Este contenido está realizado por o para un anunciante y no interfiere en la información de eldiario.es/andalucia
Tan cerca y tan lejos: el potencial oculto de la Sierra Morena de Sevilla

“Tenemos el reto de que la población se olvide de las sierras de Aracena y Grazalema, que son estupendas, pero no hay que irse fuera de la provincia para conocer el Parque Natural de la Sierra Morena de Sevilla”, apunta el director-conservador del mismo, Vicente Castaño.
Castaño, que lleva cinco años en el cargo, está empeñado en “salvar las distancias” con la capital para que la población metropolitana no viva “de espaldas al parque”. Uno de sus retos más apremiados es la promoción de un espacio que fue nombrado reserva de la biosfera por la UNESCO en 2015 y donde coinciden hasta diez municipios: Alanís, Almadén de la Plata, Cazalla de la Sierra, Constantina, Guadalcanal, Las Navas de la Concepción, El Pedroso, La Puebla de los Infantes, El Real de la Jara y San Nicolás del Puerto.
Estos pueblos de media montaña están integrados en un paisaje donde predomina el bosque mediterráneo. Las dehesas de encina, alcornoque y quejigo conviven con masas arbóreas de roble melojo, olmo y pino y cultivos como la vid o el olivo. Este hábitat es idóneo para mamíferos como jabalíes, ciervos y gatos monteses. Entre las aves destacan la cigüeña negra, el águila azor perdicera, la avutarda y los buitres leonado y negro. En este ecosistema también son numerosos los arbustos como el madroño o el lentisco y las plantas aromáticas como el romero, el cantueso o el tomillo.
A toda esta biodiversidad se le suma una riqueza monumental compuesta por fortificaciones y torres, iglesias y ermitas, cortijos, edificios industriales como bodegas, lagares y destilerías, infraestructuras mineras… que engrandecen el patrimonio arquitectónico de la comarca más septentrional de la provincia de Sevilla.
“Conexión con la naturaleza”
“La Sierra Norte es generosa en vegetación, rica en fauna y espléndida en sensaciones. Si la visitamos en verano podremos sentir la frescura de las riberas, en otoño observar los amarillos, ocres y marrones de la vegetación, en invierno disfrutar de las mañanas soleadas y en primavera oír el canto de los pájaros y contemplar los brillantes verdes de los primeros brotes”, describe la junta rectora del parque.
La Sierra Morena sevillana es el pulmón de la provincia, alejada del bullicio y la contaminación de la capital. “Se busca la conexión con la naturaleza y la paz y la energía que transmite y unirse a lo primitivo, de lo que se carece en el día a día”, explica Pilar Márquez que se ha llevado muchos años organizando y liderando rutas guiadas por la zona.
El turismo rural se ha consolidado en los últimos años en la comarca y es una alternativa a las actividades económicas tradicionales -agricultura, ganadería, silvicultura y pesca-. Tanto la iniciativa privada como las administraciones locales están impulsando el desarrollo de alojamientos rurales, pero “hacen falta camas y opciones de calidad” como subraya Castaño, quien “no ve problema” entre las nuevas construcciones y la conservación del parque. “Tampoco tenemos la sensación de que los ayuntamientos quieran crecer más”, aclara y avisa de “la moda de tener una casa en la sierra para los fines de semana”: “Esto no es beneficioso para el parque porque es algo puntual que no rompe con la estacionalidad”.
El obstáculo para el director-conservador del parque natural está, sin embargo, en las conexiones ferroviarias. “Se necesita una estrategia para mejorar el transporte público y no depender del coche. Esto es clave para el desarrollo de la comarca”, refuerza Castaño.
Opciones para todos los gustos
La dirección del parque apuesta por un turismo rural responsable que luche contra la despoblación. Su reto es el de “generar recursos para que las empresas privadas los exploten” y en esa colaboración público-privada han encontrado a particulares que están impulsando muchos proyectos locales.
La oferta para disfrutar de la naturaleza en la Sierra Morena de Sevilla es variada e incluye senderismo, cicloturismo, ornitología, astroturismo, escalada y barranquismo. También se organizan rutas a caballo y es recomendable la berrea, el periodo de celo de los machos de ciervo rojo, en septiembre. “En mis rutas, la berrea era lo más demandado junto con las visitas históricas a las canteras romanas de mármol o la necrópolis de Almadén [de la Plata] para ahondar en el vínculo del ser humano con la naturaleza”, dice Márquez. Y añade: “Las floraciones de las peonías o las orquídeas también son atractivas porque muestran la belleza de lo efímero y apenas se tiene un par de días para verlas”.
Uno de los principales reclamos turísticos de la comarca es la Vía Verde que sigue por el antiguo ramal ferroviario que unía la línea Zafra-Sevilla. El recorrido, de casi 20 kilómetros, tiene una dificultad medio-baja por lo que puede disfrutarse con toda la familia y cuenta con dos grandes atractivos ecoturísticos: las cascadas del Huéznar y el Geoparque Cerro del Hierro, ambos declarados Monumentos Naturales de Andalucía.
Caminata y joyas geológicas
El sendero (si se realiza desde la estación de tren Cazalla-Constantina) va al principio junto a la ribera del Huéznar y deja ver sus huellas ferroviarias con distintas instalaciones. También se conserva un túnel, el único en todo el camino, a la entrada al municipio de San Nicolás del Puerto. No muy lejos de allí está una de las paradas obligatorias: las cascadas del Huéznar. Estos saltos de agua conforman un conjunto de toboganes y cortinas de roca que refrescan a los senderistas en épocas calurosas. Pero no es la única joya geológica de la vía verde.

