En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.
Inmigrantes: la fabricación del odio
En un artículo de hace unos días presentamos los resultados del Barómetro del CIS del mes de septiembre referidos a la consideración de la inmigración y tratábamos de explicarnos el asombroso salto en el señalamiento de su relevancia como problema respecto a los meses anteriores. Pero no pudimos dar claves explicativas de ese cambio, sino que nos limitamos a señalar consideraciones y argumentos por los que entendíamos que esas apreciaciones eran un disparate, y que entendíamos que la inmigración debía ser tratada de mejor modo, tanto por la importancia que las personas inmigrantes tienen para la economía y la demografía española, como por el respeto a los principios éticos que fundan nuestra convivencia y que aconsejan tratar dignamente a inmigrantes y refugiados.
Los datos de los Barómetros del CIS venían señalando que la preocupación por la inmigración era considerada entre Octubre de 2023 y Mayo de 2024 como muy relevante “solo” por el 10,9% de los encuestados. Pero entre junio y septiembre, esa relevancia se ha más que duplicado, hasta llegar a ser señalada como problema relevante por el 25,1% de los encuestados.
Hemos debatido en la asociación Nuevo Diagnóstico de Andalucía esas consideraciones, y hoy agregamos aquí otras, orientadas directamente a las posibles causas de ese cambio.
Viralización de los mensajes de odio al inmigrante
Durante el último año no ha habido especiales circunstancias económicas ni crisis migratorias remarcables que expliquen ese cambio de percepción. Pero en el artículo anterior habíamos pasado por alto unos hechos que, tanto el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones a través del Observatorio Español del Racismo y la Xenofobia (OBERAXE), como diversas plataformas que analizan el comportamiento de las redes sociales como la que posee la Liga de Fútbol (MOOD), y otras, sí habían detectado: un aumento en la virulencia de los mensajes xenófobos en las redes, amparados en falsedades que los mismos mensajes se encargaban de propalar, al calor de los asesinatos de varias niñas en el Reino Unido, y de un niño en Mocejón (Toledo).
Los sistemas de seguimiento de los contenidos de las redes, hasta donde sabemos, no permiten reconocer ni el número de mensajes ni el número de sus visualizaciones, por lo que las plataformas existentes en España limitan sus análisis a ámbitos muy circunscritos: así, OBERAXE da cuenta periódicamente de los contenidos de los mensajes que son capaces de observar mediante métodos manuales, referidos a cortos períodos de observación y en las redes accesibles (X, Facebook, TikTok, Instagram o YouTube); MOOD analiza las expresiones de xenofobia en cientos de miles de conversaciones vinculadas a los eventos deportivos de cada jornada; y otros se ciñen a advertir de informaciones falsas…
El sistema de monitoreo on line de los contenidos de odio que OBERAXE tiene desde mediados de 2020 ha identificado desde esa fecha hasta septiembre de 2024, 12.454 mensajes de contenidos de odio hacia los inmigrantes
A pesar de los limitados medios de esos instrumentos de seguimiento, el sistema de monitoreo on line de los contenidos de odio que OBERAXE tiene desde mediados de 2020, ha identificado desde esa fecha hasta septiembre de 2024, 12.454 mensajes de contenidos de odio hacia los inmigrantes, que ha comunicado a los gestores de las redes para su retirada; y la herramienta MOOD, de la Liga de Fútbol, que examina centenares de miles de mensajes en cada jornada deportiva, y los califica en una escala de 0 a 10 según rangos MOOD de violencia en sus expresiones sobre los inmigrantes, registró en la temporada 23/24 una valoración media de su índice MOOD de 6,6 y, en las once jornadas de la temporada 24/25 su score es de 6,7.
De esos meritorios esfuerzos y de las consideraciones de las otras fuentes, cabe inferir la existencia de un tráfico regular de contenidos xenófobos en las redes, bastante intenso en algunos momentos; la creciente presencia de contenidos violentos en esos flujos: llamadas a la venganza, a la sangre, a las expulsiones…; una remontada de esos tráficos y de esos contenidos con motivo de las falsas interpretaciones de sucesos circuladas desde el mes de mayo hasta septiembre; la frecuente presencia en esos tráficos de mensajes “anónimos”, que países como el Reino Unido no tiene reparos en asociar a la actividad de “difusión de caos” llevada a cabo por agentes de terceros países en la soterrada guerra informacional extendida por el mundo; y la presencia también de violentos mensajes de autoría explícita de la ultraderecha española (más o menos calcados de los circulados en otros países), que no solo mienten sobre los hechos que exponen, sino que jamás se retractan por su difusión...
