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El Ayuntamiento de Nerja juega solo (al golf)

El 3 de enero de este año el alcalde de Nerja convocó a los medios de comunicación y anunció victoria. Blandía los folios de la sentencia del Tribunal Supremo que declara que la Junta de Andalucía protegió mal los terrenos del barranco de La Coladilla porque no justificó la necesidad de tal protección. “La Justicia ha hablado”, comentó José Alberto Armijo (PP), quien anunció que retomaba un plan que viene de antiguo: sobre un millón de metros cuadrados a los pies del Parque Natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, el regidor prevé un campo de golf, un hotel y un millar de viviendas. Sin embargo, no está tan claro si habrá alguien capaz de levantar sobre el terreno reconquistado lo que desea el alcalde. Una campaña de recogida de firmas, los ecologistas y la oposición rechazan el proyecto, y la empresa propietaria del terreno lleva años renegando de su compra, que le costó 15 millones de euros.

Armijo sacó pecho. “Ha sido un pulso de la Junta de Andalucía con Nerja, y les hemos tumbado en los tribunales”, dijo. La sentencia que ondeaba declara que el último movimiento de la Junta, la protección de los terrenos en el Plan de Ordenación Territorial de La Axarquía (POTAX), no es válido por la siguiente razón: “En ningún momento han sido explicadas por la Administración autonómica las razones por las que amplias zonas del municipio (…) reciben luego en el documento aprobado definitivamente la categorización de ”zonas de interés territorial“ o la de ”espacios libres vinculados al litoral“.

La Coladilla es una hondonada con desniveles de hasta el 40%, donde malamente alguien podría patear sin que la bola acabara en el foso. Pero en la margen derecha del valle (según se asciende) hay un tablero verde sobre el que varios actores llevan jugando una partida que dura más de 20 años. Allí, el terreno se nivela lo suficiente para asentar 1.000 viviendas de lujo y el campo de golf. El Ayuntamiento de Nerja propuso en 1998 declararlo suelo urbanizable, y se adelantó por un año a la Junta de Andalucía, que en marzo de 2000 protegió el Parque Natural de las Sierras Almijara, Tejeda y Alhama justo hasta llegar a las puertas del barranco de La Coladilla. Hasta 2004, no pasó nada.

Entonces apareció Medgroup Development, que adquirió los terrenos cuando aún estaba participada por George Soros. El grupo, especializado en promover complejos turísticos y resorts de lujo en la costa, pagó al Ayuntamiento de Nerja 15,1 millones de euros por la propiedad previa adjudicación en concurso público (en diciembre de 2002), y calculó una inversión total de 165. El acuerdo definitivo, suscrito en octubre de 2004, preveía la creación de 400 puestos de trabajo directos.

Pero nada salió como se esperaba. Apenas cerrada la compra, la Junta de Andalucía corrigió su posición y catalogó La Coladilla como zona de interés territorial en el POTAX. Y en ese momento, la constructora comenzó la retirada: solicitó la rescisión del contrato de compraventa, pero los tribunales denegaron su petición. Una portavoz de Medgroup ha asegurado por escrito y reiterado por teléfono que la empresa ya no es la propietaria, pero la finca figura inscrita a su nombre en el Registro de la Propiedad. En 2010, Soros abandonó el grupo, algunas de cuyas filiales dedicadas al turismo de golf pasaron por un concurso de acreedores.

Ecologistas en Acción se opone al proyecto

Ecologistas en Acción se opone al proyectoRafael Yus, presidente de GENA-Ecologistas en Acción, alerta contra la posibilidad de que el terreno se utilice con fines especulativos y lamenta que la Junta de Andalucía perdiera una ocasión para cerrar la partida obviando justificar el POTAX. Su grupo presentó en su momento una decena de alegaciones que justificaban, a su juicio, la necesidad de paralizar el proyecto. Son estas: el terreno no está claramente delimitado e invade parte del Parque Natural y de la zona protegida de la Cueva de Nerja; vulnera un ecosistema protegido; tiene un impacto “severo” sobre el paisaje y sobre la vegetación forestal; no prevé las necesidades hídricas; podría contaminar los acuíferos de la zona; afecta a una vía pecuaria; y podría repercutir negativamente en las Cuevas de Nerja, un Bien de Interés Cultural. Según el grupo, todos estos elementos reducirían la superficie útil del proyecto.

