Ángel Martín Blanco es un vecino de Palos de la Frontera (Huelva) que lleva casi un año en desempleo. Su historia no dejaría de ser la de cualquier persona en su misma circunstancia si no fuese por el episdio que protagonizó este lunes durante el Pleno del Ayuntamiento de su pueblo, cuando pidió ser escuchado para que se conociera su situación.
Cuando terminó el Pleno, Ángel se levantó desde la parte de atrás de salón y se dirigió a su zona izquierda, la que ocupan los concejales del equipo de gobierno del PP. A pesar de que todos los ediles populares fueron pasando delante de él uno a uno, ninguno le miró siquiera.
Como muestra el vídeo que grabaron los miembros del partido independiente, el alcalde de Palos, Carmelo Romero, es el primero que pasa delante de él, luego todos sus concejales y concejalas, pero nadie se para siguiera a escucharle un instante. “Os pido diez minutos para que me escuchéis”, rogaba el vecino mientras repartía un documento.
“Vivo en Palos y pago mis impuestos en Palos”, les dice a los concejales mientras éstos se van levantando. Todo ello en apenas un minuto, el tiempo en el que en la sala de plenos solo quedan los concejales de la oposición y Ángel se lamenta preguntándose “¿ésa es la educación que hay?”.
Dos años esperando una cita
Hace más de dos años pidió una reunión con el alcalde y sus concejales para pedirles ayuda. Al menos quería ser escuchado, igual que en el Pleno de esta semana. No ha conseguido ambas cosas aún. Desde el Ayuntamiento se ha admitido a esta redacción que se conoce la situación que ha planteado, aunque se ha declinado hacer declaraciones públicas sobre el tema.
Sí se ha pronunciado el portavoz del partido independiente, Cristóbal Rojas, que lamenta que se trata de “un vecino que solo pide ser escuchado, que le pide al alcalde y corporación municipal después de dos años solicitandóselo que solo le concedan 10 minutos para ser escuchado, y es lamentable que la reacción sea la de ignorar al vecino y salir corriendo”.
“Me parece que lo dice todo lo que se ve en las imágenes, y es indignante, aunque esto ocurre hace mucho en Palos de la Frontera. La diferencia es que hay un vecino que se ha atrevido a hacerlo públicamente y hay otros muchos que no lo hacen porque luego vendrían las represalias si este dictador siguiera en el poder. En definitiva, es lamentable lo que ocurrió, y esto demuestra que las cosas en Palos no funcionan bien y que en vez de respeto se le tiene miedo al alcalde y a sus concejales”.
Rojas pone el acento en que este vecino solo quería que el alcalde le atendiese unos minutos, consciente de que podría no ver solucionados sus problemas, “pero sí ser escuchado”, para lamentar que no haya sido siquiera así. Ni siquiera, concluye, interrumpió el Pleno, “sino que esperó pacientemente a que terminara, y se dirigó con suma educación a los concejales”.