Como un “infierno” podría definirse lo vivido durante los últimos días en Andalucía. Las altas temperaturas experimentadas en la mayor parte de la región, muchas de carácter extremo, se han visto apoyadas además por unas mínimas elevadísimas, que en algunos casos no han llegado a bajar de los 30 grados. Es el caso de la Costa del Sol, donde por el efecto del terral y de la humedad marítima, los termómetros han oscilado entre los 44 grados de máxima y los 30 de mínima. De hecho, la capital malagueña ha visto igualar su máxima absoluta con 44.2 °C, en uno de los mayores registros de todo el episodio en Andalucía, y que ha tenido en los 44.9 °C registrados en Andújar el pasado lunes 18 el techo cálido andaluz.
Una vaguada para refrescar la atmósfera andaluza
Por fortuna las temperaturas extremas van a abandonar, al menos temporalmente, el territorio andaluz. Y aunque durante los próximos días aún puedan darse valores de 40 grados o más, la tendencia general en la mayor parte del territorio es a una caída generalizada de las temperaturas. El paso de una vaguada por el norte peninsular va a imponer un marcado régimen de poniente en toda la Península, que limpiará parcialmente y arrastrará hacia el levante la potente masa de aire cálido que nos ha afectado. El descenso, en líneas generales, acumulará entre 5 a 10 grados menos en la mayor parte del territorio.
A excepción de la jornada electoral, cuando las temperaturas volverán a sufrir un moderado ascenso, las temperaturas rondarán los 35 a 38 grados de máxima en el interior a lo largo de los próximos días. De hecho, el descenso podrá ir a más a comienzos de la próxima semana, cuando el refuerzo del poniente sobre el sur de la Península podrá dejar los termómetros rondando los 30 a 34 grados en toda la región, e incluso máximas por debajo de los 30 grados en numerosas zonas de la vertiente atlántica andaluza.
Máximas por debajo de los 36 grados en el arranque del fin de semana
Antes, la caída de las temperaturas habrá tenido una primera fase durante la primera mitad del fin de semana. Hasta la tarde del viernes 21, las temperaturas en toda la región habrán acumulado un descenso de unos 8 grados respecto al pico del episodio de calor extremo. Las máximas caerán hasta el rango de los 34 a 36 grados en toda la depresión del Guadalquivir, y sólo podrán darse registros más elevados en algunos puntos del interior de la provincia de Almería. En el resto de la región las máximas oscilarán entre los 30 a 32 grados de Sierra Morena, el litoral atlántico y la Costal del Sol, y los 26 a 28 grados que podrán alcanzarse en el área del Estrecho y el resto del litoral mediterráneo.
También las mínimas experimentarán un notable descenso hasta la mañana del próximo sábado, con temperaturas que rondarán los 16 a 19 grados en todo el interior y los 20 a 22 grados del litoral. Además, la entrada de lleno del poniente permitirá limpiar los cielos andaluces del polvo en suspensión que acompañaba al aire cálido norte-africano.
Jornada electoral a 40 grados en el interior central y oriental
No obstante, la tendencia al descenso generalizado de las temperaturas tendrá un parón de cara a la segunda mitad del fin de semana. La jornada electoral vivirá un repunte de las temperaturas en la mayor parte de la región. A excepción del tercio occidental, las máximas experimentarán un ascenso de unos 3 a 4 grados. Los termómetros volverán a rondar los 40 grados en el curso medio y alto del Guadalquivir y en la vega del Genil, donde incluso podrían alcanzarse de manera local los 41 o 42 grados de máxima. De hecho, es muy probable que la Agencia Estatal de Meteorología active avisos por altas temperaturas, incluso de nivel naranja en el interior oriental durante el domingo electoral.
Desde el lunes 24, las temperaturas volverán a bajar de manera brusca, con máximas que volverán a caer por debajo de los cuarenta grados en toda la Comunidad, y que desde la tarde del martes no llegarían a alcanzar la cota de los 35 grados en casi ningún punto del territorio andaluz. Comenzará entonces una nueva fase que podrá llevar a cerrar el mes de julio con temperaturas mucho más contenidas que las vividas hasta ahora, e incluso con valores por debajo de lo habitual.