Hay gestos que son tan cotidianos que pasan desapercibidos para la mayoría de nosotros. Uno de ellos es el de acudir a un supermercado y adquirir un producto que se ha fabricado a partir de la leche de cabra. Un bien, el procedente de las explotaciones caprinas, que cuenta con una cadena de trabajo en la que el ganadero andaluz está padeciendo lo que, a su juicio, es una injusticia por parte de las industrias lácteas.
Por eso el sector caprino denuncia que lleva años siendo víctima de un descenso continuado en el precio al que pueden vender la leche en origen. Un descenso que ha provocado, según los datos que maneja la Unión de Agricultores y Ganaderos de Andalucía (COAG Andalucía), sindicato mayoritario del sector caprino en Andalucía, que hayan perdido un 30% de las ganancias que tenían en 2014 cuando la situación ya era de por sí complicada. De este modo lo que la industria paga actualmente al ganadero por el litro de leche de cabra está en 0,496 €/l, lejos de los 0,717 €/l que se pagaban en aquel año.
“La mayoría estamos viviendo con dinero que no es nuestro, tenemos que vivir a base de préstamos porque tenemos que alimentar a nuestras familias y mantener la explotación funcionando” explica uno de los más de 800 ganaderos caprinos que se dieron cita a principios de octubre en las instalaciones de Lactalis en Granada. Pues la empresa láctea con sede en la capital granadina pero de capital francés compró en 2011 Puleva y es a una de las que señala el sector como la principal culpable de que los precios sigan tan bajos. Lactalis, García Baquero, Arias y Quesos El Pastor habrían alcanzado “un acuerdo tácito entre las industrias lácteas para aprovecharse de los productores” opina Miguel López, secretario general de COAG Andalucía. Que añade además que Entonces “no es posible que con todos los instrumentos de control, incluida la agencia de la competencia, no se den cuenta de que existe ese pacto”.
Un sector en continua crisis
Un sector en continua crisisPese a que el sector caprino andaluz supone el 40% de la producción de leche de cabra en toda España, siendo el país a su vez la segunda potencia europea en este sentido solo por detrás de Francia, la de ahora no es la única crisis que ha padecido. El representante de este área en COAG Andalucía, Antonio Rodríguez, asume que “el camino no ha empezado hoy, se lleva mucho tiempo luchando en este sector”. Por eso llevan tiempo luchando para visibilizar sus problemas. “Entre los años 2009 y 2010 tuvimos una crisis profunda en el sector que se nos juntó con subidas de piensos y demás factores; fue cuando el sector caprino andaluz empezó a movilizarse” apunta Rodríguez.
De ahí que ni quieran ni puedan quedarse callados ante la actual situación. Por ello el representante del sector en COAG explica que “necesitamos a la industria y la industria nos necesita a nosotros (…) pero el camino no es este, el camino es sentarse, mirarnos todos a la cara y que podamos vivir”. A pesar de ello son muy claros: “nos están tratando como un banco de pesca. Pero a este banco lo están tratando de esquilmar porque están yendo muchas cabras a sacrificio, la gente está abandonado y produciendo menos” aclara Miguel López, secretario general de la organización.
En datos esa bajada en la producción se traduce en que semanalmente han de sacrificar 4.000 cabras en toda Andalucía porque les resulta imposible mantenerlas en sus explotaciones ganaderas. Siendo Málaga, Almería, Granada y Sevilla las provincias en las que más granjas caprinas hay, la situación sin embargo es igual de mala en toda la comunidad autónoma. Porque actualmente se pagan 0,0629 por extracto seco útil cuando los ganaderos dejan claro que por menos de 0,072 es imposible que sean rentables esta clase de explotaciones.
Esas cifras no solo suponen un drama económico para los ganaderos como trabajadores dado que su renta no les da para vivir a ellos ni a sus familias. El secretario general de COAG Andalucía, Miguel López, da la voz de alarma, “el problema que vamos a tener es que vamos a matar al tejido productivo y después cuando no haya, volverán a subir los precios y habrá que hacerlo en sentido contrario. Pedimos una situación de equilibrio y cordura. Pedimos que no estrangulen tanto a la producción”.
“Venta a pérdida”
Traducido significa que, con los actuales precios, a los ganaderos caprinos les resulta imposible planificar, rentabilizar las inversiones, modernizarse, mejorar la genética, eliminar todas las enfermedades de las cabañas y dar un marco de seguridad y de calidad alimentaria. Por lo que se sienten indefensos ya que ninguna institución pública, ni a nivel andaluz ni a nivel nacional, está poniendo sus ojos en la problemática que llevan años arrastrando para tratar de solucionarla.
Porque añaden que aunque se están sancionando a algunos de los que venden a un precio por debajo del que vale producirlo, lo que se conoce como “venta a pérdida” aún hay quienes lo siguen haciendo. Esa situación tira de la lista de precios más hacia abajo si cabe haciendo que el margen de beneficio sea cada vez menor para el ganadero al tiempo que se expande para la industria láctea. No obstante esa no es la única pata de la mesa que no se sostiene. Los cabreros creen que hay que controlar mejor el etiquetado de los productos derivados de la leche de cabra porque sospechan que no siempre se utiliza la cantidad de leche caprina que en ellos se puede leer o que en todo caso obtienen la leche de otras explotaciones que no son las nacionales perjudicando seriamente la competencia.
Sin respuesta por parte de la industria
Sin respuesta por parte de la industriaMientras que los propios ganaderos han solicitado reuniones con los representantes de las marcas a las que aluden, la redacción de eldiario.es/andalucia ha tratado de consultar la postura de la industria al respecto. Tras hablar con las empresas, prefieren no hacer declaraciones reconocimiento que su perfil de comunicación hacia los medios es “bajo”.