Ecologistas en Acción también alerta del efecto sobre la flora y la fauna protegida. En los terrenos del barranco de La Coladilla crece el boj de Baleares, el revientacabras, el arto y la nevadilla, y hay culebras de collar y de cogulla y víboras hocicudas, especies protegidas en el Libro Rojo de Andalucía. La organización ecologista recuerda que tendrían que verterse muchas toneladas de tierra sobre un suelo calcáreo, muy permeable a las filtraciones. Telesforo Romero, portavoz de IU en el Ayuntamiento de Nerja, advierte del riesgo de que las filtraciones procedentes del riego afecten a la Cueva y añade a todo lo anterior las dificultades para evacuar la zona en caso de incendio. Según Rafael Yus, el estudio de impacto ambiental presentado con el proyecto minimizaba todos los inconvenientes planteados.

Agotada la vía judicial, Yus cree que la Junta de Andalucía sigue disponiendo de un buen puñado de movimientos. “La Coladilla no es una realidad; tendrá que someterse a un plan de sectorización”, advierte Javier Carnero, delegado de Medio Ambiente, quien fija la posición de la administración autonómica: “Nosotros no queremos poner chinas en el camino, pero hay que cumplir los parámetros más exigentes. No estamos en contra de la construcción, sino de la especulación”.

Armijo señaló en la rueda de prensa con la que anunció la sentencia que el campo de golf “está más cerca que nunca” y, ante el Pleno de la Diputación de Málaga, acusó a la Junta de Andalucía de “pisotear” el artículo 9.3 de la Constitución (que recoge los principios de legalidad, seguridad jurídica e interdicción de la arbitrariedad de los poderes públicos, entre otros), porque conoció y consintió en su día la enajenación de la parcela. El alcalde no ha respondido a ninguna pregunta del cuestionario por escrito que exigió para participar en este reportaje.

Romero cree que no existe demanda de este tipo de conjuntos residenciales y explica que incluso el Ayuntamiento parecía haber optado por otras zonas para el campo de golf en su plan estratégico. Pero Rafael Yus alerta: “Que el proyecto haya estado tanto tiempo parado demuestra que el terreno no era tan goloso, pero esto es una bomba de relojería, y en cualquier momento las cosas pueden cambiar”. Dicho de otra forma: podría ocurrir que nadie vea la apuesta del regidor, porque todos se levantaron ya de una partida que dura demasiado, pero hay quien teme que la baza del Tribunal Supremo reabra el juego de la especulación.

Una petición ciudadana con más de 1.200 firmas

Hay un ancho carril que marcha en paralelo al barranco desde la Cueva de Nerja. Miguel Bueno es un antiguo profesor de Geología que tiene 82 años y que con la ayuda de un bastón todavía puede recorrer ese camino una vez más. Subiendo monte arriba, no quiere hacer la cuenta de cuántas veces ha repetido el trayecto, pero explica que varias veces al año traía a sus alumnos del instituto a caminar, y también, que las primeras veces lo recorrió en un capazo sobre el lomo de un burro, cuando todavía se recogía esparto. El caso es que Bueno ha creado una petición en change.org que supera las 1.200 adhesiones para pedir al Ayuntamiento de Nerja que paralice el proyecto de campo de golf. “¿Cómo se explica que por arrancar un boj te pongan una multa, y por arrancar miles no pase nada?”, se cuestiona. Es un experto en la zona porque la ha pateado como nadie, porque ha dormido en ella, y también porque la ha estudiado y ha escrito sobre ella, hasta llegar a la conclusión de que ese barranco es un valle periglacial. “Queremos un turismo que no sea sólo de playa, que sea de naturaleza: ¿vas a matar la sierra? ¡Es un crimen! Ese modelo de desarrollo urbanístico ya ha fracasado…”, lamenta.