Ha sido un trámite sencillo: Juan Martín Serón ha llegado a las 11.15 horas de este viernes a la Ciudad de la Justicia de Máñaga como alcalde de Alhaurín el Grande y ha salido apenas una hora después como exregidor. En la Sección Octava de la Audiencia Provincial le han comunicado que empieza a cumplir la sentencia del Tribunal Supremo que le aparta de la alcaldía por un año. El exregidor y Gregorio Guerra, exconcejal de urbanismo, disponen de 10 días de plazo para abonar el importe de la multa a la que también fueron condenados, de 200.000 euros.
La condena ha empezado a cumplirse antes del acto formal de la notificación. El exalcalde ha explicado que esta mismo viernes ha firmado un decreto de delegación de funciones a favor de Antonia Ledesma y ha reorganizado la distribución de competencias en el Ayuntamiento. Después de este último acto de servicio, Martín Serón se ha dirigido a Málaga, a recibir de los magistrados que en su día le condenaron por cohecho el aviso de que ya no es alcalde.
Él, en todo caso, interpreta esa notificación como el comienzo de una cuenta atrás. “El día 9 de noviembre [de 2014] nos reincorporaremos. La suspensión implica que no puedo ejercer, pero sigo siendo alcalde”, ha resaltado a la salida de los juzgados. Sin embargo, el PSOE ha solicitado a la Fiscalía que inicie los trámites para declarar su inhabilitación e incompatibilidad para el ejercicio de cargo público, lo que frustraría el regreso.
Para el político popular, ese intento está condenado al fracaso porque pretende la aplicación de una norma incorporada a la Ley Electoral después de la comisión del delito: “El debate está resuelto, porque esa norma no se puede aplicar retroactivamente”. Sobre la dimisión, que le reclaman tanto PSOE como IU, ha sido tajante: “Me he planteado muchas veces dimitir, pero nunca por esto. Es una cuestión de honor”. “Yo estoy aquí por vocación y voy a seguir, porque tengo un compromiso con el pueblo”, ha insistido Martín, que aunque se dice “cansado”, ha avanzado que presentará un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional porque pretende “seguir luchando”.
Sobre el pago de los honorarios de sus abogados, el exalcalde ha insistido en que él y Greogorio Guerra abonarán la parte proporcional por la que han sido condenados (por delito de cohecho) y el recurso de casación presentado ante el Tribunal Supremo, que fue rechazado. El Ayuntamiento abonará aquella parte sobre la que fueron absueltos, que según Martín, es aproximadamente el 90% de lo que se les acusaba (entre otros, los delitos de prevaricación y blanqueo de capitales).
Juan Martín ha abandonado los juzgados sonriente, aparentemente tranquilo y acompañado de la nueva alcaldesa, Antonia Ledesma, y gran parte del equipo de gobierno. Alejado del tono con el que se dio a conocer cuando fue detenido, en enero de 2007 (“¡No vienen a por mí, vienen a por el PP!”, proclamó entonces), mantiene, sin embargo, el grueso de su tesis, aquella que dice que pudieron “meter la pata, pero no la mano”. Martín Serón y Gregorio Guerra fueron condenados por exigir 122.000 euros al solicitante de una licencia urbanística. Él insiste en que es inocente, en que ha sido condenado porque se articuló una conspiración en su contra y en que, por tanto, está plenamente legitimado para volver a ocupar la alcaldía tan pronto como cumpla condena.
Entre tanto, hay una situación transitoria en la que él, que sigue siendo alcalde (así lo ha dicho), no podrá ejercer su cargo. “¿Qué hará durante este año?”, le han preguntado a la salida de los juzgados. “Seguramente buscaré algo en el ámbito privado”, ha respondido, antes de añadir que se encuentra actualmente en situación de excedencia de su antiguo trabajo en una oficina bancaria. Juan Martín lleva 18 años en el Ayuntamiento de Alhaurín, los últimos 13 como alcalde. Desde hoy cuenta los días para volver a serlo.