La fusión bancaria ha supuesto la pérdida del peso financiero de Andalucía, que ha perdido todas las cajas de ahorros y sólo conserva Unicaja Banco; la desaparición de más de 10.000 puestos de trabajo en lo que va de crisis; y también, que 102 municipios de áreas rurales no tengan servicio de banca por el cierre de oficinas. El proceso de exclusión financiera irá a peor cuando se complete el originado por la fusión de Bankia y BMN, objeto en estos momentos de un ERE.
El presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Fernando Rodríguez Villalobos, ha instado a las entidades bancarias a “evitar la exclusión financiera”, tras cifrar en 282 las sucursales cerradas en áreas rurales de la comunidad autónoma. Esto ha afectado a 102 municipios, que en la actualidad “no disponen de sucursales de ninguna entidad”.
En declaraciones recogidas por Europa Press, ha hablado del “malestar existe entre los responsables locales, que se están planteando tomar medidas que podrían materializarse en dejar las cuentas y los depósitos monetarios” sólo con la banca que le garantice presencia en su población.
Por otra parte, ha propuesto combatir esa exclusión financiera con medidas como la oficina móvil, es decir, personal que se desplace en ciertos días y horarios por estos pueblos. También ha plateado la instalación de cajeros automáticos que permiten retirar e ingresar efectivo, pagar recibos o consultar movimientos.
Por último, la FAMP ha hecho un llamamiento para que las entidades bancarias “cumplan el principio básico de garantizar el acceso a sus servicios a todos los ciudadanos”, en un contexto en el que en España se ha reducido en un 32% el numero de sucursales. De hecho, el 48% de los municipios españoles no cuenta con ningún tipo de oficina de entidades financieras, un 20% más que antes de la crisis.