Hace justo un año, en diciembre de 2022, la situación de los embalses andaluces era muy similar a la actual. Las reservas hídricas andaluzas a duras penas sobrepasaban el 20 % de su capacidad total. Sin embargo, una muy buena primera quincena de diciembre pudo salvar algo los muebles. En poco más de dos semanas, hasta las cabeceras de las cuencas entraron cerca de 1000 hectómetros cúbicos, subiendo el nivel de los embalses hasta rozar el 30 %. Desde entonces, comenzó un lento, pero progresivo descenso que ni siquiera ha conseguido revertirse con las lluvias de otoño.
Un anticiclón de récord sobre Europa
El problema estriba en que, a diferencia de hace un año, el que debía ser mes más húmedo del año va a acentuar aún más la agonía del campo andaluz. Si en diciembre de 2022 Andalucía quedaba bajo la influencia de un tren de borrascas, en el de 2023 va a hacerlo bajo un anticiclón con valores de récord. Desde la jornada del viernes 15 y hasta mediados de la próxima semana, la mayor parte de la Península Ibérica y el resto de la fachada atlántica europea, quedarán bajo el dominio de un potente anticiclón que dejará valores en superficie superiores a los 1040 hPa (hectopascales). Dichos registros de presión quedarán próximos al récord medido en enero de 2020 sobre el norte de Francia, donde las altas presiones llegaron a rozar los 1050 hPa.
Aunque en Andalucía no se alcanzarán valores de presión en superficie tan elevados, las consecuencias serán las mismas. Desde el comienzo del fin de semana la estabilidad anticiclónica será la predominante en toda la región. Con ella, la ausencia de lluvias acrecentará una semana más la situación de sequía que arrastra la región desde hace tres años, sin que se atisbe por el momento ningún cambio radical en la circulación atmosférica en las latitudes andaluzas.
Ambiente estable y marcado descenso de las temperaturas
Desde el viernes 15 y al menos hasta el próximo miércoles 20 de diciembre, el tiempo soleado continuará marcando el paso de los días en Andalucía. Las únicas novedades llegarán de mano del termómetro, que tras las elevadas temperaturas alcanzadas en el arranque de semana, experimentarán un brusco descenso hasta valores relativamente normales para la época del año.
El responsable de la caída de las temperaturas será la masa de aire frío llegada hasta la Península Ibérica tras las testimoniales lluvias de la madrugada del miércoles 13 de diciembre. De hecho, entre las jornadas del martes 12 al jueves 14, las temperaturas en algunos puntos de la región habrán acumulado un descenso de más de 10 grados. En superficie, la bajada térmica se traducirá en máximas que volverán a estar de manera generalizada por debajo de los 20 grados y mínimas que volverán a coquetear con la helada en buena parte del interior oriental andaluz.
Las temperaturas más bajas volverán a registrarse en áreas de Sierra Morena y en cotas medias del interior oriental. Aquí las máximas rondarán los 12 a 14 grados en las horas centrales del día desde el arranque del fin de semana, donde quedarán estabilizadas de cara a los próximos días. También será aquí donde se marquen las mínimas inferiores, con valores que volverán a rozar la helada desde el fin de semana. De hecho, los termómetros podrán caer hasta los -1 o -2 °C en la comarca de Guadix y Baza durante la madrugada del sábado y el domingo, sin descartar que puedan registrarse valores similares en otros puntos del interior de la provincia de Granada.
En el resto del territorio las máximas oscilarán entre los 15 a 17 grados que se alcanzarán en la mayor parte de la depresión del Guadalquivir y los 18 a 19 grados de los litorales atlántico y mediterráneo. Será además en la costa donde se sigan registrando las mínimas más elevadas, con valores que superarán los 10 grados a primeras horas de la mañana durante los próximos días. Por su parte, el valle del Guadalquivir registrará mínimas que rondarán los 2 a 4 grados en sus cursos medio y alto y los 4 a 6 grados en el curso bajo, aunque es probable que dichas temperaturas puedan ser sensiblemente inferiores a lo previsto por efecto de los procesos de inversión térmica nocturna.