Es como la comida de tu hámster. Pero sólo en apariencia. Los 'comprimidos' de pellet no alimentan a tu mascota favorita sino tu chimenea de biomasa y en su interior no hay proteínas sino ramas retiradas de nuestros bosques y serrín de aserradero prensados. Tan sólo en Andalucía ya hay 64.306 hogares que utilizan estas estufas y calderas preparadas para esta tecnología, según datos de la Asociación Española de Valorización Energética de la Biomasa (Avebiom).
El crecimiento ha sido exponencial: un 22,5% más que el año anterior. Este crecimiento ha situado a la comunidad andaluza a la cabeza en uso de biomasa como combustible de calefacción. Según el presidente de la asociación de este energía renovable, Javier Díaz, “las estufas de pellet han subido tanto en Andalucía, porque en otros sitios más fríos de España necesitan sistemas de calefacción para toda la casa”, mientras que en nuestra comunidad puede bastar con una chimenea de biomasa estratégicamente colocada en el salón.
Según los datos de esta asociación, el sector ha generado un negoció de casi 146 millones de euros y 1.677 empleos directos, además de un millar más que se dedicación al aprovechamiento de leña y a la generación eléctrica con biomasa de origen forestal o agroalimentario.
El negocio generado se redujo, eso sí, un 13,8% respecto al año anterior. Avebiom lo achaca a la suavidad de las temperaturas del último invierno y la bajada de los precios del petróleo. “Es decir, causas de carácter coyuntural, que han cambiado por completo en los últimos meses, marcando una tendencia muy positiva para el sector durante el primer semestre de 2018”, señala la asociación. Las provincias andaluzas que cuentan con más equipos de calefacción renovable de este tipo son, por este orden, Granada, Sevilla, Córdoba y Jaén.
Un 6% del mix energético
En cualquier caso, estas cifras sirven para valorar la relevancia de la biomasa dentro de las energías renovables, una industria que factura 2.200 millones de euros solo en España y 11.335 empleos directos. En apenas 15 años, la energía que consumen los españoles ha pasado de proceder de biomasa en tan solo un 3,2% a duplicarse hasta el 6%. Todo ello, a pesar del duro revés sufrido por las renovables con el 'decretazo' del anterior gobierno. Javier Díaz asegura que dicha medida dejó “muchos proyectos en el aire y se tuvieron que paralizar. No entendemos la limitación que nos pusieron de 6.500 horas de funcionamiento diario, cuando podemos alcanzar hasta los 8.000”.
Consultado por eldiario.es Andalucía, el presidente de Avebiom se muestra esperanzado con el nuevo gobierno de Pedro Sánchez, con una sensibilidad mayor hacia los temas ambientales y las energías renovables. “Nos encantan las cosas que dice este gobierno, pero si las ponen en el BOE, mejor. Estamos esperando que tomen iniciativas, los mensajes que transmiten de momento son positivos, confiamos en que puedan tomar decisiones. No tenemos expectativas muy grandes, porque sabemos la inestabilidad que tienen, pero al menos el mensaje ha cambiado y los compromisos en Europa han sido mayores de lo previsto”.
Lucha contra el cambio climático
Cuatro son los principales beneficios de la energía obtenida con biomasa: reducir las emisiones de dióxido de carbono y luchar así contra el cambio climático, reducir el riesgo de incendios forestales gracias a la retirada de combustible (ramas, troncos, leña...), independencia de energías procedentes de otros países y generación de empleo local en zonas rurales y más deprimidas.
En el consumo de energía eléctrica, las empresas de biomasas aportan ahora mismo el 7% de la energía que consumimos y que prevén que el mercado les permite doblar dicha cifra hasta el 15%. Al gobierno le piden tres cosas: que borre los límites del decretazo; les reduzca el IVA, que ahora mismo es de un 21%; y que utilicen la biomasa, ya que son “dueños del recurso” (la madera de los bosques públicos), para aclimatar instalaciones públicas como piscinas, colegias o residencias de ancianos.