Siete claves sobre los efectos del veto ruso en la agricultura andaluza

En el primer semestre de 2014, las exportaciones de productos agroalimentarios andaluces a Rusia apenas ha supuesto un 1,5% y poco más de 37 millones de euros de facturación. Sin embargo, los productores andaluces reclaman medidas de apoyo como el resto de los españoles por las consecuencias que pueda tener el embargo ya que algunos de los distribuidores que compran sus mercancías en Andalucía están entre los 10 países a los que más afecta la decisión de la Federación Rusa. Estas son las claves sobre el 'efecto mariposa' del conflicto de Ucrania en la agricultura andaluza.

¿Qué es el 'veto ruso'?

Es la decisión adoptada por el gobierno de Rusia el pasado 7 de agosto para impedir la entrada en sus mercados de a determinados productos agroalimentarios procedentes de Estados Unidos, la Unión Europea, Noruega, Australia y Canadá durante un año. Es la respuesta rusa a las medidas de bloqueo de esos países por el apoyo de Rusia al conflicto en Ucrania.

¿Qué productos agroalimentarios andaluces se exportan a Rusia?

El veto ruso se refiere a carnes (vacuno, porcino y algunas aves), pescados, mariscos, productos derivados de éstos, leche y derivados lácteos, frutas (naranjas, melocotón, nectarinas, sandías, melón...), hortalizas (tomates, pepinos, pimientos), tubérculos (patatas, zanahoriasm, nabos), berzas (col, coliflor), legumbres, piensos y algunas bebidas. En el caso andaluz, más de la mitad de lo que se exporta son frutas y verduras frescas (59%) y también se ve afectado el sector cárnico (19%), sin embargo apenas hay incidencia en el resto de productos, incluidos pescados y mariscos en el que volumen de ventas a Rusia tiene una repercusión mínima, según los datos de que dispone la Consejería de Agricultura. El aceite de oliva, que supone casi el 20% de las exportaciones agrarias desde Andalucía a la Federación Rusa, no está incluido en la lista de productos vetados.

¿Qué peso tiene Rusia en las exportaciones andaluzas?

Los últimos datos de internacionalización de que dispone la Agencia Andaluza de Promoción Exterior (Extenda), correspondientes al primer semestre de 2014, señalaban que la facturación a Rusia de productos agroalimentarios en ese periodo ha sido de 37,5 millones de euros. En 2013, se facturaron 74,5 millones de euros a Rusia, lo que sitúa a ese país en el número 17 en cuanto a destino de las producciones hortofrutícolas andaluzas. En ese tiempo, el conjunto del las ventas al exterior del sector agrario andaluz supuso 4.748,5 millones de euros.

¿Cómo afecta el veto a los productores andaluces?

Rusia es uno de los llamados mercados emergentes por lo que, según los datos que maneja la Consejería de Agricultura, las exportaciones a ese país suponen poco más del 1,5% del conjunto de las ventas internacionales andaluzas. Ahora bien, ese dato se refiere a las exportaciones directas. No se han computado las indirectas, es decir, aquellas que se realizan a distribuidores o transformadores de otros países y que éstos, a su vez, venden al mercado ruso.

Alemania, Francia, Países Bajos o Italia están entre los 10 países a los que más exporta Andalucía y entre los 10 principales proveedores del mercado ruso. Alguno de ellos, como Francia, concentran también empresas de distribución agroalimentaria que se abastecen en nuestra comunidad autónoma. De ahí las consecuencias indirectas que no podrán evaluarse hasta octubre, dado que los datos de exportación se publican dos meses después de cerrarse la facturación. Entonces se conocerá cómo ha repercutido el veto en el conjunto de las exportaciones.

¿En qué consisten las medidas de apoyo a los sectores productivos?

Las primeras medidas de apoyo de la Unión Europea a los productores comunitarios ha sido de 125 millones de euros. Una cifra que las organizaciones agrarias consideran insuficiente, dado que las pérdidas en la Europa de los 27 se han cifrado por encima de los 5.000 millones de euros. Esas medidas se destinan a la retirada de excedentes con la idea de que los precios no fluctúen. Las ayudas se destinan a frutas y hortalizas como tomates, zanahorias, repollo blanco, pimientos, coliflor, pepinos y pepinillos, setas, así como manzanas, peras, frutas rojas como las fresas, frambuesa y frutas del bosque, uvas de mesa y kiwis. Además, la primera protección se dirigió a melocotones y nectarinas, dos de las frutas más afectadas por el veto.

En los últimos días, desde Andalucía se ha pedido también cítricos, las berenjenas, los calabacines, las judías verdes, los frutos subtropicales y los caquis se integren en las medidas de ayuda. El ministerio ha asumido ante el consejo consultivo que defenderá la incorporación de los frutales citados en la reunión que el próximo viernes, día 5, celebrará el consejo de ministros de Agricultura de la UE.

¿Qué demandan las organizaciones agrarias?

Pocos días después de que el veto se hiciera efectivo, las organizaciones de productores empezaron a movilizarse para exigir medidas compensatorias. Este viernes, coincidiendo con la reunión del consejo de ministros de Agricultura en Bruselas, las organizaciones ASAJA, UPA y COAG han convocado una nueva movilización en Madrid, en la plaza de Callao. Allí repartirán varias toneladas de patatas, melocotones, peras y manzanas, que son algunos de los productos más significativamente afectados por el veto ruso.

Reclaman una intervención inmediata para frenar la caída de los precios que pueda desencadenar el embargo de la Federación Rusa. La Unión de Pequeños Agricultores ha advertido que, desde que se hiciera efectivo, algunos distribuidores están forzando una caída de los precios de los productos vetados.

¿Qué está pasando con los excedentes en Andalucía?

La Consejería de Agricultura y el Banco de Alimentos han alcanzado un acuerdo para que, en los casos en que sea posible, los excedentes se canalicen a través de estas organizaciones que en Andalucía ayudan a más de 125.000 personas. Dado el carácter percedero de la mayoría de los productos sometidos al embargo, ambas instituciones cooperarán para que la distribución sea más efectiva.