La economía andaluza se asoma al precipicio en 2021: recuperación del empleo destruido o récord de paro

Consuelo Durán

6 de enero de 2021 19:30 h

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¿El año con más ocupados que desde la crisis de 2008 o el año con más parados desde el peor momento de la misma? Es como será 2021, según quién haga los pronósticos: la Junta de Andalucía o los paneles de expertos y sindicatos. Dos caras de la misma moneda que pueden resumirse en que en 2021 es probable que comience a recuperarse el empleo perdido por el golpe de la pandemia a la economía, pero no lo suficiente como para situarnos en el punto con el que parecíamos empezar un feliz 2020.

El número de desempleados registrados en las oficinas de los servicios públicos de empleo (antiguo INEM) en Andalucía ha subido en 191.503 personas durante todo el pasado año 2020, un 24,62% más respecto a 2019, tras incrementarse en 2.933 en diciembre en cifras absolutas, un 0,3% más respecto al mes anterior. Así, la cifra total de parados al finalizar 2020 se acerca al millón en Andalucía hasta situarse en 969.437 desempleados, según los datos difundidos este martes por el Ministerio de Trabajo y Economía Social. El año pasado se cerró con 823.900 parados en Andalucía, 145.537 menos que ahora.

La Junta de Andalucía calcula que en 2021 recuperaremos el empleo a los niveles de hace una docena de años, es decir, justo cuando comenzaba a notarse la crisis de 2008 que supuso un primer mazazo para el mercado laboral desde la cifra récord de 2007, con más de 3,2 millones de ocupados en Andalucía, según la Encuesta de Población Activa (EPA). Sus cálculos están en la memoria que acompaña el documento del presupuesto de 2021: coge la EPA de 2019, con 3.119.737 ocupados, reducidos a 3.002.436 en 2020 -que ha quebrado siete años de crecimiento- y para 2021 espera que sean 3.166.337, o sea, el mejor dato desde 2008. De este modo, según el Gobierno de Andalucía, el mercado laboral en 2021 vendrá marcado “por un leve incremento” de la población ocupada -unos 165.000 empleos nuevos- tras el descenso de 2020, estimado en el 5,5%. Para sus previsiones, dice que usa seis fuentes: Analistas Económicos de Andalucía, Centro de Predicción Económica (Ceprede), BBVA, Hispalink, Observatorio Económico de Andalucía y Universidad Loyola Andalucía. 

Pero este optimismo choca con los cálculos de esos paneles de expertos, que sitúan la tasa de paro para el nuevo año en torno a una de cada cuatro personas en edad de trabajar, en el mejor de los casos, o rozando el 30%, en el peor,. Es decir, en los niveles de los peores años de la crisis de 2008, entre 2012 y 2013. No es que estos no vislumbren cierta recuperación en 2021, pero creen que se va a quedar a la mitad de todo lo perdido en 2020. Todos cifran la tasa de desempleo en torno a un 25% de la población activa. O sea, volvemos a los niveles de los peores años de la crisis de 2008: entre 2012 y 2013, según la EPA.

Veamos para empezar la proyección de Analistas Económicos de Andalucía. Estima que en 2020 el PIB regional podría haber descendido entre un 11,7% y un 13,9%, en tanto que para 2021 se registraría un crecimiento del 6,7%, que podría ser del 5,4% en un escenario menos favorable, por tanto, recuperación a medias de lo perdido. “La incertidumbre continúa siendo extremadamente elevada y las perspectivas económicas se encuentran muy condicionadas por la evolución de la pandemia y las medidas de contención que se adopten, mostrando algunos indicadores más recientes un cierto freno en su ritmo de recuperación desde los mínimos de abril, tras la aparición de rebrotes”, apuntan. Calculan que en 2021, el empleo crecería algo más de un 3% y la tasa de paro podría quedar situada entre el 25,2% y el 26,5% de la población activa.

