Una mesa redonda de expresos políticos que sufrieron en primera persona la represión franquista y que han sido personalidades importantes en la lucha antifranquista, la Transición y la consolidación de la democracia han sido este lunes los protagonistas de la primera parte de las jornadas 'Ranilla: Lugar de Memoria', organizadas por la asociación memorialista Manuel Barrios Jiménez en colaboración con el Ayuntamiento de Sevilla y la Coordinadora Andaluza por la Memoria Histórica y Democrática.
El encuentro se está celebrando en el Centro Cívico Soto, Saborido y Acosta, junto a la extinta cárcel sevillana, donde se ubicará el Centro de la Memoria Democrática, primer museo divulgativo de Andalucía sobre esta temática. José Romero Calero, exconsejero de la Junta de Andalucía y de la Comisión Ejecutiva Confederal de UGT; Francisco Acosta, exmiembro de la dirección de CCOO, condenado por el Proceso 1001; Curro Rodríguez, exsenador del PSOE y miembro de UGT; y Jaime Baena, exdirigente de CCOO, han repasado su trayectoria durante los años 60 y 70. Acosta, uno de las personas que da nombre al centro cívico, destacó “la fuerza juvenil que movilizó a la sociedad hasta arrinconar al régimen franquista y llegar a la Transición. Teníamos edad de estar haciendo otra cosa, pero sacrificamos nuestra juventud para hacer algo por nuestro país que creo que era de justicia”.
Durante el coloquio, moderado por el periodista de elDiario.es Andalucía Javier Ramajo, los expresos políticos de la cárcel de Sevilla destacaron que “fue el pueblo quien hizo la Transición y acabó con la dictadura. No nos regalaron la democracia”. “Ahora parece que la Transición la hicieron el rey Juan Carlos y Suárez”, comentó Romero. “Éramos unos jóvenes alegres y combativos. A mí me detuvieron la última vez en 1975, la democracia la trajo el pueblo, miles y miles de trabajadores que lucharon día a día, que éramos despedidos de nuestros trabajos y seguíamos luchando, diciendo no a la dictadura”, expresó Acosta.
Jaime Baena contó que con 19 años pasó por La Ranilla, por la Celda 88. “Yo le decía el club 88, un eufemismo para no morirnos de pena. Había torturadores y provocadores. Había tanto odio que consiguieron revolver a un grupo de presos comunes contra nosotros”. “No se trata de venganza, pero sí para saber la historia, para que se sepa”, señaló entre otras muchas cuestiones y alguna que otra anécdota. La Ranilla fue inaugurada en 1933 siendo directora general de Prisiones, Victoria Kent, como un proyecto innovador tendente a la reinserción de los reclusos pero que pronto se vio truncado. Con la sublevación militar de Franco y Queipo de Llano en Sevilla, los que defendían al gobierno de la II República fueron los que abarrotaron sus celdas.
A Curro Rodríguez le supuso “un alivio” llegar a la cárcel de La Ranilla. “Si me hubieran dejado en Gavidia me habrían matado, porque me torturaban cada día. 18 días en aquella comisaría de torturas en los que perdí 24 kilos, con una gangrena por acumulación de hematomas, siete perforaciones del tímpan. Todavía no puedo pasar por La Gavidia, pero parece que aquí no ha pasado nada y que la democracia nos la regalaron”. “Nuestro compañero Manolo Barco, recientemente fallecido, decía que prefería seis meses en La Ranilla a tres días en La Gavidia”.
Romero, según ha expresado, pasó por la cárcel de La Ranilla cuando aún no tenía ni 21 años, por la que también pasó su abuelo, su padre, su madre y él mismo pasaron por la cárcel, “con el único delito de ser inocentes, con el único objetivo de salir vivos de allí”. “Mi abuelo salió libre con un trámite administrativo, jamás le hicieron juicio en tres años. A mi madre la encarcelaron tres meses por negarse a tirar un trozo de pan por la ventana”, relató durante la jornada.
La historiadora María Victoria Fernández Luceño, antes del testimonio de los antiguos presos, impartió una conferencia sobre las condiciones que tuvieron que soportar, detallando parte de la historia de muchos de ellos. Entre otras muchas cuestiones, explicó que en la tercera galería se construyó un tubo con celdas para presos políticos, encarcelados por sus ideas por la dictadura franquista. “Políticos en ejercicio y miles de ciudadanos en los seis meses posteriores al golpe, desde el delegado del gobierno en Andalucía o el presidente de Diputación, los mineros de Huelva que vinieron a defender la República. Todos pasaron por aquí, antes de ser fusilados”.
En la jornada del lunes también tuvo lugar la exposición fotográfica de José Landa Ruiz para conocer la antigua prisión de La Ranilla. “Es una memoria gráfica del lugar antes de ser derribado, para que no cayera en el olvido”. Siendo estudiante de fotografía realizó el trabajo y, para él, “es un orgullo que haya servido y hoy esté espacio se ha convertido en algo vivo y con futuro”, para el primer Centro de Interpretación de la Memoria. “La exposición de fotografía se quedará permanente en este espacio”, señaló el presidente de la Asociación Barrios Jiménez, Juan Ramón Troncoso.
La jornada continuará la tarde del viernes 16 de diciembre con la conferencia 'Represión franquista en el medio rural de Andalucía: los casos de Algámitas y Herrera', de los investigadores de la guerra civil y la represión franquista en el medio rural Joaquín Octavio Prieto Pérez y Juan Antonio Pavón, a las 19.00h. Como colofón, a partir de las 20.30h, Javier Giráldez, ex director general de Memoria Histórica de la Junta de Andalucía, y Eduardo Barrera, asesor de la Secretaria de Estado para la Memoria Democrática, presentarán su libro 'Lugares de Memoria, una mirada desde Andalucía'.