Los mariscadores se plantan ante el nuevo cierre del caladero de coquinas de Huelva
Los mariscadores que se dedican a diario a la captura de la coquina en la costa de Huelva se han negado a seguir inactivos por más tiempo, después de que lleven casi 70 días parados debido a una parada biológica, y ahora por una toxina que, según la Consejería de Agricultura y Pesca, hace que sus capturas sean insalubres, algo que, los mariscadores, sencillamente no se creen y rebaten con un estudio independiente.
Tras más de dos meses sin poder faenar, este martes un centenar de mariscadores de coquina se concentraron ante la Consejería de Agricultura y Pesca al para reclamar la apertura del caladero después de que tras dos meses de veda el litoral esté cerrado al marisqueo por presencia de toxinas DSP.
En total, que el sector tenga censados como legales, son unos 400, según el presidente de la Asociación de mariscadores de Nueva Umbría, Antonio Márquez, que indica que el problema radica en que cuando ha llegado la hora de volver a faenar, se ha cerrado el litoral por contaminación por presencia de toxinas DSP, cuya presencia en los moluscos y bivalvos desaconseja el consumo humano.
Control e turistas e ilegales
La situación vuelve a despertar un viejo fantasma de este sector, ya que cada verano son cientos las toneladas de coquinas que se pierden cuando los turistas las cogen a pie de playa por diversión: “La prohibición no afecta a turistas e ilegales que, a diario, sin formar parte de la actividad regulada, capturan en la costa kilos y kilos de coquinas que después venden” o consumen en sus casas, lamenta Márquez, que asegura estar cansado tras más de diez años pidiendo a la administración más control “y no se hace nada”.
Además de reclamar que la veda biológica que acaban de pasar esté subvencionada, este miércoles han pasado a la acción, y unos 140 mariscadores han desafiado la prohibición de la Junta de Andalucía de capturar esta especie en el litoral onubense y han faenado con normalidad. A pesar de anunciar su intención de hacerlo, y de trabajar a plena luz del día, no han sido denunciados ni por el Seprona ni por Inspección Pesquera.
El lugar del trabajo anunciado era la playa de Matalascañas, y allí han estado durante unas tres horas, sin poderse librar, eso sí, del mal tiempo, sobre todo el fuerte viento, que ha complicado la situación de la mar. “Eso nos ha impedido coger mucho producto, aunque los que han logrado capturar algo se lo han llevado para sus casas”. Allí lo han consumido aparentemente sin ningún problema de salud posterior.
Faena ilegal pero sin sanción
Los mariscadores aseguran que no se creen los estudios que la Junta de Andalucía comunica de vez en cuando sobre la situación del marisco, e incluso han encargado por su cuenta uno paralelo a un laboratorio de Galicia, que aseguran ha dado negativo en contaminación.
Un panorama que ha rizado el rizo en las protestas del sector, aunque con situaciones pintorescas, como la vivida este miércoles, ya que Márquez asegura que han desarrollado ilegalmente su actividad sin problemas, “ante agentes del Seprona y de la Junta de Andalucía, quienes ni siquiera se han acercado, por lo que no hemos sido denunciados y por tanto no nos pueden sancionar”.
La única denuncia en este sentido hay que hacerla en el mismo momento y obteniendo los datos de la documentación directamente del mariscador. Si no hay denuncia en el momento, ya no la hay. Así que los propios mariscadores no se explican la “vigilancia pasiva” de la que han sido objeto, pero aseguran que están dispuestos a repetir acciones como estas siempre que sea necesario.
Desde la Junta de Andalucía, su delegado de Gobernación en Huelva, José Fiscal, asegura que entiende la necesidad de trabajar del sector, pero se encierra en que “habrá sanciones para los que faenen ilegalmente, porque la administración autonómica está actuando como es su obligación, vigilando para que no se faene”.
Fiscal ha defendido en todo momento los análisis realizados por la Delegación de Agricultura y Pesca que han detectado “que tienen una toxina que hace inviable para el consumo las coquinas, y se mantendrán las inspecciones en todas las zonas de pesca, poniendo las sanciones que haya que poner.
Mientras tanto, los laboratorios de control de la Junta realizan análisis diarios a las coquinas para determinar su estado, ya que la toxina es limpiada por las mareas de forma natural, y cuando se diluya se volverán a abrir los caladeros con normalidad.