicios para el mismo fin? “No hemos aclarado cómo vamos a hacerlo desde el punto de vista administrativo”, responde Bravo, tras insistir en que la idea es “ampliar” a todo tipo de violencia. ¿Como cual? “Por ejemplo, las mujeres alcohólicas que pegan a sus hijos”, dice el portavoz de Vox. El titular de Hacienda niega que estén asumiendo el lenguaje negacionista de la ultraderecha en materia de violencia de género, y recuerda que el PP -la veterana diputada Esperanza Oña- ya presentó una proposición no de ley en el Parlamento planteando medidas contra la violencia intrafamiliar, poniendo como ejemplo agresiones en parejas homosexuales.
La secretaria general del PSOE andaluz y ex presidenta de la Junta, Susana Díaz, estuvo el jueves ausente del debate de totalidad de los Presupuestos, algo inédito en un líder de la oposición. Díaz ha comparecido esta mañana ante la prensa para hacer balance de lo sucedido ayer: la socialista cree que la estrategia de Vox con la enmienda a la totalidad demuestra que “existe un Gobierno débil”, que el acuerdo firmado entre “las tres derechas” desenmascara a Ciudadanos junto a la extrema derecha, y que “quien manda en Andalucía es Abascal”. “No habrá tal estabilidad en la legislatura”, insiste Díaz. La líder del PSOE andaluz es una férrea convencida, probablemente la que más en su partido, de que el Ejecutivo de Juan Manuel Moreno Bonilla descarrilará antes de lo previsto, habrá elecciones y ella volverá al poder. ¿Está usted preparada para una legislatura de cuatro años? “Para lo que dure. El PSOE ganó las elecciones. Somos el grupo mayoritario”, afirma Díaz.
Durante la sesión de control al Gobierno, la socialista repitió esta idea, y el presidente Moreno le contestó, tajante: “La estabilidad del Gobierno es directamente proporcional a su inestabilidad. Señora Díaz, céntrese en su labor de oposición, que la veo muy desdibujada. Yo la necesito para defender los intereses de Andalucía”.