¿Y ahora qué? La histórica derrota del PSOE andaluz en las elecciones del 19 de junio, la segunda consecutiva pero más rotunda, obliga a los socialistas a analizar el presente y mirar al futuro. Ha pasado solo un día pero, tras el shock, con este presente, prefieren centrarse en el futuro “sin mirar atrás”. Lo ha verbalizado Juan Espadas en su primera comparecencia con preguntas tras los comicios, apostando por liderar la labor de oposición ante la reelección de Juan Manuel Moreno.
“Seremos el auténtico gobierno en la sombra”, ha dicho tirando del manual del perdedor electoral. Y para darle optimismo no tiene más remedio que mirarse en un espejo en positivo, aparte de ser “el auténtico espejo en el que se mire el Gobierno de Moreno Bonilla para saber si lo hace bien o no”. En su caso, su fuente de inspiración se llama Juan Espadas, el candidato que ha cosechado el peor resultado del PSOE en Andalucía pero también el candidato que pudo levantar una mayoría absoluta al PP hace siete años cuando arrebató la alcaldía de Sevilla al popular Juan Ignacio Zoido.
Sin mencionar directamente aquel episodio, Espadas se mira en ese otro Espadas alcaldable de 2015, y se encomienda a su perseverancia. Es una “carrera de fondo”, dijo cuando se convirtió en líder andaluz. “Es una carrera de fondo”, ha repetido tras la derrota para una legislatura en la que pretende llegar al final “con opciones de gobierno” trabajando “día a día” como ha hecho “el PSOE currante de siempre”.
“Juan es maratoniano”, apuntan fuentes cercanas al líder de los socialistas andaluces, sabedor de que es una persona curtida en la oposición y que, después de “encajar el golpe”, reconocen fuentes socialistas, tendrá que “levantarse”.
Los números nunca engañan y los resultados son los que son: el batacazo electoral ha golpeado el corazón de los socialistas y el tiempo de la contrarreloj iniciada por Juan Espadas para aumentar su popularidad se paró en la tarde-noche del domingo. El PSOE andaluz se agarra a esa perseverancia de Espadas, y se aferra al Espadas alcalde. Porque uno de los perdedores de la noche electoral, primer edil de Sevilla entre junio de 2015 y enero de 2022, es un político de largo recorrido que asumió el liderazgo de los socialistas hace apenas once meses., “tan solo unos meses” según sus propias palabras de este lunes.
La pérdida de confianza en el partido
Y es de largo recorrido porque desbancó en mayo de 2015 a Juan Ignacio Zoido como alcalde de Sevilla tras cuatro años de mayoría absoluta y un fiasco previo en 2011. Entonces perdió cuatro escaños en el Ayuntamiento hispalense respecto a las anteriores elecciones (el domingo perdió tres diputados), cuando apenas llevaba un año de candidato. Como ahora. Entonces sustituyó a Alfredo Sánchez Monteseirín (alcalde 1999-2011), mientras que en esta ocasión entró por Susana Díaz (presidenta 2013-2019) al frente de los socialistas andaluces. Solo el tiempo dirá si esta realidad es comparable con aquella situación y si aquel Espadas de hace once años podrá levantar al PSOE ahora después de una mayoría absoluta e histórica del PP.
Las cosas, como todo, han cambiado desde aquel 2015 en que Espadas se convirtió en el alcalde más relevante de los socialistas a nivel nacional arrebatando al PP la alcaldía gracias a los votos de IU y Participa Sevilla. Las cifras no mienten: en siete años, el PSOE ha perdido en Andalucía más de medio millón de apoyos, diluyendo una hegemonía que parecía inabordable pero cuya ejecutiva le ha dado este lunes “la confianza en la continuidad” del nuevo proyecto del socialismo andaluz. Una confianza que empezó en julio de 2021 con las primarias en las que Susana Díaz salió derrotada, y que en un pasado muy reciente ha pasado por “un cambio profundo”. Precisamente hoy se ha podido escuchar a la otrora rival del líder andaluz lamentando la derrota. “Me duele mucho mi partido y me duele mucho mi tierra”, ha confesado Susana Díaz a su llegada a una comisión mixta Senado-Congreso, aunque no ha querido dar ideas sobre qué tiene que hacer su partido para remontar.
Sí se han mostrado duros desde primera hora algunos nombres susanistas como el de Carmelo Gómez, que ya en la madrigada del domingo hablaba de “desastre” sin paliativos en la redes. “La realidad es la que es. Lo que empezó como una operación ”para gobernar“, termina perdiendo 130.000 votos con respecto a 2018, y la pérdida de 2 diputados. Se quiera justificar lo que se quiera: un desastre”.
“El PSOE me necesita más que nunca”
Ante la sombra de derrota, Espadas tiene “claro que el PSOE me necesita más que nunca para hacer un equipo ganador. Ya lo hice y salió bien. Estoy más fuerte que nunca”, ha dicho, sabedor de que se “crece” ante “la adversidad”, según ha augurado sin mención explícita a aquel episodio de las elecciones municipales. Espadas no cree que las municipales y las autonómicas sean comparables pero confía en “recuperar la confianza que entendemos perdida” por una “coyuntura política” concreta que, según ha argumentado, se basa en que el PP ha tenido en sus manos las “herramientas” de un gobierno, incluidos los medios de comunicación que “han dado altavoz” a favor de sus políticas, para convencer al electorado con una amplia mayoría. “No se pueden ganar unas elecciones en unos meses a alguien que ha construido un relato” pero aspira a generar “el de la Andalucía real”. “Lo vamos a volver a hacer: ganar las elecciones después de perderlas”, ha enfatizado ante la prensa.
El votante progresista “se quedó en casa”
El secretario general de los socialistas andaluces ha centrado su mensaje del día después de las elecciones en hacer un “análisis serio y riguroso” de “por qué el voto progresista se ha quedado en casa”. El “dato triste” de la menor participación es la “autocrítica” que hace su partido tras unos comicios en los que “los resultados no eran los que perseguíamos”. No ha habido mención al trasvase de voto socialista al Partido Popular que ha comprado el discurso de “voto útil” de Moreno.
Ahora se dispone a “liderar la oposición” para estar “muy vigilante” a la acción de gobierno de Juan Manuel Moreno. “Vamos a ser el gran partido que fiscalice y controle”, ha insistido, con el objetivo también paralelo de que el PSOE se “levante” y sea “capaz de resetearse como ha hecho otras veces”.
Asimismo, Espadas ha defendido que el PSOE “ha sido el partido que realmente ha hecho una campaña” y el que ahora va a “analizar con detalle” qué ha pasado. “No les vamos a defraudar”, ha dicho a sus votantes, advirtiendo de que “la derecha, cuando tiene poder, es cuando verdaderamente lleva a cabo sus políticas”. El PSOE andaluz será “el auténtico gobierno en la sombra” porque “la labor de oposición es la verdadera protagonista”. “Somos imprescindibles para Andalucía, y más en este momento”, ha dicho.
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