La borrasca ‘Filomena’ ha pasado a la historia de la meteorología española por méritos propios. Desde las nevadas del 8 de marzo de 1971, el país no vivía un episodio tan excepcional, por lo generalizado y abundante del fenómeno. En Andalucía sus efectos en forma de nieve han sido menores, aunque en algún momento u otro a lo largo del episodio ha llegado a afectar a puntos aislados de las ocho provincias. De las capitales, sólo Granada llegó a quedar cubierta por un débil manto de nieve en la madrugada del 11 de enero.
Sin duda los mayores estragos llegaron de la mano de las intensas precipitaciones, que en amplios puntos de la Costa del Sol llegaron a dejar acumulados de más de 200 litros por metro cuadrado. Desde entonces el intenso frío se ha apoderado de todo el interior de la región gracias a los potentes procesos de enfriamiento nocturno. Incluso áreas costeras o cercanas a la costa han amanecido estos días con temperaturas de cero grados, dejando estampas de coches y superficies con escarcha en lugares donde no es muy frecuente. Ambiente gélido que se mantendrá hasta mediados de la próxima semana cuando una nueva borrasca atlántica podría terminar de barrer el frío peninsular.
Anticiclón invernal: ambiente estable y enfriamiento nocturno
Desde que el pasado domingo 11 de enero el centro de la borrasca ‘Filomena’ se adentrase y alejase sobre aguas mediterráneas, camino de las fronteras asiáticas, la dorsal anticiclónica de las Azores ha ido abrazando de golpe la península Ibérica, convirtiéndose en el amo y señor de la atmósfera peninsular. El tiempo estable y soleado ha tomado el testigo de la nubosidad, la lluvia y la nieve. Un cambio brusco que ha roto el buen ritmo de precipitaciones con que diese comienzo 2021, pero que ha querido mantener en las bajas temperaturas las huellas residuales del histórico temporal invernal vivido desde el día de Reyes.
Las altas presiones peninsulares van a mantenerse el menos hasta el próximo miércoles 20 de enero. Hasta entonces la estabilidad atmosférica seguirá propiciando el potente enfriamiento nocturno, y que efecto de un fenómeno meteorológico conocido como inversión térmica, permite que incluso en ausencia de una masa de aire especialmente fría en altura, se alcancen temperaturas gélidas en aquellas zonas bien expuestas por el mayor peso relativo del aire frío, que cae “a plomo” sobre la superficie con la caída del sol. Un fenómeno que es especialmente intenso en áreas de valles y mesetas, y que con frecuencia suele dejar registros inferiores a los previstos y que llegan a ser más bajos de los que se alcanzan en áreas de montaña.
Semana de contraste entre la costa y el interior
Hasta quince grados de diferencia llegará a marcar el termómetro entre las temperaturas mínimas que se alcancen en zonas de Sierra Morena en Córdoba o la Hoya de Baza en Granada, y las que registren localidades costeras como Málaga y Almería durante los próximos días. La total estabilidad atmosférica que vamos a tener, además de cielos despajados, va a permitir que las heladas nocturnas y matinales nos acompañen en el interior andaluz hasta mediados de la próxima semana.
El leve calentamiento de la masa de aire en altura, a duras penas se notará en las temperaturas mínimas que experimentarán tan solo un leve ascenso de entre uno y tres grados con el paso de las jornadas. Mientras que las capitales del interior van a seguir registrando heladas, con mínimas de entre -2 °C y 1 °C, las de la costa verán amanecer con temperaturas cercanas a los 10 °C. Las mínimas más bajas se seguirán registrando en cotas medias del norte y el este de la región, donde el termómetro podrá caer hasta los -4 °C durante el fin de semana.
Por su parte las máximas se mantendrán también muy estables, rondando los 10 grados en la mitad oriental andaluza, y aupándose hasta el entorno de los 15 grados en la occidental. Capitales como Córdoba, Huelva y Sevilla, verán ascender el termómetro hasta los 16 o 17 grados a lo largo del fin de semana. Unas temperaturas que serán muy similares a las que se registren a lo largo de todo el litoral atlántico y mediterráneo, donde el ambiente será relativamente agradable.
Nueva borrasca atlántica para barrer el frío matinal
Para encontrar nueva previsión de lluvias tendremos que esperar hasta la madrugada del martes 19 al miércoles 20 de enero. Para entonces la aproximación de una nueva borrasca atlántica hasta el noroeste peninsular podrá dejar de nuevo lluvias generalizadas en toda la Comunidad. Una borrasca en todo caso muy diferente a ‘Filomena’, y que vendría además acompañada de un ascenso brusco de las temperaturas mínimas gracias al marcado flujo de poniente con el que nos llegaría. Las lluvias serían especialmente generosas en el extremo occidental andaluz, extendiéndose en menor medida al resto de la mitad occidental, y alcanzando algo más debilitadas a la mitad oriental. Una borrasca de las que necesitamos, que junto a la lluvia “barrería” el intenso frío matinal que nos ha dejado ‘Filomena’.