El resultado de las elecciones andaluzas ha contestado muchas preguntas esta noche de domingo y ha puesto sobre la mesa otras tantas incógnitas ante un panorama de acuerdos que se antoja sorprendente. Ha ganado el PSOE (33), pero no podrá gobernar. Por primera vez, el PP andaluz tiene posibilidades de ocupar la presidencia andaluza con 26 diputados si consigue sumar los apoyos de Ciudadanos (21) y los 12 de Vox, la gran sorpresa de la noche electoral. Sin embargo, y tras conocer el escrutinio y escuchar a los líderes de las diferentes formaciones, la suma no es tan obvia. Porque tres de los cuatro partidos han manifestado su intención de intentar formar Gobierno. Luego, ¿quién será presidente?
Las primeras señales de alerta han sido las de los datos de participación. El descenso respecto a 2015, y sobre todo en provincias, municipios y barrios que tradicionalmente han sido votantes de PSOE o de otras fuerzas de izquierda han dado una primera alarma a los partidos de que los resultados no iban a ser como las encuestas predecían.
El PSOE andaluz ha sido la fuerza política más votada en Andalucía con 28,17 % del voto, lo que se traduce en 33 diputados, una caída de 14 diputados frente a los resultados de los socialistas en 2015 (primera cita electoral con Susana Díaz como cabeza de lista) o del resultado de José Antonio Griñán en 2011, con 47, cuando aún no habían entrado en el escenario las nuevas formaciones políticas. Pero no gobernará si los partidos a su derecha logran ponerse de acuerdo. La suma a su izquierda con Adelante Andalucía tampoco supera la mayoría absoluta. Sería la primera vez en 36 años que no gobierne el Partido Socialista en la comunidad autónoma. El “cambio” que varios partidos llevaban en sus eslóganes se ha producido. Aunque Díaz guarda una bala en la recámara: la de poner de acuerdo a las “fuerzas democráticas” para frenar a la extrema derecha, una carambola sin ella como presidenta que se acerca más al sudoku que al acuerdo.
Como segunda fuerza ha quedado el PP, con un 20,73 de porcentaje de voto y 26 diputados, el peor resultado de su historia (obtuvo en 33 escaños en 2015 y los 50 de Javier Arena en 2012) . Paradójicamente este resultado le abre una posibilidad de ocupar el Palacio de San Telmo. “El mandato de los andaluces ha sido nítido. El cambio ha ganado las elecciones en Andalucía”, ha dicho Juanma Moreno tras conocer el 100% del escrutinio. “Esta noche han acabado 40 años de hegemonía socialista”.
Su felicidad contrasta con la realidad de una negociación que no tiene un camino nítido porque tendrá que ponerse de acuerdo con dos fuerzas políticas y una de ellas, Ciudadanos, con menos de 100.000 votos de diferencia, podría poner sobre la mesa de negociación, según fuentes del partido naranja, la propia presidencia. Porque Ciudadanos se ha colocado como tercera fuerza en el Parlamento andaluz pasando de sus 9 escaños de la última legislatura a 21 diputados y un 18,16% del voto. De hecho, el propio Rivera ha dicho que “lideraremos un Gobierno de cambio”.
Adelante Andalucía (la coalición de Podemos, IU y otras fuerzas andalucistas) no han logrado rentabilizar el voto como esperaban en la “suma que multiplica” y han metido en la cámara andaluza 17 parlamentarios, menos que la suma de los 15 escaños de Podemos y los 5 de Izquierda Unida. Para Teresa Rodríguez lo importante ahora va a ser “lo que le va a pasar a Andalucía a partir de mañana”. “En cada barrio, en cada ciudad Adelante Andalucía pasa a hacerle frente a la extrema derecha en Andalucía, a partir de mañana”. “Ante cada palabra de racismo, transfobia, homofobia, nos van a tener delante” afirma Rodríguez tras conocer los resultados.
Y la sorpresa, Vox. El partido de ultraderecha ha irrumpido en el Parlamento andaluz con nada menos que 12 diputados, 3 más que los que metió Ciudadanos en 2015, y que lo hicieron decisivo toda la legislatura. Su nutrido grupo parlamentario lo coloca en una buena posición negociadora para facilitar o negar investiduras y gobiernos. Porque sin ellos, ni PP ni Cs tienen posibilidades de acceder al Gobierno de la Junta. Se arrogan el mérito del cambio y ya han anunciado, como hizo la noche del domingo el juez Serrano, candidato a la presidencia, que “la reconquista empieza en Andalucía”.
Lo que está claro es que sólo puede haber una persona como presidente o presidenta del Gobierno de la Junta, que las consecuencias nacionales de los acuerdos estarán bien presentes en las negociaciones, y que estas negociaciones se empezarán a diseñar desde este mismo lunes.