Espadas capea las voces de dimisión por la derrota en Andalucía y se compara con Sánchez: “Llegó en 2014 y no ganó hasta 2019”

Daniel Cela

Sevilla —
10 de junio de 2024 20:48 h

0

La ejecutiva federal del PSOE, reunida este lunes en Madrid para analizar el resultado de las elecciones europeas del domingo, ha expresado su “preocupación” por los “malos” datos cosechados en algunos territorios, que han lastrado el objetivo de la remontada al PP. Uno de esos territorios es Madrid, otro Andalucía, donde los socialistas gobernaron ininterrumpidamente 37 años.

El secretario general del PSOE andaluz, Juan Espadas, ha replicado que si Ferraz da por bueno el 30% del escrutinio obtenido en el conjunto del país, el 32,2% logrado en Andalucía -la comunidad más poblada de España- era un dato “más positivo”: “Nosotros también hemos resistido el embate de la derecha. También tenemos derecho a reivindicarnos”, ha subrayado horas después en una comparecencia de prensa en la sede del partido en la sevillana calle de San Vicente, minutos antes de reunirse con su propia ejecutiva regional para analizar las europeas.

Espadas no compareció la noche electoral en Sevilla. En su lugar lo hizo la portavoz del partido, la diputada onubense María Márquez, que avanzó una lectura positiva del resultado: “Nos alienta porque supone una tendencia de recuperación del voto socialista en Andalucía”, dijo. Los socialistas andaluces encajaron el domingo su cuarta derrota consecutiva desde que Espadas lidera el partido, frente al PP de Juan Manuel Moreno, que se apuntó la primera victoria de las europeas en esta comunidad desde 1987.

Moreno ganó las autonómicas en 2022, logrando el primer gobierno de mayoría absoluta en esta región, y barrió al PSOE en las municipales de mayo de 2023, conquistando las alcaldías de las ocho capitales y seis diputaciones provinciales. Ese mismo año, volvió a vencer en las generales, aunque entonces se estrechó la distancia con el PSOE en tres puntos -unos 130.000 votos-, que las europeas han vuelto a ensanchar hasta los casi seis puntos. “Con ese margen hay esperanza para ganar a Moreno en dos años. Tenemos un suelo sólido para competir”, sostiene.

El presidente de la Junta sí compareció la noche electoral para anunciar la “consolidación de un cambio de ciclo político” en Andalucía, y la simbiosis del PP con esta región, que vaticina una metamorfosis más profunda, de carácter “sociológico”. No sólo los populares han crecido, también Vox duplica su representación y se afianza como tercera fuerza, mientras el nuevo partido del agitador ultra y propagador de bulos Alvise Pérez irrumpe con 180.000 votos en Andalucía, y adelanta a Sumar y a Podemos.

Peticiones de dimisión

En las primeras horas del lunes, una cascada de voces críticas en el PSOE andaluz se alzó para pedir la dimisión de Espadas, censurando su “incapacidad” para enderezar el rumbo del partido frente la hegemonía de la derecha. Lo hizo un sector crítico minoritario, sin pie en la ejecutiva regional ni en las provinciales ni en cargos institucionales, donde el PSOE apenas ya tiene pie. Fueron ex dirigentes como Juan Pablo Durán, ex presidente del Parlamento andaluz muy próximo a Susana Díaz, o el veterano Luis Navarrete, del PSOE de Sevilla, que se preguntó en la red X (antes Twitter): “¿qué tiene que pasar en Andalucía para que algunos ”acumulacargos“ dimitan?”.

O el actual alcalde de Alcalá de los Gazules (Cádiz), Javier Pizarro, hijo del otrora poderoso secretario de Organización del PSOE de Manuel Chaves, Luis Pizarro, que destacó que “Pedro Sánchez resiste en España, pero en Andalucía el PSOE no es alternativa absolutamente en nada”. O Luis Ángel Hierro, que quedó tercero en las primarias frente a Espadas y Díaz en 2021. Ninguno de ellos, por muy simbólicos que sean, aglutinan un sector crítico de peso que fuerce la dimisión de Espadas y la opción de una gestora antes del congreso regional, que se celebrará previsiblemente el próximo otoño. Tampoco Ferraz valora de momento esta opción.

Espadas restó importancia a todas estos dardos y anunció que el resultado del domingo no le hará torcer el rumbo de su estrategia política, cuyo objetivo sigue siendo “presentarme como candidato y ganar las elecciones andaluzas en 2026”. “Este proyecto político no está agotado y conseguirá su objetivo final dentro de dos años. A determinación y tenacidad a mí no me va a ganar nadie”, sentenció, comparándose con Carlos Alcaraz tras ganar en Roland Garros.

El líder del PSOE andaluz ha comparecido con un mapa de Andalucía con los resultados de las europeas por municipios, donde primaba el rojo sobre el azul, aunque sólo en las zonas menos pobladas de la región. “Cada uno se queda con la foto que más le gusta: a mí me gusta esta, la foto municipal, donde el rojo haberlo haylo”, advirtió.

La preocupación de la dirección federal por la derrota en Andalucía es real. La brecha con el PP aquí es mayor que en el conjunto del país, 5,7 puntos de ventaja ha logrado Moreno (165.000 votos más), frente a los cuatro puntos en España. Espadas lo atribuye a la desmovilización del electorado y a la abstención, aunque esta no ha impedido que el PP andaluz logre 15 puntos más que en las últimas europeas, absorbiendo por completo el espacio político de Ciudadanos en 2019. “Con más participación podíamos haber ganado o empatado”, asegura.

Luego, Espadas se ha revuelto contra las críticas y los titulares de prensa, hasta el punto de sacar a colación las derrotas previas y el tiempo en la oposición que pasaron Moreno o el propio Pedro Sánchez antes de ser presidentes. “Los ciclos políticos hay que medirlos completos, que parece que Moreno Bonilla no tiene pasado y nunca perdió unas elecciones. Desde marzo de 2014, cuando llega al PP andaluz, se han celebrado 14 elecciones en Andalucía, Moreno ha perdido nueve y ha ganado cinco con ésta última. Me las ha ganado a mí siendo secretario general del PSOE-A, sí, pero antes perdió nueve”, dijo. De Sánchez, recordó que “llegó al partido en 2014 y hasta 2019 no ganó”.

El jefe de la oposición en Andalucía está convencido de que Moreno caerá por “la mala gestión” de las políticas públicas, sobre todo la sanidad, y que su partido recogerá los frutos de un pulso que “huye del fango y la confrontación”. Le han preguntado si cree que Ferraz está valorando a un candidato de más peso, en referencia a la vicepresidenta y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, y él ha respondido con retranca: “Yo me he puesto a dieta, pero creo que soy un perfil de peso”.

Uno de los reproches internos que ha escuchado Espadas en su ejecutiva regional -con 64 miembros- es que su doble papel de jefe de la oposición en Andalucía y portavoz del PSOE en el Senado era “inviable”. El secretario general defendía que su puesto en la Cámara Alta le daría una proyección mediática que en su territorio no tiene, pero algunos líderes provinciales creen que debe centrarse de lleno en Andalucía. “No me he planteado ningún cambio a corto plazo”, ha replicado él cuando le han preguntado si baraja dejar su puesto en Madrid.

El comité director del PSOE andaluz, máximo órgano de decisión entre congresos, se reunirá este mes de junio para analizar las perspectivas electorales y políticas del partido en el ecuador de la legislatura.