La construcción de una “realidad percibida”
Este singular e intenso flujo de mensajes muestra un especial relieve en los momentos de “episodios prototípicos” de hechos violentos atribuidos falsa y arteramente a los inmigrantes, algunos de los cuales afloraron precisamente en el tiempo de la drástica modificación de la opinión.
Por ello creemos que cabe inferir con cierta legitimidad que tales flujos de mensajes son la causa de ese cambio de opinión. Estamos ante un caso que ha tenido muchos y muy antiguos antecedentes, pero que desgraciadamente y con la generalización de las redes, cada vez se repite más, en el que éstas sirven para construir –a través de historias sin fundamento alguno- una “realidad” de odio y de miedo. Insistimos en la expresión “una realidad” porque entendemos que esas percepciones, por infundadas que sean, construyen un marco relacional efectivo, con gran potencia en cuanto a sus posibles manifestaciones. O, si se quiere ser más diplomático, para construir una “realidad intersubjetiva” que, en el caso aquí considerado, es enemiga de los inmigrantes.
Una “realidad intersubjetiva” que se construye a raíz de que las empresas propietarias de las redes fundan sus ingresos (y sus espectaculares beneficios) en la dimensión del caudal de visualizaciones de los mensajes que soportan, y de que este caudal crece en tanto que aumenta la virulencia de sus contenidos, por falsos que sean.
Regulación; responsabilidades personales
El combate de estas trombas de mentiras requiere la adopción de múltiples medidas a muchos niveles. Medidas normativas a intervenir en diversas materias (modelo de negocio de las empresas de las redes, condiciones de acceso, limitaciones a los boots…) que están en fases iniciales en la mayoría de los Estados. Los Estados e instituciones ven estos procesos pero no aprecian del todo la importancia que tienen para la convivencia de sus ciudadanos o no hacen nada por la presión de los lobbies de las empresas tecnológicas que los soportan.
Hacer frente a esos mensajes es también una responsabilidad individual: es imprescindible enfrentar el alarmismo generado, infundado y xenófobo, con la realidad de los datos; y el odio con la esperanza
Hacer frente a esos mensajes es también una responsabilidad individual: es imprescindible enfrentar el alarmismo generado, infundado y xenófobo, con la realidad de los datos; y el odio con la esperanza, sin cruzarse de brazos ni resignarse ante la enormidad del desafío.
Como personas y como sociedad, con respuestas contundentes en las mismas plataformas por la que circula la basura, y con respuestas destinadas a despertar a muchos de nuestros vecinos de sus ensueños y de las perezas que les impiden un mínimo ejercicio crítico sobre cuánto le entran por sus teléfonos y ordenadores, y a educar a los jóvenes y niños en la naturaleza de las redes, que bajo sus aspectos positivos, ocultan intereses económicos muy importantes que, más o menos pronto, se vuelven contra nosotros mismos (véase el empleo de la IA para seleccionar a los trabajadores, para determinar el tratamiento bancario que se recibe, o el tratamiento médico…; respuestas de la IA a partir de la información que, de manera gratuita y graciosa le estamos ofreciendo a quienes con ella pueden ganar mucho dinero y perjudicarnos a la mayoría).
Desde nuestra perspectiva, urge también una intervención pública decidida que, con los elementos tecnológicos oportunos, permita conocer mejor la magnitud y rasgos de cuanto en las redes alienta al odio, al racismo y a la violencia, y las dimensiones de su difusión, sobre lo que hay muy poco conocimiento, tanto a nivel europeo como español y andaluz.
La IA, un electrón libre en la generación de mensajes de odio
Y, para terminar, deseamos señalar que en este complejo mundo de la formación de opinión (y de las conductas), comienza a entrar un nuevo agente que, en muy poco tiempo, va a ganar un protagonismo dominante: la IA, en cualquiera de sus acepciones. Un agente susceptible ya de generar por sí misma cuantos contenidos considere adecuados para extremar los flujos de comunicaciones en Internet sin que le sean requeridos ni dictados por nadie.
Sirva este artículo como una llamada a la reflexión sobre estos inquietantes procesos y una llamada también a la urgencia del diseño de unas medidas en esta materia que han de instrumentarse cuanto antes. De no hacerlo, pronto veremos las consecuencias de nuestra boba mirada hacia nuestras pantallas, al servicio de personajes poderosos y atrabiliarios, cada vez más ricos a nuestra costa (les provocamos los ingresos, les aportamos las informaciones con que fabrican sus productos, les testamos sus inventos…), que conforman el mundo, “hackeando” nuestras personas.
Sobre este blog
En Abierto es un espacio para voces universitarias, políticas, asociativas, ciudadanas, cooperativas... Un espacio para el debate, para la argumentación y para la reflexión. Porque en tiempos de cambios es necesario estar atento y escuchar. Y lo queremos hacer con el “micrófono” en abierto.
0