Greenpeace y Mesa de la Ría de Huelva constatan vertidos desde las balsas de fosfoyesos tras el temporal

EFE

Greenpeace y la Asociación Mesa de la Ría de Huelva han emitido este lunes unas imágenes que “documentan” cómo tras el paso del temporal “Enma” se han producido vertidos tóxicos sólidos y líquidos al río Tinto desde las balsas de fosfoyesos situadas a 500 metros de algunos barrios de la ciudad.

Estas balsas, según han recordado ambas organizaciones en un comunicado, contienen al menos 120 millones de toneladas de residuos industriales tóxicos, peligrosos y radiactivos, como ya denunció la Unión Europea en 2010.

A pesar de que la actividad se paralizó en 2011 gracias a la protesta de organizaciones ecologistas y vecinales, lo sucedido tras el temporal pone de manifiesto “la existencia de vertidos” y demuestra “graves fallos en la seguridad y el control de las balsas, de las que se encarga la empresa responsable de los vertidos, Fertiberia, que vuelve a incumplir sus obligaciones y sigue permitiendo que sus residuos afecten al medio ambiente”.

“De nuevo la realidad nos sitúa ante lo que podría ser una catástrofe anunciada, un gran vertido tóxico a la ría de Huelva podría producirse en cualquier momento”, ha indicado Julio Barea, responsable de campaña de Greenpeace, quien se ha preguntado “hasta cuándo y quién más debe dictaminar que nos encontramos ante el mayor caso de contaminación industrial de Europa para tomar medidas”.

Consideran que esta situación “pone en entredicho, así, el proyecto de restauración presentado por Fertiberia y cuya autorización aún está en manos del Gobierno central”.

El objetivo de dicho proyecto es cubrir con una capa de tierra sus residuos tóxicos, peligrosos y radiactivos para salir del paso y no hacer frente así a una descontaminación integral de la zona.

Greenpeace y la Asociación Mesa de la Ría han criticado el proyecto en numerosas ocasiones, precisamente por las evidencias que existen de que, “ante cualquier temporal y/o subida del nivel del mar producido por el cambio climático, este no garantiza en absoluto la estabilidad y confinamiento de los millones de toneladas de tóxico depositadas en las marismas del río Tinto”.

Además, entienden, que “vulnera flagrantemente el artículo 76 de la Ley de Costas, que obliga a adoptar las medidas requeridas por la administración de adaptación a la subida del nivel del mar, los cambios en la dirección del oleaje u otros efectos del cambio climático”.

“El proyecto de Fertiberia no aporta el preceptivo estudio, sobre adaptación a la subida del nivel del mar, los cambios en la dirección del oleaje u otros efectos del cambio climático, por lo que incumple y vulnera la Ley de Costas del propio Ministerio, motivo por el cual la ministra Tejerina debía haber denegado la DIA hace un año cuando”, ha declarado Aurelio González Peris, presidente de la Asociación Mesa de la Ría de Huelva.