Como Hansel y Grettel, el alcalde de Sevilla, Juan Espadas (PSOE), va dejando miguitas de pan en ese bosque que es la lucha por la secretaría general de los socialistas andaluces. En su caso, las miguitas no son para encontrar el camino de vuelta, sino más bien al contrario, para ir marcando una senda en la que ahora toca afinar el oído más que hablar, “hay que escuchar a la militancia andaluza, que es la que va a ir diciendo qué es lo que quiere y cómo lo quiere”. Mientras tanto, insiste en que no tiene prisas, y avisa: “Entiendo la ansiedad que pueda tener alguno, pero yo no la tengo”.
Espadas, por lo tanto, está en modo escucha, atento a ver qué es lo que dicen unos militantes que se ha ido trabajando sin focos públicos. Así que no se postulará para comandar el PSOE-A hasta que una masa crítica suficiente de esa militancia le pida que dé el paso, para así ajustarse al cronograma de los tiempos orgánicos y tomar distancia con los movimientos que ha hecho el PSOE federal para tenderle la alfombra, en un intento en paralelo de no ser visto como el candidato oficialista.
Ya dirá lo que tenga que decir
Por mucho que figuras destacadas del partido como José Luis Ábalos y Alfonso Rodríguez Gómez de Celis resalten su perfil como posible candidato, Espadas pretende que este paso se entienda como una decisión personal, sin imposiciones. “Soy una persona que se concentra bastante en lo que hace, no siento ningún tipo de presión”, aseguraba este lunes en un acto con la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), así que será él el que decida. “Cuando tenga algo que anunciarles no se preocupen que lo anunciaré yo, de momento no tengo ningún representante ni ningún portavoz para ello”, apostillaba.
Lo que también mantiene es que hace falta “un proyecto político renovado” que, insiste, debe salir del proceso de debate que tiene abierto la militancia. “En esa fase de debate debemos estar ahora, y por supuesto yo voy a estar”, pero advierte de que “una cosa es eso y otras son las primarias, que no están convocadas”.
Sin “despistes” ante la pandemia
Y es que, al margen de los tiempos orgánicos, otra cuestión clave es proyectar la imagen de que se sigue trabajando en lo que es realmente importante, que es la lucha contra el coronavirus. En este control de los tiempos es fundamental no transmitir que se está en cuitas de partido, algo que la ciudadanía no entendería en plena pandemia y cuando (formalmente) todavía queda tiempo para esta batalla orgánica.
“Yo no puedo estar en estas cuestiones porque a mí me toca otra cosa”, reiteraba este lunes, al tiempo que instaba a “respetar los procesos y cada uno ser capaz de hacer lo mejor allá donde estamos”. Por lo pronto, él como alcalde tiene “mucha tarea”, y ya llegará el momento de hablar de procesos orgánicos “cuando se vayan produciendo”.
Así que, “sin despistarse” con respecto a la pandemia, toca “ser respetuosos con todos los compañeros en su debate, que ahora es lo más importante”. “Estamos en un proceso de escucha, de atención a lo que opina la militancia” que, “cuando llegue el momento, decidirá”. “Y lo que venga después llegará cuando llegue”, apostilló.