Esperanza Oña anunció que dejaba la alcaldía de Fuengirola el pasado 21 de octubre. Desde entonces ha reiterado en decenas de tuits algún dato incuestionable (es la segunda alcaldesa de España en apoyo popular), valoraciones personales e intransferibles de sus 24 años en el poder municipal (“dejo un Ayuntamiento impecable y una ciudad modelo”) y una queja: “Ningún fuengiroleño piensa que mis dos cargos fuesen incompatibles, porque si hubiesen visto merma, no tendría el apoyo del 65% en votos”. Oña abandona la vara de mando obligada por una ley andaluza (recientemente avalada por el Tribunal Constitucional) que siempre consideró injusta.
En su despedida pública Oña, siempre atenta al momento político, resaltó que bajo su mandato “no ha habido una irregularidad ni un atisbo de corrupción”. También aseguró que deja un Ayuntamiento saneado. “He estado más de dos décadas haciendo lo que me gusta y en el sitio que me gusta”, dijo. Ella cuenta que llegó a la política deslizando una nota bajo la puerta de la sede del PP, donde no la atendían: “He venido tres veces y nunca hay nadie. Así no ganaremos nunca. Me llamo Esperanza Oña”. Cuatro años después era alcaldesa y casi tres décadas más tarde deja el ayuntamiento. Este es un resumen de 24 años de gobierno en siete hitos.
Veinte años para reformar el paseo marítimo: ha sido, durante una década, el gran caballo de batalla de Esperanza Oña con el gobierno central. El acuerdo para la reforma fue suscrito con el Gobierno en 1993 (siendo ministro de Obras Públicas Josep Borrell), y la alcaldesa se ha quejado de que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero paralizó la cuarta y última fase de la obra, anulando la licitación ya publicada. Pero la parálisis ha durado también gran parte de la última legislatura popular. Aunque la propia Oña anunció que el Gobierno popular le había prometido desbloquear la situación en 2012, la licitación de las obras no se convocó hasta julio de 2014, dos años después. Algo más de kilómetro y medio en línea, con una superficie total de 37.647 metros cuadrados, costarán 4,19 millones de euros, de los el Estado aportará 3,5. Las obras deberían finalizar en diciembre de 2015, 22 años después de que se anunciaran.
El parque fluvial: la obra más ambiciosa acometida durante los últimos años en el municipio es un paseo con zonas verdes, carriles bici, instalaciones deportivas y un canal navegable por pequeñas embarcaciones junto al Castillo Sohail. Inaugurada la primera fase apenas unas semanas antes de las Elecciones Generales de 2011, la segunda comenzó a ejecutarse en agosto de este año, con una inversión prevista de más de 1,5 millones de euros, de los que el ayuntamiento pone el 30% y el consorcio público Qualifica aporta el resto. La previsión de que las obras habrían finalizado para octubre ya no se cumplirá.
Un municipio que crece hacia el mar: si a cuenta del paseo marítimo Esperanza Oña denunció el supuesto maltrato del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, la ampliación del puerto la enfrentó a la Junta de Andalucía. Es otro proyecto que lleva 20 años encima de la mesa. Oña siempre defendió que el puerto debía ser algo más que un lugar con barcos y salida al mar y se erigió en la supuesta defensora de los comercios con concesión vigente. Durante años, la Junta de Andalucía, la Agencia Pública de Puertos y el Ayuntamiento se han tirado los proyectos a la cara, y en 2012 el Pleno llegó a aprobar una moción (por unanimidad) exigiendo a la Junta que fijara plazos para la ejecución. Pero Oña se va y no deja puerto nuevo.