El itinerario termina en el Cerro del Hierro, un paraje kárstico que se ha convertido en uno de los espacios más visitados del Parque Natural Sierra Morena de Sevilla. Las agujas del Cerro del Hierro son un ejemplo del capital geológico de un enclave que obtuvo la categoría de Geoparque en 2011. El espacio, que fue explotado por la minería desde la época romana y todavía conserva los restos del antiguo poblado minero, atrae a los amantes de la escalada y la espeleología.
Al rumor del agua
“Aguas turbias y amargosas / las manos que te han tenido / los labios que te han bebido en las tardes calurosas / cuántas frentes sudorosas en ti se habrán reflejado / la piedra que habrá estrellado camino de la llanura / y en tantas noches oscuras / las voces que no habrás dado”. Los versos del poeta cazallero Antonio Parrón Camacho muestran cómo el agua juega un papel fundamental en la Sierra Morena de Sevilla.
Huéznar, Víar y Retortillo son los tres principales ríos de la comarca. Sus riberas ofrecen la oportunidad de descubrir muchos senderos acuáticos entre bosques de galería y matorral que dan cobijo a pájaros insectívoros como el martín pescador y a reptiles como la culebra bastarda.

En su discurrir hacia el Guadalquivir, estos ríos salvan los distintos desniveles de pequeña altura que se convierten en saltos de agua y que, en ocasiones, forman tranquilas pozas en las que pegarse un chapuzón cuando la temperatura acompaña. Rutas como Hoyas de Riscos Blancos, Rivera de Ciudadeja, Cañón del Río Viar o el Cañón del Arroyo Gargantafría son algunas de las referencias para caminar junto a estos cursos de agua.
Ritmo rural
El Parque Natural de la Sierra Morena de Sevilla abarca un territorio de 177.484 hectáreas de las cuales muchas siguen sin explorar. “Destacan espacios como las cascadas del Huéznar o el Cerro del Hierro y pueblos como Cazalla de la Sierra, Constantina y El Pedroso y hay joyas que se desconocen”, sugiere Castaño. En la misma línea, Márquez, natural de Almadén de la Plata, apuesta por “salirse de lo normalizado y dejarse llevar por la curiosidad”. “Se desconoce en gran medida la envergadura y riqueza del parque”, dice.
Cazalla de la Sierra y Constantina son los pueblos con mayor número de habitantes y los que cuentan con más servicios. Esto facilita la recepción de turistas. Sin embargo, Márquez no cree que al resto de municipios “les haga falta nada más”. “Simplemente que haya cuatro bares no significa que se necesiten seis. Son los visitantes los que se tienen que adaptar a los pueblos, venir con la mente abierta y dejarse llevar por el ritmo del mundo rural”. Es el consejo de esta melojera para que las localidades “no pierdan su esencia porque si no, seremos todos iguales”.

Sabores locales
“La sierra de Sevilla en muchas ocasiones incluso se confunde con la sierra de Huelva”, apunta el gerente de Destilerías de Constantina, Jaime García, durante una conversación sobre los vinos de la comarca de la Sierra Morena de Sevilla. Al igual que ocurre con la diversidad de sus atractivos naturales y monumentales, hay muchas empresas agroalimentarias cuya actividad es desconocida para el consumidor.
Vinos, aceite, miel, anís y licores, quesos, ibéricos y chacinas, dulces… de la comarca son el resultado del trabajo de aprovechamiento de la dehesa y las materias primas locales. Muchas empresas familiares, algunas con varias generaciones a las espaldas, se afanan por revalorizar unos productos y ampliar su distribución en el mercado. Su compra, además de apoyar al comercio local, es uno de los mejores regalos para llevarse de vuelta a casa y ampliar la variedad de sabores de nuestra mesa.
La combinación de la naturaleza y los distintos bienes de interés cultural, junto con la gastronomía, son la mejor carta de presentación del Parque Natural de Sierra Morena de Sevilla. Es un enclave por conocer y para desconectar. “A los que vienen les insisto en que ”estamos aquí y ahora“ y la prontitud se debe dejar en casa”, concluye Márquez.
Sobre este blog
Este contenido está realizado por o para un anunciante y no interfiere en la información de eldiario.es/andalucia
0