Brazadas solidarias por el Guadalquivir contra la crisis

Ocho etapas a nado en una travesía en solitario por el

Guadalquivir de unos 270 kilómetros desde Córdoba hasta Sanlúcar de Barrameda

(Cádiz). Todo ello para servir de reclamo y alzar la voz por la necesidad de ayuda de los Bancos de

Alimentos de Andalucía. El protagonista de esta hazaña deportiva y solidaria es

Carlos Peña, atleta aventurero y activista social que ha querido ligar sus

gestas a la concienciación sobre la realidad social que la crisis ha deparado.

“Yo he sufrido la crisis. Mi mujer y yo hemos estado en paro

dos años y medio. Ahora ya hemos remontado y esa es mi motivación“, cuenta a

eldiario.es/andalucia antes de iniciar su travesía desde la capital cordobesa.

Quiere ser altavoz de la labor de los Bancos de Alimentos y que su acción

durante estos ocho días a lo largo del Gualdalquivir llame la atención y la

gente no se olvide de la ayuda que necesitan los más desfavorecidos por la

crisis.

“No hace falta que la gente venga a aplaudirme. Lo que sí

les pido es su colaboración con los Bancos de Alimentos, que les hagan llegar

sus donaciones“, explica este nadador vasco curtido ya durante años en

arriesgadas aventuras deportivas que aprovecha para lanzar mensajes solidarios:

desde la lucha contra la leucemia a la investigación en enfermedades raras,

pasando por la ayuda a afectados por catástrofes naturales.

Los Bancos de Alimentos de Córdoba, Sevilla y Cádiz son los

que recogerán la ayuda con esta particular llamada de atención que recorrerá a

nado las tres provincias. Un esfuerzo físico que llevará a Carlos Peña a nadar

entre ocho y diez horas al día en cada una de las etapas por el río grande de

Andalucía, un río que “no conozco” a la hora de sumergirse en él y saber qué se

puede encontrar en sus 270 kilómetros de recorrido. Pero, añade, “me gusta este

reto“.

“Experiencia en nado tengo mucha”, dice Peña casi

irónicamente al recordar sus travesías por ríos, mares, océanos, lagos,

embalses, estrechos y bahías en medio mundo. Ahora, sin perder el respeto en

ningún momento al Guadalquivir, se sabe de memoria las etapas y los distintos municipios en

los que será recibido al término de cada una de ellas. El primer día finalizará en

Posadas y después Peñaflor, Lora del Río, Cantillana, Sevilla, Colonia de

Alfonso XIII y Trebujena serán sus paradas antes de llegar a la meta en la

desembocadura del Guadalquivir en Sanlúcar de Barrameda el próximo 11 de julio.

“Mi papel es servir como mensajero y altavoz de una necesidad social”

“Mi papel es servir como mensajero y altavoz de una necesidad social”

En su partida,

rodeado de los responsables del Banco de Alimentos de Córdoba y

acompañado por varios piragüistas locales, Peña no se olvida de atender a los

medios de comunicación para que transmitan su voz y así se contagie la

solidaridad que persigue la hazaña de este nadador.

Y pese a la “mucha tensión” que confiesa le ha acompañado en

los días previos, en la mañana en la que se lanza al río se muestra decidido y

confiado en su capacidad física y convencido del objetivo solidario que se ha

marcado. “Me siento mejor cuando sé que mi

esfuerzo puede servir para ayudar a alguien“, admite.

Para él, su

granito de arena frente a la crisis es este tipo de gestas. Este tipo de

gestos. “Yo hago mi parte y el Banco de Alimentos hace la suya”, cuenta. “Mi

papel es servir como mensajero y altavoz de una necesidad social“, que en este

caso busca canalizar la donación de comida a los bancos de alimentos andaluces.

Embutido en un

traje de neopreno y con unas aletas de goma y metacrilato que explica cómo se

ha fabricado él mismo –“así ellas se

adaptan a mí y no yo a ellas“, dice- comienza su travesía. Protección Civil, la

Asociación Andaluza de Voluntarios y el Club de Piragüismo Triana le apoyarán

en embarcaciones en su viaje solidario. A él se le verá estos días nadando Guadalquivir

abajo, a espaldas, para hacer frente a la crisis.