Andalucía Opinión y blogs

Sobre este blog

La portada de mañana
Acceder
Sánchez rearma la mayoría de Gobierno el día que Feijóo pide una moción de censura
Miguel esprinta para reabrir su inmobiliaria en Catarroja, Nacho cierra su panadería
Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

A 85 años del asesinato del Padre de la Matria Andaluza

0

Un año más iremos al kilómetro 4 de la Carretera de Carmona en Sevilla a llevarle flores a Blas Infante y recordar que lo asesinaron por ser un hombre bueno que defendió los valores de humanismo, solidaridad, justicia social y universalismo para que Andalucía tuviera un futuro sin señoritos a caballo y sin duquesas bajo palio.

Los valores humanistas por los que asesinaron a Blas Infante están presentes en la sociedad andaluza y esa es la mayor derrota de los fascistas que lo asesinaron por defender un futuro próspero y libre para Andalucía. Las ideas del notario de Casares siguen siendo vanguardia 85 años después de que lo asesinaran por la espalda en la madrugada del tránsito del 10 al 11 de agosto de 1936.

El futuro de igualdad, progreso y prosperidad con el que soñó Blas Infante para Andalucía, sin que por ello otros territorios tuvieran que ser menos, sigue siendo una causa justa y necesaria casi un siglo después. La identidad de Andalucía, hoy como ayer, es la lucha por la igualdad.

85 años después, Blas Infante sigue tirado en una fosa común del Cementerio de Sevilla mientras que Queipo de Llano, su asesino y el de 50.000 andaluces más, está enterrado con honores en la Basílica de la Macarena. El presidente andaluz, Moreno Bonilla, bien podría soltar amarras con Vox, partido ultraderechista que en lugar de condenar el asesinato de Blas Infante reivindica como herencia ideológica la figura de Queipo de Llano.

Lo mínimo que podría hacer Moreno Bonilla, presidente de la Junta de Andalucía gracias a la existencia del autogobierno andaluz que Blas Infante soñó y pensó para nuestra tierra, es cumplir con la Ley de Memoria Democrática y sacar al asesino del Padre de la Patria Andaluza de la Basílica de la Macarena.

Los creyentes que rezan a la Macarena lo tienen que poder hacer en un templo sagrado y no en uno manchado por los crímenes del franquismo.

Los creyentes que rezan a la Macarena lo tienen que poder hacer en un templo sagrado y no en uno manchado por los crímenes del franquismo. Los cientos de andaluces y andaluzas que entran cada año en la Basílica de la Macarena a rezar a su Virgen tienen derecho a hacerlo sin la presencia de un genocida que le segó la vida al padre de la matria andaluza.

No es compatible apoyarse para gobernar en un partido como Vox, que votó en contra de la anulación de la sentencia de Blas Infante en el Congreso y que quiere acabar con la autonomía andaluza, a la vez que Moreno Bonilla rinde tributo hipócrita al andaluz que fue asesinado por defender para Andalucía un Estatuto de Autonomía con escuelas, hospitales y protección social.

Blas Infante soñó para Andalucía una matria que cuidara, no una patria con fronteras y ejército. Por eso lo odia la ultraderecha. Reivindicar a Blas Infante es lo mismo que reivindicar la sanidad y educación públicas, servicios sociales, protección social, un nuevo modelo productivo y todos los valores vinculados a una comunidad de cuidados. A 85 años de su asesinato, Blas Infante estás más de actualidad que nunca.

Un año más iremos al kilómetro 4 de la Carretera de Carmona en Sevilla a llevarle flores a Blas Infante y recordar que lo asesinaron por ser un hombre bueno que defendió los valores de humanismo, solidaridad, justicia social y universalismo para que Andalucía tuviera un futuro sin señoritos a caballo y sin duquesas bajo palio.

Los valores humanistas por los que asesinaron a Blas Infante están presentes en la sociedad andaluza y esa es la mayor derrota de los fascistas que lo asesinaron por defender un futuro próspero y libre para Andalucía. Las ideas del notario de Casares siguen siendo vanguardia 85 años después de que lo asesinaran por la espalda en la madrugada del tránsito del 10 al 11 de agosto de 1936.