La peseta, los Reyes Católicos y Sandokán, en el corazón de la ciudad: además del clásico monumento al turista, hay en Fuengirola un par de obras dedicadas a algunos símbolos históricos. El monumento a la peseta, en el paseo marítimo, se inauguró en 2002, apenas después de que la moneda fuera retirada de la circulación; el de los Reyes Católicos, una estatua en bronce de tres metros de altura y 800 kilos de peso frente al antiguo ayuntamiento (hoy hotel), en enero de este año. Aunque inicialmente IU denunció que la escultura le costaría al ayuntamiento 19.500 euros, fue finalmente la Obra Social de Unicaja quien se hizo cargo del coste, según se informó en enero.
Pero si algo representa una época y un lugar es la estatua del Arcángel San Rafael en la Plaza que lleva el mismo nombre. Otro Rafael, de apellido Gómez y sobrenombre Sandokán, reformó el lugar (antes Plaza de Castilla), y como buen mecenas, quiso que el pueblo recordara sus supuestas dádivas. Entonces se produjo la epifanía triple, y el Arcángel San Rafael de la nueva Plaza San Rafael resultó tener las facciones y el bigote de… Rafael Goméz. Todo a mayor gloria de Rafael, o de Sandokán.
El municipio donde no cabe una casa más: Fuengirola es un pueblo de 75.000 habitantes, apenas 10 kilómetros cuadrados y con poco (o ningún) suelo libre. De ahí que la única expansión posible sea a costa de ganar terreno al mar. Pero no siempre fue así. El ayuntamiento no detectó que la promotora AIFOS estaba construyendo sobre un talud 42 casas más de las 161 autorizadas en la promoción Terrazas de Torreblanca. Después se negó a conceder a esas viviendas la licencia de primera ocupación; para entonces, año 2006, la promotora las había vendido. “Si bien en ningún momento nos autorizó reglamentariamente a concluir la edificación (…), tampoco nos lo ha impedido”, decía en la solicitud de licencia, citada por El País. Hoy AIFOS está cerca de cerrar la primera fase de un gigantesco concurso (más de 1.000 millones de pasivo, cerca de 2.000 acreedores), y entre sus acreedores hay quienes compraron en viviendas de esta promoción. Terrazas de Torreblanca sufrió un notable expolio, según fuentes cercanas al concurso, porque AIFOS ni siquiera sufragó los gastos de vigilancia.
Irregularidades y “atisbos de corrupción”: Oña aseguró en su despedida que no ha habido en el municipio “atisbos de corrupción”, y eso no es enteramente cierto. Cuestión distinta es que ella haya actuado con rapidez y rigor cuando se han conocido prácticas irregulares o dudosas. Pedro Gosatti, extrabajador del Área de Turismo y jefe de campaña de la alcaldesa en 1995 y 1999, fue acusado de quedarse con el dinero abonado por tres viajes a Melilla en el año 2002, algo más de 5.000 euros. El juicio se celebró en septiembre de 2013, y Gosatti insistió en que estaba “politizado”: “Estoy aquí por ser el jefe de campaña de Oña”. La alcaldesa ha asegurado que fue ella misma quien denunció a la Policía “que alguien que colaboraba con nosotros había puesto la mano”.
Esperanza Oña fue imputada en 2007 (pero no acusada) por contratar publicidad institucional con agencias del director de la televisión municipal. Fue exculpada ante el Tribunal Superior de Justicia por Ana Mula, concejala de Urbanismo, ex consejera delegada de la televisión local, y que ahora tomará el bastón de mando del municipio.
Costa del Sol, costa de la energía solar: Fuengirola fue el primer municipio andaluz en obligar a que los nuevos edificios incorporen sistemas de captación de energía solar, con sanciones de entre 6.000 y 60.000 euros para el incumplidor. La ordenanza, luego incorporada al PGOU, fue aprobada en el año 2002. En 2008 el ayuntamiento sacó a concurso la instalación de paneles fotovoltaicos en las azoteas de 12 edificios municipales, por una extensión total de más de 13.000 metros cuadrados. Los paneles fueron instalados por SICE, que como “alquiler” de las cubiertas por los próximos 35 años devuelve al ayuntamiento el 12% de los beneficios.