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El alcalde de Carboneras insiste en abrir El Algarrobico “como hotel o como residencia de mayores”

EUROPA PRESS

ALMERÍA —

El alcalde de Carboneras (Almería), el independiente Salvador Hernández, ha abogado por “construir para crear riqueza y empleo” en lugar de gastar “millones de euros en derribar” el hotel de Azata del Sol en el paraje de El Algarrobico y ha indicado que su apertura “bien como establecimiento hostelero bien como residencia de mayores” sería “la solución menos dañiña al este problema de Almería, Andalucía y yo diría que España”.

“Hacer volver al paraje a su estado natural es poco menos que imposible”, ha advertido en declaraciones a los periodistas Hernández (Gicar) ante la inminencia del fallo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) que debe determinar si la licencia municipal de obras concedida en 2003 es o no conforme a derecho y que, según ha dicho, espera “con tranquilidad”.

Ha señalado que, en caso de que el alto tribunal andaluz revoque la sentencia de 2008 en la que un juez de Almería ordenaba la revisión de oficio de la licencia, sería la empresa promotora “la que debería tomar las riendas del asunto para, si lo considera oportuno, terminar el hotel y ponerlo a disposición de la ciudadanía y los turistas”.

En caso contrario, Hernández ha adelantado que se remitiría toda la documentación obrante en el expediente urbanístico del inmueble de una veintena de plantas y 411 habitaciones al Consejo Consultivo de Andalucía (CAA) para que emita informe precetivo y vincultante.

“La pelota pasaría al Consultivo, y serían ellos los que nos indicaran cuáles son los pasos a seguir”, ha dicho el regidor, para quien, la ciudadanía “de a pie”, que “no sale a la calle a manifestarse a lo largo y ancho de las calles”, piensa que “lo mejor que puede pasar es que se abra como hotel o residencia de mayores”.

Al hilo de esto, ha apelado a la situación económica de las administraciones para rechazar que la demolición del hotel, “que supone un coste de millones de euros para derribar en lugar de construir entre todos para crear riqueza y empleo siempre desde el respeto medioambiental”.

“Hay que compatibilizarlo, apostar por el desarrollo sostenible, con el respeto a las plantas y animales del parque natural de Cabo de Gata pero también respetado el desarrollo humano y social”, ha concluido.