Recuerdan que según las especificaciones de Eurostat para el caso de los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo), los acogidos a los mismos se clasifican como ocupados cuando existe una garantía de reincorporación al puesto de trabajo, una vez finalizado el periodo de suspensión. “Muchos trabajadores que han perdido su empleo se han clasificado como inactivos, por la imposibilidad de cumplir los requisitos para ser considerado parados (búsqueda de empleo y disponibilidad para trabajar), como consecuencia del cese de actividades y el confinamiento de la población”, matizan. Esto en cierta medida maquilla el drama y en 2021 quedará en evidencia. Es cierto también que de los más de 450.000 andaluces que se acogieron a ERTE durante el primer envite de la pandemia, la mayoría ha vuelto a su empleo, pero quedan más de 90.000 todavía.

Cojamos otro panel de expertos, igualmente usado por la Junta de Andalucía: el de BBVA. Sostienen que el PIB regional podría haberse contraído un 11,8% en 2020 y aumentar un 6,1% en 2021, pronóstico muy parecido al de Analistas Económicos de Andalucía. Ello podría suponer la destrucción de 90.000 puestos de trabajo en el bienio, y un incremento de la tasa de paro de 3,4 puntos porcentuales hasta alcanzar el 24,6% el nuevo año. De este modo, en 2020 se ha roto “la tendencia de crecimiento mostrada hasta 2019”, recuerdan.

Vamos a por un tercero: el informe de la Universidad Loyola de Andalucía. En este caso son incluso más pesimistas. Prevén una importante caída del número de ocupados de aproximadamente un 3,6% para 2020 y de un 1,3% para el año 2021, tras el agotamiento de los ERTE a lo largo del año, y el ajuste que las empresas hagan en sus plantillas. En lo que respecta a la tasa de desempleo, se espera que alcance un máximo del 25% de la población activa para 2021. En este contexto “no sería hasta 2022, una vez superada la pandemia, cuando la región regresara a la normalidad económica y a la creación de empleo”, aseveran.

Pesimismo entre los sindicatos

También desde los sindicatos ponen dosis más crudas de la realidad. “La Junta de Andalucía parece no querer entender que los problemas estructurales de desempleo de nuestro mercado laboral no se solucionan con los parches de los incentivos a la contratación, que se ven incrementados un 38% en los presupuestos autonómicos de 2021, mientras que, por el contrario, los programas de formación para el empleo, al auténtico instrumento de lucha contra el desempleo, ve aminorada su partida en un 4%, para situarse en menos de 195 millones de euros”, ha defendido Raúl García Romo, secretario de Política Institucional de UGT-A.

En la misma línea, critica que ese dinero se destine de programas del Plan de Apoyo a Pymes y Autónomos, suscrito con la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), Asociación de Autónomos de Andalucía (ATA) y las Cámaras de Comercio de Andalucía, dejando de lado a los sindicatos, sin respetar “la lealtad en el marco del diálogo social”. Recuerda que en esas convocatorias “no se hace la más mínima referencia al mantenimiento del empleo”, “no contiene unos criterios claros de adjudicación”, y tampoco “una asignación proporcional a las necesidades de cada empresa o negocio”.

Desde CCOO-A, el secretario de Empleo y Nuevas realidades, Sergio Santos, es tajante: “Estamos en una situación muy preocupante, agravada por la pandemia, y además, las contrataciones que se hacen son precaria y se abusa de la temporalidad”. El sindicato observa con temor el peligroso umbral del millón de parados que había logrado dejar atrás la comunidad autónoma con más paro del país y exige a la Junta de Andalucía que tome medidas como un verdadero plan de choque negociado con los agentes sociales.

“El año de referencia es 2019 porque 2020 va a ser un año raro. Es más de recursos públicos, y las empresas han sido más conservadoras. Hablo de las grandes, de las que van a seguir más beneficiadas de los fondos europeos, y tiene que repercutirlo en los trabajadores y en las pymes”, sentencia Nuria López, secretaria general de CCOO-A.