La calma y estabilidad con la que diciembre se ha estrenado llega a su fin. La mañana del viernes 4 de diciembre va a suponer un punto y aparte meteorológico. La llegada de un frente frío desde el norte peninsular barrerá toda la región a lo largo de la jornada, dejando a su paso una potente descarga de aire frío de origen polar que provocará una importante bajada de las temperaturas durante el fin de semana y las primeras nevadas de la temporada en cotas medias de la mitad oriental. Un aperitivo invernal para dar comienzo el puente de la Constitución y que tendrá continuidad con la llegada de nuevos frentes a lo largo de la próxima semana.
El ártico sobre Andalucía, las primeras nieves de la temporada
La borrasca que va a marcar el fin de semana ha sido bautizada por la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) con el nombre de Dora. AEMET hace esto cuando los fenómenos adversos asociados a borrascas pueden resultar especialmente severos y generalizados, en concreto por viento. Las características de la borrasca a vista de satélite impresionan. Centrada al sur de las Islas Británicas, abarca una extensión que conecta el norte de Islandia o la Península Escandinava con el sur peninsular. Algo que, unido a una disposición que se alarga hasta latitudes polares, permite encarrilar el aire gélido que ya se concentra en el ártico hasta el mismo norte africano. Lo que en el ámbito meteorológico recibe el oficioso nombre de ‘nortada’.
Este tipo de episodios acostumbran a venir precedidos de un sistema frontal frío que en su barrido peninsular sufren un fuerte debilitamiento hasta alcanzar áreas meridionales. Hasta Andalucía llega lluvia, pero lo hace ya de forma leve y con tendencia a disiparse. Será esto lo que ocurra durante la mañana del viernes 4 de diciembre, cuando un frente frío deje precipitaciones de forma generalizada a lo largo de toda la jornada desde el noroeste hasta el sureste de la región. Lluvias en cualquier caso débiles y que no alcanzarán el litoral mediterráneo, que quedaría al margen de los primeros coletazos del episodio.
La potente descarga de aire frío en capas medias y bajas de la atmósfera provocará un rápido descenso de la cota de nieve a lo largo de la jornada, bajando de los 1200 a los 600 o 700 metros ya en la madrugada del sábado. Se esperan así nevadas en cotas medias y altas de la mitad oriental de la región, destacando las sierras de Cazorla, Guadix y Baza, y Sierra Nevada y Alpujarras en las provincias de Jaén y Granada, donde la AEMET mantiene activados avisos por acumulación de nieve en 24 horas de entre 4 y 10 cm de espesor. Nieve que podrá visitar también áreas como la vega del Genil en Granada, los montes de Jaén y su capital y algunos puntos de las Subbéticas y Sierra Morena en Córdoba.
Desplome de las máximas, heladas matinales y viento de hasta 90 km/h
No obstante, el efecto más significativo y generalizado del episodio invernal vendrá de la mano de las temperaturas máximas que se registren durante la tarde del sábado 5 de diciembre. En dicha jornada pocos puntos de la geografía andaluza alcanzarán la barrera de los 15 grados. Sólo el litoral vivirá levemente al margen de los efectos de la borrasca, que dejará en toda Andalucía un descenso de unos 7 a 8 grados respecto a las temperaturas máximas que se registrasen a mediados de semana. Esto se traducirá en máximas que a duras penas superen los 10 grados en la mitad occidental, y que caerán hasta el entorno de los 5 a 8 grados en el interior de la mitad oriental durante el sábado.
Por su parte las temperaturas mínimas también experimentarán un importante descenso, especialmente significativo en la mitad oriental, donde las temperaturas podrán caer por debajo de los 0 grados en buena parte de las provincias de Jaén y Granada, destacando el altiplano de Baza con -4 °C. Ambiente gélido que se verá reforzado por el fuerte viento que soplará en toda la región y que podrá dejar rachas de componente este de hasta 90 km/h en los sistemas montañosos del extremo oriental.
Festival de frentes del noroeste
Aunque el frío y la lluvia vayan a remitir en las últimas horas del fin de semana, lo harán sólo de manera transitoria. La península Ibérica va a quedar inmersa en una dinámica de sucesión de borrascas del noroeste que irán llegando hasta el norte peninsular a lo largo de la próxima semana. Las altas presiones sobre el interior de Rusia van a ejercer de bloqueo, desviando el paso de las borrascas atlánticas hasta el Mediterráneo. De esta tendencia se beneficiará toda la Península en lo que promete ser un auténtico festival de frentes que durará al menos hasta mitad de mes.
La lluvia volverá así a últimas horas del lunes 7, con un nuevo frente frío del noroeste, que dejará precipitaciones generalizadas en la región, aunque sin que se esperen grandes acumulados. El viento dominante mantendrá las temperaturas frías al menos hasta finales de semana, cuando el cambio a componente oeste, de mayor carga de humedad, podría suavizar las temperaturas al tiempo que permitiría la llegada de frentes de mayor entidad, mucho más beneficiosos para el sur peninsular.