En el núcleo de Laroles, municipio de Nevada, en el corazón de la Alpujarra, una antigua era de trillar, un uso agrícola tradicional hoy casi perdido, ha vuelto la vida, pero en forma de teatro. La técnica de los bancales servirá para levantar los asientos del anfiteatro, y al modo de los romanos pero en el centro del paraje donde vivieron los últimos moriscos de la Península Ibérica, nacerá en verano de 2014 un proyecto que pretende revivir la vida cultural de un pequeño municipio de Granada.
Anna Kemp, inglesa de nacimiento, actual vecina de Madrid pero residente en Nevada durante años, es la fundadora de la Asociación Dragón Mágico, que imparte cursos y talleres de teatro entre los niños de este municipio de poco “encontrar un uso para un patrimonio muy querido en el pueblo y que estaba abandonado”.
Las antiguas eras de trillar eran los espacios que se usaban para separar el grano tras la cosecha del trigo. Eran espacios abiertos, circulares, empedrados y situados en alto en zonas de paso para que el viento ayudase en la tarea de la trilla. Hoy día están abandonados, pero el teatro de las eras, como también lo llaman, ha respetado el empedrado de uno de ellos para usarlo como escenario “porque ya lo parecía antes de que llegásemos”.
Explica que entre las personas mayores del pueblo “la reacción es muy bonita, porque por un lado agradecen que se le dé uso, lo ven como un homenaje a ese estilo de vida tradicional del que ya queda muy poca gente que haya participado, pero por otro también recuerdan lo duro que era y se alegran de que estén abandonadas las eras y que ningún descendiente suyo tenga que volver a trabajar en ese estilo”.
Desde la web www.unteatrodetodos.com, los participantes han ido explicando paso a paso cada una de las etapas de la adaptación del espacio de terraza agrícola a anfiteatro. No es una sola era, sino tres, las que dan forma. La era de abajo, cuando empezaron los trabajos en verano de este año, estaba cubierta de piedra y barro tras décadas de abandono. Hubo que retirarla, restaurar el empedrado y recuperar los muros con piedras de la zona, utilizando las técnicas tradicionales.
El siguiente paso empezará en marzo de 2014, cuando el tiempo y las ayudas públicas de la Junta de Andalucía y la Diputación de Granada lo permitan. “Vamos a construir bancales tradicionales, algo más finos de los normal, para que sirvan de asientos para el público. Queremos que parezca una era de verdad, pero que sirva de teatro, así se conserva el aspecto tradicional, encajado en un paisaje natural muy majestuoso”, expone la promotora.
Luego quedará el equipamiento, que dados los recursos, quieren intentar conseguir a coste cero. “Estamos pensando en una campaña de crowdfunding, nos presentamos a varios concursos de desarrollo rural y estamos pensando que poner en marcha lo que se llama una campaña de equipo. Por ejemplo: pedir un foco viejo a varios teatros de España. Con que contesten diez, ya estás equipado para iluminar de forma profesional”.
La era de arriba será la futura barra donde tomar algo a la luz de las estrellas. El invierno y los trámites de las subvenciones van a mantener en suspenso todo hasta diciembre de este año, pero luego se espera para el verano de 2014 un estreno por todo lo alto. “No hemos pensado obra ni compañía, pero esperamos que no sea algo que se quede sólo en Laroles o en Nevada, que traiga a gente de toda la Alpujarra”, afirma Anna Kemp.