Juan Espadas es miembro del Comité Federal del PSOE desde 1997, pero este sábado ha comparecido por primera vez como candidato socialista a la Junta, y lo ha hecho después de que el secretario general y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, le ofreciera el “apoyo entusiasta” de todo el partido para recuperar el Ejecutivo andaluz. Algo a lo que Espadas se ha comprometido varias veces durante su discurso, en el que ha subrayado que el cambio de candidato en Andalucía era “necesario” y que por eso el relevo acordado por la militancia “es una decisión inteligente”.
Una militancia, por cierto, que por primera vez en la historia democrática andaluza ha participado en unas primarias para elegir al aspirante socialista a la Junta, lo que a su juicio le hace contar con “la fuerza más grande que ha tenido nunca un candidato”. Pero el factor clave, ha reiterado, es el del cambio, al que ha unido el de “la valentía y la toma de decisiones ambiciosas”.
El Comité Federal celebrado este sábado en Madrid arrancaba con el análisis de situación de Pedro Sánchez, que cerró su intervención reconociendo y agradeciendo el trabajo de Susana Díaz sin que ello arrancase aplausos en la nutrida concurrencia. A continuación, ha presentado al candidato a la Junta como el primer ejemplo de los cambios que se han empezado a hacer para “poner rostro a un nuevo paisaje, al nuevo PSOE, al PSOE de esta década”, una introducción a la que Espadas le ha replicado asegurándole que “vas a contar con el PSOE de Andalucía detrás y respaldando las políticas del Gobierno”.
El nuevo tiempo político, con unas relaciones más fluidas entre ambas partes, quedaba así inaugurado. Y esto no es poco, teniendo en cuenta la tormenta relación que durante mucho tiempo han mantenido Pedro Sánchez y la todavía secretaria general andaluza, Susana Díaz, que no ha asistido a este Comité Federal. De esta manera, Ferraz vuelve a resintonizar con la mayor federación socialista de España y sus más de 45.000 afiliados.
La idea del cambio ha sido uno de los ejes del discurso del alcalde de Sevilla, para lo que se ha agarrado a una cita de Einstein que conocía este mismo viernes: “La medida de la inteligencia es cambiar cuando es necesario”. “La continuidad o la posición cómoda o conservadora no nos garantiza el éxito en el futuro, sobre todo cuando se pierde en un momento determinado la confianza de los ciudadanos”, que es lo que ocurrió con Susana Díaz en 2018 cuando no logró revalidar el Gobierno andaluz.
Por eso ha insistido en que era necesario el cambio para que el PSOE regrese a la Junta. “Tenemos un espacio de oportunidad para recuperar el Gobierno”, ha insistido, algo que garantiza que va a hacer haciendo una oposición “útil, constructiva y con sentido de Estado”, a su juicio “justo lo contrario que hace Pablo Casado con el Gobierno de España”.
Obviamente, confía en que este periodo de una oposición “con propuestas” sea lo más corta posible, pero para ello hay que empezar a moverse ya. “Las elecciones no se ganan ni el Parlamento ni en las sesiones de control, se ganan en la calle”, y eso significa “ponerse en la piel de la gente, de sus necesidades y de sus problemas”.
Asimismo, considera fundamental “volver a sintonizar y recuperar la confianza perdida de colectivos que nos dieron la espalda”, de ahí por ejemplo sus reuniones durante las primarias con sanitarios y docentes. “Los ciudadanos necesitan ahora mismo expectativas, un Gobierno que levante esperanza e ilusión, que trabaje para el futuro”, ha remachado.
Espadas ha aprovechado su intervención para tocar temas muy presentes en su discurso, como el de aprovechar los fondos de recuperación para propiciar un cambio de modelo que apueste por “sostenibilidad, energía y digitalización”, o para subrayar la importancia del municipalismo, para el que reclama más inversión. Por cierto, que de paso ha recordado que en Andalucía hay más de 460 municipios gobernados por el PSOE, que son “la fuerza de oposición real a la derecha en cada rincón del territorio”.
Para el final ha dejado el recuerdo al “debate pendiente de la distribución de la riqueza a los ciudadanos, no a los territorios”. ¿De qué hablamos? Pues del modelo de financiación, en relación al cual se ha apuntado a la frase que han repetido una y otra vez los sucesivos presidentes de la Junta: “Andalucía no va a pedir más y no se va a conformar con menos, pedimos lo que nos corresponde”.
Y el debate sobre el cambio de modelo hay que abrirlo ya, porque “no es un problema para los socialistas, lo es para la derecha y para el PP”, que por lo pronto tiene que aclarar cuál su política en este terreno, la Juan Manuel Moreno Bonilla en Andalucía o la de Isabel Díaz Ayuso en Madrid. “Pongamos frente a su espejo a la derecha”, para que así se aprecie su “realidad de injusticias, retrocesos y su política de ir para atrás y no para adelante”.
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