Rozando los 600.000 votos y con 15 escaños, Podemos ha irrumpido con la fuerza que se esperaba en el mapa político de Andalucía, pese a que en los sondeos de pie de urna les habían hecho prometérselas incluso más felices (con más de 20 diputados), por lo que ha sido una noche de satisfacción contenida. También, porque como ha manifestado su cabeza de cartel, Teresa Rodríguez, esto no va a servirles “para evitar que mañana haya 45 desahucios en Andalucía”, un ejemplo que ha usado de manera recurrente en su comparecencia en el Teatro Salvador Távora -donde se había montado el dispositivo para seguir los resultados- cuando ya se había escrutado el 95% de los votos. En este sentido, había cierto desasosiego porque los resultados no los convierten en lo vitales que habrían querido ser.
Pese a ello, Teresa Rodríguez no puede estar sino feliz, después no sólo de haber conseguido triplicar los votos que Podemos obtuvo en Andalucía en las elecciones europeas, sino que incluso en Cádiz, su ciudad pese a que es nacida en Rota, ha sido la fuerza más votada. Con sus resultados el 22M, Podemos irrumpe como tercera fuerza en el Parlamento de Andalucía y siente que, como “protagonistas del cambio”, pueden dar desde el sur un impulso a las pretensiones de ganar en España, mandando un mensaje que no podrá pasar desapercibido para el bipartidismo, pese a su resistencia. Por ello, en la noche electoral, sobre la alfombra morada desplegada en el teatro, reinaba en Podemos la sensación de que se había conseguido un objetivo que hace unos meses era impensable, porque ni siquiera tenían candidato cuando se convocaron las elecciones autonómicas el pasado mes de enero.
“Nunca más va a haber pactos secretos en el Parlamento de Andalucía. Donde tenga los ojos Podemos, los tendrá la ciudadanía, y eso es una garantía”, ha prometido, en referencia a los acuerdos cerrados por las fuerzas mayoritarias en la presente legislatura para prolongar el aforamiento de diputados, blindar la composición de la Cámara de Cuentas o subirse los sueldos. En este sentido, ha garantizado que ningún diputado de Podemos cobrará “sueldazos, sino como la gente corriente”, lo que llevarán a cabo “desde el primer día” y ha asegurado que “la bancada de Podemos será la de la gente” y“ desarrollará un trabajo parlamentario brillante”.
“Soplan vientos de cambio, ¡ya se puede”
En términos parecidos se había expresado minutos antes el secretario de Organización de Podemos, Sergio Pascual, quien ha avisado de que los votos escaños conseguidos por la formación le permitirán “que el Parlamento de Andalucía debata una ley de emergencia ciudadana” u otra para “evitar el corte de suministros básicos a quienes no puedan pagarlos”, e incluso la tendente a frenar desahucios, que forman parte del paquete irrenunciable de la organización. Tras mostrarse convencido de que es sólo un aperitivo de lo que vendrá con las elecciones generales, ha insistido en que “el cambio hoy no es cuantitativo, sino también cualitativo”. Para concluir lanzando un mensaje al bipartidismo y a “los partidos viejos”: “Soplan vientos de cambio, ¡ya se puede!”.
No se cabía en la sala que ha albergado la noche electoral de Podemos, por lo que una vez que la líder ha hablado dentro, ha repetido el discurso para los que esperaban fuera y con los que ha cantado el himno de Andalucía, lo que había convertido ya en un recurso habitual en todos sus mítines. Con el “sí se puede” de fondo, se ha perdido luego entre las felicitaciones y muestras de cariño de los numerosos simpatizantes que habían querido seguir en directo los resultados.