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Ganar Andalucía con Podemos

Isabel Franco

¿Por qué entraste en política, Isa? Porque conozco la precariedad muy de cerca. La he combatido en la lucha sindical y en los movimientos sociales, pero también la he vivido.

No en vano, la política a veces parece fría, desconectada de la gente. En 40 años de democracia hemos escuchado muchas promesas y hemos visto pocas soluciones. Y por desgracia, Andalucía, mi tierra, ha sido y sigue siendo víctima de discursos y engaños. De promesas electorales, de clientelismo y de corrupción.

Pero Andalucía también sabe mucho de desmantelamiento de la industria, de empleos precarios en la hostelería, de solicitudes de dependencia aprobadas cuya ayuda nunca llega, de desempleo estructural y de pobreza. La segunda Comunidad Autónoma con más paro de todo el país, sólo por detrás de Canarias.

Amo a mi tierra y me duelen sus dolores, por eso me invade la rabia y la impotencia cuando leo noticias como la de que la nueva Renta Mínima de Inserción que Susana Díaz anunció a bombo y platillo tras perder las primarias frente a Pedro Sánchez, lleva sin funcionar 7 meses.

7 meses, así escrito no parecen nada. Las cifras son frías. Números, no almas. Los nombres, sin embargo suponen personas. Los números son abstractos. Los nombres son rostros, sonrisas, dolor, son familias, son trayectorias y vidas.

41.000 podría ser cualquier número, pero son las personas que están esperando desde enero a que llegue la Renta Mínima que el gobierno del PSOE de Susana Díaz prometió, pero que nunca llegó.

Son 41.000 nombres con una durísima situación. Andaluzas y andaluces en desempleo. Son familias enteras que necesitan de la ayuda de las abuelas y abuelos pensionistas porque en sus casas no entra ni un sólo euro. Es tragedia de vida para las personas adultas, corte en seco de proyectos de vida para las y los jóvenes y freno en el crecimiento para las niñas y niños.

Me invade la rabia cuando veo cómo Susana Díaz desvirtúa la política y hace un mal uso del populismo para hacer medidas electoralistas jugando con la esperanza de mi pueblo.

La política sólo sirve si es para mejorar la vida de la gente. Por eso fue un halo de esperanza el nacimiento de Podemos en Andalucía. Porque proponía soluciones a las necesidades de la gente y porque agitaba las formas de hacer política. Lo hemos dicho muchas veces: si los gobiernos hubiesen escuchado a la gente, la crisis no sería tan larga. Esto lo aprendimos del 15-M: el único antídoto para no cometer errores catastrófico es dar voz al pueblo y que sea él mismo el que decida.

Por eso muchas personas llegamos a Podemos. Por eso nos emocionó. Por eso en Podemos las decisiones importantes la toman los inscritos y las inscritas. Y por eso nos han saltado todas las alarmas cuando hemos visto que una parte de la dirección de Podemos Andalucía, que responde también a la organización Izquierda Anticapitalista, han registrado un partido diferente a Podemos para las Andaluzas, Marea Andaluza, y han creado una marca electoral, Adelante Andalucía, para las elecciones al Parlamento. Porque esta decisión es contraria a la de los inscritos y las inscritas andaluzas, que en la consulta realizada en marzo, dijeron, con un  92,2% de apoyos, que Podemos debía ir a las elecciones andaluzas y autonómicas en forma de coalición y en cuyo nombre debería aparecer Podemos de manera protagonista.

La dirección de Podemos tiene la obligación y también la responsabilidad de respetar lo que deciden sus bases. De lo contrario, desaprenderemos una de las lecciones más valiosas que dimos a los gobernantes cuando ocupamos las plazas de toda nuestra tierra. No más política sin la gente. No más partidos en los que sólo cuenten los dirigentes. La democracia debe empezar por el Demos.

La política sólo sirve si es para mejorar la vida de la gente. Otra de las lecciones que la movilización está dando, viene esta vez de la mano del feminismo, de las mujeres. Esta lección es que la vida debe colocarse en el centro. En el centro de nuestro día a día, pero también en el centro de la política. Y no hay forma de poner la vida en el centro si no es cuidándola. Esta lección es el origen y la base de todo.

Cuidarnos también significa dialogar, escuchar, empatizar, comprender y defender la dignidad. La política está asociada a las luchas de poder, a llevar la razón pese a todo. Y de esto también sabe mucho Andalucía. La lógica de baronías y el conflicto permanente ha sido la firma del PSOE de Susana Díaz. Y eso le ha hecho pensar más en estrategias para ganar, que en cuidar a su pueblo. Por eso la Renta Mínima de Inserción no funciona desde enero. Por eso hay 41.000 familias pasando necesidades desde Enero. Y por eso es necesario acabar con esta lógica.

Andalucía cuida. Andalucía es matria. Andalucía necesita salir del bucle de la precariedad, la pobreza y la desigualdad.

Por eso necesitamos que Podemos Andalucía sea fuerte, porque es esperanza de cambio. Por eso me metí en política. Por eso me presento, junto a un equipo de gente que rebosa fuerza e ilusión a estas primarias.

Porque podemos mejorar la vida de nuestra tierra.

Defender Andalucía. Defender Podemos.

Isabel Franco, diputada de Podemos

¿Por qué entraste en política, Isa? Porque conozco la precariedad muy de cerca. La he combatido en la lucha sindical y en los movimientos sociales, pero también la he vivido.

No en vano, la política a veces parece fría, desconectada de la gente. En 40 años de democracia hemos escuchado muchas promesas y hemos visto pocas soluciones. Y por desgracia, Andalucía, mi tierra, ha sido y sigue siendo víctima de discursos y engaños. De promesas electorales, de clientelismo y de corrupción.