Más de 16.000 viticultores andaluces se podrán beneficiar del nuevo plan de ayudas

Más de 16.000 agricultores vitivinícolas andaluces se beneficiarán de la nueva línea de ayudas que acaba de publicar la Junta de Andalucía, para que se puedan aplicar a las 30.133 hectáreas de este tipo de cultivos que se reparten por las ocho provincias andaluzas.

En total, son 16.731 los que se pueden beneficiar de una resolución ya publicada en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) para el inicio de presentación de solicitudes de aprobación de planes del régimen de reestructuración y reconversión del viñedo para la campaña 2014/2015.

En esta orden, se establecen nuevas fórmulas para que los agricultores accedan a distintas líneas de ayudas, dentro del régimen de reestructuración y reconversión del viñedo, en lo que supone una de las medidas más llamativas del programa de apoyo al sector vitivinícola español. La aprobación de estos planes supone la aceptación de los plazos y las medidas incluidas en el plan, de cara a la solicitud de las correspondientes ayudas, y son reguladas mediante gestión directa de la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, a través de la Dirección General de la Producción Agrícola y Ganadera.

En plazos, se ha establecido que hasta final de septiembre se puedan solicitar las ayudas, que incluirán tanto datos generales del Plan (superficie afectada, término municipal y provincia, año de comienzo y fin del calendario previsto de actuaciones, entre otros), como datos específicos de las medidas que pretende realizar cada uno de los viticultores incluidos y por las que podrán solicitar ayudas una vez ejecutados.

Importancia social y económica

De la importancia que social y económicamente tiene el vino en Andalucía hablan datos como el hecho de que sólo en provicias como Córdoba hay 3.973 viticultores censados oficialmente, que trabajan en 7.328 hectáreas en total. En el resto de la provincia están censados 3.184 con 4.439 hectáreas (Huelva); 2.464 con 8.903 (Cádiz); 2.263 con 2.905 (Granada); 529 con 668 hectáreas (Sevilla); 507 con 1.023 hectáreas (Almería) y 476 agricultores con 328 hectáreas (Jaén).

En lo que respecta al volumen de producción nacional, el producto andaluz ocupa la octava plaza, con 1,16 millones de hectolitros, el 3,4% del total nacional.

A ello contribuyen algunas de las producciones que ya han echado a andar, como las bodegas adscritas a la Denominación de Origen Condado de Huelva, que han comenzado la vendimia de la Zalema -variedad autóctona de la zona con la que se crean los vinos blancos generosos-, que supone el 90 por ciento de la producción anual de esta zona vitivinícola. Según explica el técnico del Consejo Regulador de la DO Carlos Ibáñez, la recolección comenzó en Bollullos Par del Condado y en los próximos días se irán sumando, de forma progresiva, el resto de municipios.

Se espera, según Ibáñez, que la vendimia se prolongue durante algo más de un mes y que el rendimiento por hectárea de vid sea este año mayor que el pasado. “Prevemos que la producción sea este año mayor que el anterior, pasando de los 25 millones de kilos de 2013, a los 30 millones que esperamos para este año”, ha indicado.

Vendimia tradicional en la Axarquía

Doblando el mapa andaluz, llama la atención del inicio de la vendimia en la comarca malagueña de la Axarquía, la única de Europa que se hace completamente a mano y con el uso de mulas para trasladar la uva. Esto se debe a la elevada inclinación del terreno, y comenzará ahora tras haberse adelantado este año dos semanas la fecha habitual de recolección.

Estos viñedos son los que se encuentran más al sur del continente europeo, en plena zona de la Denominación de Origen Málaga y Sierras de Málaga, famosas por sus moscateles dulces. Además, el hecho de que la vendimia en la Axarquía sea enormemente singular genera visitas de expertos y aficionados de todo el mundo.

El proceso se organiza siempre según el grado de maduración de la uva de las diferentes parcelas, que varía en función de la altitud y de la orientación al norte o al sur. Las labores diarias comienzan a las 8.00 horas y se extienden hasta las 18.00 horas, siempre con el matiz de que es la única de Europa que se realiza, además de a mano para que las uvas no se estropeen, con la ayuda de mulas, con el fin de salvar pendientes de hasta el 70 por ciento.