Ahora ha sido en el Estrecho de Gibraltar. Han sido tres mujeres, una de ellas embarazada, las que han perdido la vida cuando, con otras 69 personas migrantes, pretendían alcanzar Cádiz desde las inmediaciones de Larache. Habían salido en la madrugada del lunes. La Marina marroquí rescató a los 69 supervivientes, pero no pudo rescatar los cadáveres de las tres mujeres fallecidas.
A esta tragedia llevan las políticas europeas y española de xenofobia. Políticas de contención y rechazo a la persona migrante por medios cruentos. Políticas de negación del derecho a emigrar e incumplimiento de la obligación de dar refugio a quien busca salvar la vida. Especial gravedad tienen estas políticas que matan cuando en el origen del proceso migratorio existen circunstancias que imponen una emigración forzada. La sombra negra de un neocolonialismo depredador, amparado por los Estados del Norte, planea sobre África y cuando sus víctimas llegan al Norte buscando vida y libertad, el Norte las rechaza con fronteras.
No es cuestión solo de solidaridad que, por cierto, la tienen criminalizada y ahí tenemos el caso de nuestro bombero Miguel Roldán, procesado por Salvini por salvar la vida de migrantes en naufragio. Es cuestión de justicia y con la justicia debe ir la reparación. Que los causantes de la emigración y su cómplices, además de no impedir las causas, nieguen a las víctimas vías legales y seguras por las que salvar la vida, incurren en una crueldad sin paliativos.
Ahí están, la fecha de las elecciones y el cuadro de los que pretenden gestionar las derechos de las personas, incluso de las personas migrantes. La muerte de estas personas no debe quedar en el vacío, entre otras motivaciones, debería inspirar el voto en conciencia.
La Asociación Pro Derechos Humanos, Delegación de Sevilla, expresa su dolor por la muerte de estas tres mujeres, se solidariza con sus familias y amigos, condena a las personas responsables de las muertes y exige justicia y reparación.
Jesús Roiz, Delegación de Sevilla de la Asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía
Ahora ha sido en el Estrecho de Gibraltar. Han sido tres mujeres, una de ellas embarazada, las que han perdido la vida cuando, con otras 69 personas migrantes, pretendían alcanzar Cádiz desde las inmediaciones de Larache. Habían salido en la madrugada del lunes. La Marina marroquí rescató a los 69 supervivientes, pero no pudo rescatar los cadáveres de las tres mujeres fallecidas.
A esta tragedia llevan las políticas europeas y española de xenofobia. Políticas de contención y rechazo a la persona migrante por medios cruentos. Políticas de negación del derecho a emigrar e incumplimiento de la obligación de dar refugio a quien busca salvar la vida. Especial gravedad tienen estas políticas que matan cuando en el origen del proceso migratorio existen circunstancias que imponen una emigración forzada. La sombra negra de un neocolonialismo depredador, amparado por los Estados del Norte, planea sobre África y cuando sus víctimas llegan al Norte buscando vida y libertad, el Norte las rechaza con fronteras.